Avionazo de Lomas de Chapultepec: ¿Accidente?

Lo sucedido el martes por la noche en la zona de las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, fue catastrófico para el país. Y en especial para quienes estamos cerca, muy cerca del lugar de los hechos ya que transtornó la dinámica de vida de esta zona donde se encuentran corporativos, agencias de publicidad, relaciones públicas y mercadotecnia así como despachos de abogados y notarías.

De inicio el golpe impactó a todos los edificios cercanos y dañó el suministro de energía. Ante la confusión muchos salieron a investigar qué era lo sucedido. Al ver el fuego en el exterior muchos creyeron que un edificio se incendiaba y pronto la versión de que un helicóptero había caído se volvió popular. Es muy común que en esa zona de la capital del país lo helicópteros sean utilizados como medio de transporte de ejecutivos y dueños de corporativos. Los edificios fueron evacuados y los curiosos fueron llenando el área del impacto, sin saber quiénes iban en el jet.

El tiempo pasó y el ruido de las sirenas de ambulancias y otras unidades de rescate se hizo más intenso y el tráfico suspendido en Paseo de la Reforma y Periférico convirtió el tránsito en un caos. Las llamaradas eran impresionantes y muchos dueños buscaban sus vehículos estacionados ahí o muy cerca. Algunos buscaban a compañeros de trabajo, no salían llamadas a ningún teléfono. En la confusión y el caos de saber lo que pasó, fueron los reporteros de las televisoras quienes informaron en vivo a los presentes que el impacto lo había causado un jet donde iba Juan Camilo Mouriño, José Luis Santiago Vasconcelos y otras personas.

El fuego consumió vehículos y daño a un edificio. Mucha gente se retiró del lugar con la incertidumbre de conocer el paradero de compañeros, amigos o familiares así como de saber si su vehículo había sido dañado.

A la mañana siguiente el tema era el obligado y el gran pesar que representaban todas las muertes acontecidas y crecía el rumor de que el hecho fue algo premeditado, en contraste con la información oficial difundida.

Hay miles de historias, miles de testigos, que vieron el descenso del jet y vivales voceadores que han triplicado el precio de sus periódicos en la calle de Montes Urales y aprovechan el morbo de todos los que trabajamos en esta zona del Distrito Federal.

Los miles de ojos que transmiten sus historias a quien pregunte, especulan sobre si en realidad fue un accidente. Al día siguiente del impacto, el acordonamiento de los granaderos era el necesario y se podían ver aún restos de automóviles, partes del avión, cristales, entre otros. Poco a poco cubrieron con lonas improvisadas de distintos colores para evitar se viera la “zona cero”. A 48 horas del impacto es imposible ver algo en la zona del impacto e incluso ya están instalados los campamentos de militares, policías y medios de comunicación. Lo único visible hoy, es el edificio dañado por el impacto, sus vidrios rotos y la mayoría ahumados.

La gente sigue especulando que fue un atentado del narco. El gobierno se aferra a que fue un accidente. La gente que pasa por la zona a diario y que ha visto como cubren la zona del impacto, se aferra a que algo esconde el gobierno, mientras que los confusos mensajes del gobierno intentan eliminar cualquier especulación sobre un atentado.

Sin resultados contundentes provenientes de la investigación no se puede determinar si fue un atentado o un accidente. Lo cierto es que el hecho es lamentable por la muerte de todos. Los que venían en el avión y a los que les cayó encima. Pronta resignación para sus familiares. El país perdió a un hombre, en la figura de Vasconcelos, que dedicó su vida a la lucha con el narco y en la figura de Mouriño al hábil operador de la primera presidencia realmente panista, hombre que entendía el manejo del poder y que abrió la puerta a muchos cuadros jóvenes. Descansen en paz.

ULTIMALETRA
Hay que esperar las pruebas, los resultados de la investigación que los expertos traídos de Washington realizan, pero mientras tanto, ¿usted cree que fue un accidente?

Espero sus respuestas en: http://fruslero.blogspot.com

Mientras esta zona de las Lomas de Chapultepec, desde donde escribo, permanece cerrada y acordonada mientras continúan la investigación y la especulación.