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Chihuahua, Chihuahua



Domingo 5 de octubre de 2008

Alimenta bosque a familias serranas

Actualmente hay 150 industrias en el estado, 450 aserraderos y mil 199 grupos de beneficiarios de los bosques


Actualmente hay 150 industrias en el estado, 450 aserraderos y mil 199 grupos de beneficiarios de los bosques

Hace alrededor de 81 años que en los bosques de Chihuahua se inició la explotación y comercialización de la madera. Primero a manos de extranjeros, quienes consiguieron la concesión con el Gobierno federal, después por empresas privadas y finalmente por los dueños de los predios y ejidatarios, de manera que actualmente aportan a la economía del estado dos billones de pesos anuales, la cuarta parte de la economía forestal del país.

Según los archivos de autorizaciones de aprovechamientos forestales de la Semarnat e información proporcionada por el delegado Ignacio Legarreta Castillo, el 80 por ciento de la población serrana tiene un ingreso económico importante proveniente de los bosques.

Actualmente hay 150 industrias en el estado, 450 aserraderos y mil 199 grupos de beneficiarios de los bosques.

La información detalla que desde 1927 se otorgaron las primeras concesiones para el aprovechamiento de la madera a extranjeros, cuando se abrieron las vías del tren, y se debieron derribar pinos que fueron aserrados por estadounidenses y se los llevaron convertidos en madera.

Fue para 1943 cuando empresas privadas lograron concesiones para el aprovechamiento de la madera, las cuales entraban a los ejidos y predios particulares con un permiso del gobierno federal para llevarse la madera sin dejar beneficio alguno a los dueños de los terrenos, pero hubo un serio problema de devastación porque no había ninguna institución que controlara el aprovechamiento medido de los recursos naturales del bosque.

Ante esta situación, en 1958 se crearon las Unidades de Ordenación e Industriales del gobierno federal, con el fin de controlar el derribamiento de pinos, aunque los beneficios continuaban en manos de empresas como Duraplay, Río Verde, Igusa y Maderas de la Sierra.

En 1965 se realizó el primer diagnóstico para determinar cómo resolver los problemas sociales, económicos y silvícolas de la Sierra.

En 1972 se creó otro organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del gobierno federal, denominado Productos Forestales de la Tarahumara (Profortarah) con el principal objetivo de conservar, cultivar e incrementar los recursos forestales que ya habían sido devastados en manos de particulares y extranjeros.

En 1972 también empezó a promoverse el aprovechamiento racional de los bosques, y el turismo tuvo mucho auge.

Los municipios que primero entraron en el esquema de aprovechamiento de los bosques en beneficio de los propietarios de los predios o ejidatarios, fueron Balleza, Batopilas, Bocoyna, Carichí, Cusihuiriachi, Guadalupe y Calvo, Guazapárez, Guerrero, Madera, Maguarichi, Morelos, Nonoava, Ocampo, Temósachi, Urique y Uruachi.

Con el fin de asesorar a los ejidatarios algunos de ellos indígenas, para detener el deterioro irracional de los bosques que había tenido años anteriores se crearon las Unidades de Administración Forestal (UAF), tres de ellas pertenecían a Profortarah y seis más vendían el servicio con las cuales se crearon planes de manejo forestal, financiamiento para maquinaria, con cuyo organismo se logró que cada ejido tuviera su propio aserradero para que no le vendieran la madera en rollo total árbol a intermediarios, sino que los mismos ejidatarios la aserraran y vendieran con mayores utilidades.

En 1988 Profortarah fue desaparecida por decreto presidencial, y los ejidatarios y particulares se vieron en la necesidad de contratar por su cuenta a un especialista que les realizara los estudios previos al aprovechamiento forestal, los cuales debían contratar estos servicios con particulares y cubrir una serie de nuevo requisitos.

En ese mismo año se creó la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, y después nació la Semarnap y posteriormente la Semarnat, que actualmente se encarga de autorizar el aprovechamiento de los bosques con previos estudios de impacto ambiental y control para que no haya sobreexplotaciones en los bosques.

Desaprovechan el encino— La cantidad de madera autorizada por año desde que se inició su explotación a la fecha se ha incrementado un cien por ciento, equivalente a casi un millón de metros cúbicos en rollo total árbol anual. Mientras que en 1963 se autorizaban al año un millón 100 mil metros cúbicos, en el 2007 la cantidad es de 2 millones 74 mil metros cúbicos, según los archivos de la Semarnat.

En encino, se aprovechaba más en el año de 1988 que ahora, pues en aquel entonces la dependencia federal Profortarah tenía equipo para aserrar esta madera que es dura y está considerada como madera preciosa de alta calidad.

Actualmente, el encino no se aprovecha por falta de tecnología, a pesar de ser altamente redituable, pues cuesta el pie tabla más del triple que la de pino.

El pie tabla de madera fina de pino cuesta 12 pesos, mientras que la de encino 40 pesos.

En el 2007 había autorizado por la Semarnat 416 mil metros cúbicos de los cuales se explota sólo el 15 por ciento, también de táscate se autorizaron 21 mil 400 metros cúbicos de los cuales no se aprovechó nada, ni tampoco de madroño.

Las especies de pino que se sierran y comercializan en Chihuahua son solamente el pino, en el que se sigue usando el mismo equipo de hace 50 años.

La superficie maderable para su aprovechamiento sigue siendo casi la misma desde 1976 cuando era de 7 millones 642 mil 892 hectáreas, de las cuales, 4.2 millones son de clima templado frío con el 85 por ciento de pino y 15 por ciento de encino. Al 2007 la superficie forestal se ha incrementado 500 mil hectáreas ya que son 4.7 millones.

En el semidesierto la superficie de madera aprovechable principalmente para leña o postes por tratarse de arbustos, son 3.4 millones de hectáreas.

En 1973 eran autorizados 1.6 millones de metros cúbicos de madera para su explotación, en 1976 fueron 2.8 millones de metros cúbicos, en 1990 salieron 3.6 millones, en 1996 se autorizaron 2.8 millones, en el 2000 subió a 2.9 millones y el 2007 se autorizaron 2.7.

En la zona del desierto actualmente se autoriza la explotación de gobernadora, candelilla, yuca, mezquite, orégano y sotol.

Otras de las maderas que actualmente se aprovechan son las muertas, es decir, los pinos que en el bosque por alguna circunstancia se secan, de los cuales se aprovecha el cien por ciento y se le conoce como madera semiseca, tiene mucho mercado porque es más barata y por la misma textura de pino muerto permite serrarla con mayor facilidad; regularmente se usa para la construcción.

De pino este año se autorizaron 77 mil 404 metros cúbicos en rollo total árbol, y de encino 3 mil 462 metros cúbicos.