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Lunes 25 de julio de 2016

Carta abierta a los Padres de Ayotzinapa; Un Mea Culpa

Ojala estas palabras, tuvieran eco en los padres de los 43 normalistas y recapaciten, pues con sus banderas de FUENTE OVEJUNA- ¡TODOS A UNA! , trasladan sus culpas íntimas a la sociedad


Ojala estas palabras, tuvieran eco en los padres de los 43 normalistas y recapaciten, pues con sus banderas de FUENTE OVEJUNA- ¡TODOS A UNA! , trasladan sus culpas íntimas a la sociedad

La vorágine provocada por los execrables acontecimientos de Ayotzinapa me ha hecho remover sentimientos muy íntimos, como lo fue el suicidio de mi hijo mayor el año de 1993, en el Paso Texas.

Se de antemano, que las circunstancias y sobre todo la incertidumbre agravan más el dolor que sufren los padres de los 43 normalistas desaparecidos.

Por ningún motivo o razón, exculpo o atenúo la responsabilidad que tangan los sujetos activos del delito tanto autoridades (de todos los niveles) como los sicarios que materializaron tan repugnante delito.

Lo que si me preocupa, es que hasta este momento ninguno de los afligidos padres haya aceptado públicamente moralmente hablando, ni la más mínima culpa, ya sea por acción o por omisión (ellos deben saber a qué me refiero).

Ni he sabido de ninguna acción o manifestación dirigida a los demás padres normalistas y a las autoridades educativas, para que jamás se vuelva a repetir lo sucedido.

Por el contrario toda la fuerza organizativa y de convocatoria la han arrojado contra las instituciones y la sociedad que las representa.

Quizá, si esa gran fuerza que han demostrado, la hubieran utilizado para cuidar y sobre todo vigilar a sus hijos no estuviéramos lamentándonos ni desgarrándonos las vestiduras.

El ser humano, en general más en estos avatares, toma el camino fácil de arrojar toda la culpa a terceros, hacer que gobierno y las sociedades sudemos sus calenturas mal atendidas.

Mi sentido común, me indica, que un manifiesto de MEA CULPA de los padres, uno por uno o todos a la vez, les hubiera dado una fuerza moral incontenible ante quienes reclaman justicia y no dejar abierta la puerta para que el gobierno (en todo sus niveles) a sus vez arroje la culpa a otros y estos suden sus calenturas y así no hubieran maquinado una ₺ verdad histórica ₺, como salida falsa para no aceptar sus culpas, aquí sí morales y delictivas.

En mi caso personal, que en magnitud no se compara con el de los 43 padres normalistas, acepté plenamente mi culpa moral, que por no haber sabido ser un buen padre le creé una inestabilidad emocional a mi hijo que lo llevó a suicidarse, ni tampoco pude estar con él, para de alguna forma ayudarlo a recuperar su equilibrio emocional.

No le echo la culpa, ni a mi ex esposa ni al mal hermano que le hizo la vida imposible a mi hijo, ni a la persona que le vendió la pistola con la que se suicidó. Asumo públicamente esa culpa, sudo y he sudado mi propia fiebre y en mí se agota cualquiera prolongación de mi dolor de padre.

Ojala estas palabras, tuvieran eco en los padres de los 43 normalistas y recapaciten, pues con sus banderas de FUENTE OVEJUNA- ¡TODOS A UNA! , trasladan sus culpas íntimas a la sociedad y a las instituciones creando zozobra y mal humor social, que no conducen a solución alguna.

De no hacerlo, el día de mañana correrán el peligro que las ONU los nombre PATRIMONIO PATERNAL DE LA HUMANIDAD o que las ONGS les lleguen a hacer un monumento al PADRE NORMALISTA PERFECTO o lo más grave que el Vaticano empiece su beatificación como PADRES INMACULADOS DE NORMALISTAS CAIDOS.

Víctor A. González González
Correo Electrónico: vicagogo1@hotmail.com