89 aniversario de la muerte de Zapata

Emiliano Zapata, defensor de los anhelos más legítimos del campesinado mexicano, fue recordado hoy por los tres poderes del Estado de Chihuahua, en el 89 aniversario de su fallecimiento.

Los representantes del Gobierno del Estado, Congreso y Supremo Tribunal de Justicia, rindieron guardia de honor y depositaron una ofrenda floral ante el monumento del general Emiliano Zapata, ubicado en la avenida Ocampo y calle Melchor Guaspe.

“La lucha revolucionaria que emprendió el Caudillo del Sur, ha servido hoy de inspiración para que sigamos forjando el México de hoy”, expresó el orador oficial de este aniversario luctuoso, el Director de Fomento Agropecuario de la Secretaría de Desarrollo Rural.

“La tierra es de quien la trabaja y sus ideales de justicia y libertad, siguen vigentes hoy en este México que ha forjado grandes líderes, donde la lucha ya no es con el fusil, sino con el diálogo y la concertación”, dijo el orador.

Al acto cívico acudieron por alumnos de las escuelas primarias “Emiliano Zapata Norte”, norte y sur y “Plan de Ayala” quienes entonaron, acompañados por la Banda del Gobierno del Estado, el Himno Agrarista. La escolta de Bandera estuvo a cargo de alumnos del Colegio de Bachilleres No. 1.

Emiliano Zapata nació el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco, Morelos en el seno de una familia de campesinos.

Desde niños se dedicó a labrar la tierra. Esto le permitió conocer los problemas del campo. Vivió en carne propia las injusticias, el dolor y la miseria del explotado campesino mexicano. Es de ahí de donde le vino su rebeldía y por ello, al estallar la revolución en 1910, Zapata se incorporó a la lucha armada como defensor de los derechos del campesino.

Para 1919, Zapata representaba un desafío para el gobierno en el poder, por lo que se decidió acabar con su vida y se decidió que el coronel Jesús Guajardo le tendiera una trampa simulando que apoyaba a Zapata.

Este aceptó los términos por que necesita armas para seguir combatiendo y cuando se le citó a la Hacienda de Chinameca, fue acribillado el 10 de abril de 1919, por órdenes inmediatas del citado coronel Jesús Guajardo.