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Jueves 9 de diciembre de 2010

Altruismo Mexicano de Vodevil

Igual que todos los años, a llorar de principio a fin con el Teletón. ¡Caray! Ya van 15 años y no hay mejoría


Igual que todos los años, a llorar de principio a fin con el Teletón. ¡Caray! Ya van 15 años y no hay mejoría

Siguen naciendo raudales de niños con discapacidad, por las gordas franjas de miseria y marginación, que crean con tozudez quienes podrían cambiar el rumbo de México.

Sentir una vez más, profunda pena por las señoras que caminan 18 horas con su hijo a cuestas o a rastras, por montañas, ríos, desiertos, para llegar a los centros de rehabilitación, desde sus casas en poblados inaccesibles.

Madres, todavía con familias muy numerosas, que tienen que desafiar la carencia de satisfactores básicos y todos los riesgos propios de la marginación. Abandonadas por sus hombres, en cuanto empieza el calvario de la atención hacia su chamaco con discapacidad.

Campeonas de resistencia, sumisión y arraigo a la vida. Madres hechas de entrega y corazón, lo que es insuficiente para engendrar y criar hijos sanos ¿Cómo podrían muchas de ellas en desnutrición, evitar el raquitismo y la discapacidad de sus hijos? Imperdonable en México, un país, en el que existe tanta riqueza, para distribuirla un poco mejor.

Es muy loable que ya se tengan 15 centros de rehabilitación funcionando y dos por iniciar. Pero los esfuerzos de la nación, deben destinarse a evitar la pobreza extrema, disminuyendo así la incidencia de discapacidad, por esa razón.

Existen en los CRITs largas listas de espera de niños, siendo que aceptan a otros de familias muy solventes, como pareció el caso del niño que estuvo en el mundial de Sudáfrica y se trajo a su amiguito para donarle una prótesis en el programa, cuando ya el dramatismo obsceno de la realidad mexicana, no bastaba para llegar a la meta.

Perfecta la acción, pero, ¿para qué televisarlo? O será que lo dirigieron a las mentes que solo conciben la miseria si ven gente de color y lejos de México. O hacia el espíritu futbolero del promedio mexicano.

También se sabe que en los CRITs, los sueldos del personal directivo y administrativo son demasiado altos, mientras que los de terapeutas, que son los del mayor mérito, son muy bajos, sin contar que habrá bastantes voluntarios gratuitos ¿Qué no podrán disminuir esos sueldos, tratándose de una institución dizque humanitaria?

Además salieron con la grandiosidad de que Teletón becará a médicos para que realicen sus especialidades en Oncología, porque solo tenemos 120 en todo México. Y ¿ellos a cambio bajarán sus tarifas cuando ya sean ONCÓLOGOS? Pues son de los especialistas más déspotas y careros, o ¿Vamos a apadrinarlos para que nos maltraten después?

No deberíamos seguir donando los ciudadanos, puesto que lo hacemos y muy cuantiosamente, a través de todas las instituciones bancarias, de crédito, empresas, tiendas, supermercados, laboratorios, farmacias, dependencias, gobiernos, sindicatos… Quedando ellos como los grandes benefactores. Y nosotros tan, pero tan… (Como campana) que hasta nos alegramos cuando exhiben el chequezote, que juntaron con lo que nos robaron de mil maneras.

Luego hacen todos ellos, la pasarela de vanidad y promoción personal, al módico precio de por lo menos 2 millones de pesos por gobernador. Con sus falsos discursos, sin siquiera actualizarse, al menos para decir “personas con discapacidad” que ya dejó de decirse “personas con capacidades diferentes”. Se nota lo mucho que les importa el asunto. Tanto, que pusieron a una intérprete en el lenguaje de señas para que bailara las canciones, vestida de corista de cuarta, sin su intervención para narrar nada más de la transmisión.

O la “enrebozada”, Margarita Zavala, ¡muy “pueblo” ella! con todos sus hijitos, quien de pasadita aprovechó para hacer su comercial del inservible Seguro Popular. Las verdaderas ayudas se hacen lejos de los reflectores ¿Quién les cree tanta payasada?

Los mexicanos no necesitamos dádivas, sino que dejen de robarnos, y que los diputados y senadores implementen controles eficaces para evitarlo, en vez de estar deliberando “donde sientan la cuna de la revolución y peores nimiedades”, para las que hasta ruedas de prensa organizan.

¿A quien diablos le importa ya lo que pasó hace cien o doscientos años? Si los problemas no se resolvieron y ya estamos por rebelarnos, pero ahora si de verdad.

Lo que urge son fuentes de trabajo, pero a todos los niveles, no solo de obreros, con sueldos y condiciones justas, sin discriminación por sexo, edad, procedencia o apellido, o que otorguen créditos para emprender, con intereses razonables.

Así, cada uno pagaría una atención médica decente, y podrían desaparecer todas las deplorables instituciones de salud públicas. O se compraría lo que necesitara sin tener que aceptar dádivas de nadie.

Qué grotesca se vio la escena donde Regil sacó lo de la mamá que festeja a sus hijos con pasteles de lodo y le llevaron un pastel de chocolate para compensar los malos ratos de hambre televisada. Yo pensé que le darían una casa Geo, beca para sus hijos y un fideicomiso ¡Qué poca, la verdad!

No nos utilicen más para Teletones, ni para Iniciativas México, ni para nada emanado de las mismas mafias. No sigan lucrando con la pobreza, ni sometan a esas familias a la exhibición, ya bastante dolor tienen ¡No se vale!

¿Por qué se prestaron Carlos Marín y Loret de Mola, que me caen tan bien a ese vaudeville? ¿Cuánto cobrará Lucero y Regil, por la lloradera y los demás artistas? ¿Llorarán sin costo? o ¿también lo paga Teletón? Hasta Emmanuel aprovechó para sacar a su hijo clon, con el villancico de pueblo que fastidió el sello del evento.

Pueden pa’ lotra considerarnos a unos cuantos millones de mexicanos espontáneos, sin pagarle a nadie, ya que eso de llorar últimamente nos sale con harta facilidad y con un sentimiento que contagia.

Sara O. Durán