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Martes 11 de marzo de 2008

4% de la población en México padece daltonismo

Más de dos millones de hombres padecen daltonismo según el Instituto Mexicano del Seguro Social


Más de dos millones de hombres padecen daltonismo según el Instituto Mexicano del Seguro Social

Aproximadamente el 4 por ciento de la población varonil mexicana padece de daltonismo, es decir, poco más de dos millones de hombres en México sufren de este trastorno visual que se caracteriza por la nula habilidad de identificar cierto tipo de colores o confundirlos con otros, en especial el rojo y el verde.

Adolfo Francisco Monroy Montoya, jefe del Servicio de Retina del Hospital de Oftalmología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comentó que el padecimiento es hereditario y lo causa la madre, aunque únicamente el 0.4 por ciento de la población de mujeres la presenta.

El doctor Carlos Huicochea Montiel, genetista del Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI del IMSS, destacó que la causa por la cual la padecen principalmente los hombres, se debe a una mutación en genes del cromosoma X, esto ocasiona que sea sumamente difícil que la mujer lo padezca, ya que sus dos cromosomas X deben tener la mutación, mientras que el varón al tenerlos XY está más predispuesto.

El doctor Monroy Montoya explicó que a pesar de su condición, una persona que nace con daltonismo no tiene problemas con su visión y a futuro es poco probable que desarrolle enfermedades degenerativas como miopía, astigmatismo o cataratas en comparación de alguien que no tiene el padecimiento.

Sin embargo, dijo que estos pacientes tienen algunas limitaciones para desarrollar una actividad laboral; las personas con discromatopsia, es decir con la discapacidad para ver uno o varios colores, no pueden ejercer carreras en las cuales es indispensable distinguir diversas tonalidades, como piloto aviador, diseñador gráfico o textil ni en actividades militares o de seguridad.

Resaltó que al no existir una cura o tratamiento para el daltonismo, mismo que no altera la calidad visual de los pacientes, los especialistas del Instituto les brindan orientación con la finalidad de que se integren al mercado laboral en diversas carreras que no necesitan que el trabajador distinga los colores, incluso, mencionó que si tienen algún problema como miopía o astigmatismo, se le da al derechohabiente el par de anteojos con la graduación acorde a sus necesidades.

El especialista indicó que la hidroxicloroquina, que es un medicamento para el tratamiento de la artritis reumatoide, puede causar daltonismo y deteriorar a la mácula, lo que provoca alteración de la agudeza y del campo visual, un daño irreparable a la vista.

El doctor Huicochea Montiel señaló que en el Servicio de Genética del Hospital de Pediatría, un niño o adolescente con este problema y sus familiares, reciben asesoramiento genético, que consiste en explicarles el origen de las alteraciones y malformaciones genéticas que tiene el paciente y la posibilidad de transmisión hacia la descendencia, es decir, sus hijos.

“Al ser el daltonismo un problema que no compromete la vida, que no representa una gran morbilidad para la población, es decir, que no lo incapacita en el sentido de que le produzca una alteración como la diabetes o presión alta, es importante dar el asesoramiento genético; si son varones adultos, explicarles el origen de la alteración y las probabilidades de transmisión a su descendencia”.

Cabe destacar que, a nivel nacional, el IMSS llevó a cabo 161 consultas por daltonismo, la mayoría de ellas en Unidades de Medicina Familiar. A la fecha, se reconoce a las tablas de Ishihara como el método de diagnóstico más efectivo para detectar problemas visuales, mediante láminas se representan números con diferentes colores que identifica una persona con vista normal, caso contrario de quien padece daltonismo.

El doctor Monroy Montoya subrayó que gracias a que en la actualidad existe una mejor cultura vial no hay peligro para que los pacientes con discromatopsia manejen un vehículo o crucen la calle, ya que los semáforos están orientados por su diseño y no por los colores, forma en que pueden distinguir las indicaciones.