Agua para la capital

Chihuahua como todas las principales ciudades del Estado utilizan agua subterránea extraída de acuíferos sobreexplotados para usos humanos.

El 90 por ciento de la población de la Entidad cubre sus necesidades domésticas y personales con este tipo de agua. El sobreexplotado acuífero El Sauz-Encinillas cubría desde 1997 y hasta la semana pasada las necesidades de agua de una cuarta parte de los capitalinos, unos 200,000 habitantes. Pasados 15 años de las obras originales, pozos y acueducto, ahora la ciudad tiene un faltante de agua para otros 200,000 habitantes y las Juntas Central y Municipal de Agua y Saneamiento han ordenado extraer de manera extraordinaria, del mismo acuífero, a través de 5 nuevos pozos, un volumen aparte de 350 litros por segundo, para cubrir el déficit de agua en este 2011.

Los agricultores y ganaderos del Valle de El Sauz-Encinillas, protestan por la sobreexplotación del acuífero y aseguran que el Gobierno del Estado les había prometido consultar con ellos cualquier explotación nueva y además le piden una indemnización de 1 peso por metro cúbico adicional extraído, como pago al daño que la ciudad le ocasiona a la producción agropecuaria de esta comunidad rural del municipio de Chihuahua.

La protesta y demanda de los vecinos de El Sauz, no es escuchada ni por el gobernador César Duarte, ni por el alcalde Marco Quezada. Causa extrañeza que ni el gobernador del Estado ni el presidente Municipal acudan a dialogar con los campesinos, cuando es notorio que ambos políticos acuden a eventos de menor importancia como son la inauguración de la pavimentación del tramo de una calle o la puesta en servicio de 10 o 15 patrullas nuevas para seguridad pública. Si se considera que el titular del Poder Ejecutivo Estatal es etiquetado como gobernador del campo, seguramente que los productores agropecuarios de la zona en cuestión, están desconcertados por esta indiferencia del licenciado Duarte a su problema.