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Lunes 28 de abril de 2008

Casi 15 toneladas decomisadas en un mes

También se ha logrado la detención de al menos 108 personas relacionadas con la droga


También se ha logrado la detención de al menos 108 personas relacionadas con la droga

Cd. Juárez.-Al menos 108 personas detenidas, 61 armas y 14.7 toneladas de mariguana aseguradas se cuentan entre los resultados consignados por el Ejército Mexicano durante el primer mes de actividades de la Operación Conjunta Chihuahua en Ciudad Juárez.

En estas cuatro semanas, la operación se ha distinguido por el amplio apoyo ciudadano, el cual ha sido verificable tanto en los lugares donde se realizan las acciones como a través de una encuesta publicada por este medio y que arrojó que nueve de cada 10 ciudadanos están a favor de la presencia militar en esta frontera.

“Yo soy nativo de Juárez, y en mis 66 años de vida nunca había visto un movimiento militar así. Está muy bien, porque aquí en Juárez ni la Ministerial ni los municipales ni los federales hacen algo; todos están en el enjuague”, comentó ayer un ciudadano entrevistado mientras observaba cómo los militares inspeccionaban una vivienda en la colonia Partido Romero.

El trabajo del Ejército, sin embargo, no ha estado exento de cuestionamientos por denuncias de violaciones a los derechos humanos, al grado de que el Congreso del Estado formuló el pasado jueves 24 de abril un exhorto al presidente Felipe Calderón para que instruya a la Secretaría de la Defensa Nacional a que el combate a la delincuencia organizada se apegue al respeto a las garantías individuales otorgadas por la Constitución.

El acuerdo del Congreso cita expresamente el caso de las cuatro agentes de la Policía Ministerial que fueron detenidas durante los primeros días de la Operación en las instalaciones de la Cipol y que, una vez en la Guarnición Militar de la ciudad “fueron vendadas de los ojos y desnudadas” ante los soldados.

“Al respecto, esta comisión de dictamen legislativo estima que las acciones ejecutadas por el Ejército Mexicano en Ciudad Juárez en perjuicio de algunos agentes ministeriales es una violación flagrante de las garantías individuales y los derechos humanos, porque fue una detención arbitraria ya que no se encontraban en flagrancia”, dice el acuerdo de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso que aprobado por unanimidad en la sesión solemne realizada en esta frontera.

“Ahora bien, independientemente de encontrarse los detenidos involucrados con la delincuencia organizada, éstos debieron ser puestos de inmediato a disposición de la Procuraduría General de la República”, agrega el documento.

Además del posicionamiento del Congreso, y pese al apoyo generalizado, varios otros ciudadanos han manifestado quejas en contra de varias de las tácticas usadas por los militares, como el hecho de tapar con cobijas a las personas detenidas en flagrancia y, sobre todo, el allanamiento en viviendas donde a la postre no se confirman ilícitos.

Tal fue el caso denunciado apenas la semana pasada por habitantes de la colonia Los Nogales, donde elementos encapuchados entraron en una vivienda habitada por una pareja de adultos mayores cuyo hijo se quejó ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra todas las corporaciones participantes en la Operación Conjunta Chihuahua.

“Mi padre estaba desnudo –se iba a bañar- pero le ordenaron poner las manos en alto, no lo dejaron cubrirse, lo amagaron. También se fueron a la recámara contra mi madre, una mujer de 66 años, y en contra de mi hermana y su hija, ésta de última una bebé de un año y medio”, denunció el ciudadano Alejandro Acuña Norzagaray.

Acciones de impacto

Además de la detención de unos 31 policías, realizada en la primera semana de la Operación Conjunta, en este primer mes han destacado acciones de impacto, como la detención de cuatro personas de las instalaciones de un hospital privado de esta ciudad.

La detención ocurrió la noche del pasado 14 de abril, cuando el personal castrense atendió una denuncia anónima que reportó a personas armadas en el exterior del hospital Poliplaza Médica que, presuntamente, estarían prestando seguridad a un herido de bala que en ese momento recibía atención médica.

De acuerdo con el boletín militar que reportó el hecho, el personal castrense detuvo a tres personas en dos vehículos estacionados en el exterior del hospital debido a que estaban en posesión de armas y de drogas.

Según la misma versión, una de las personas detenidas –una mujer de nombre Verónica Jiménez– les informó a los soldados que dentro del sanatorio estaba su esposo recibiendo atención por una lesión recibida durante un asalto, por lo que los militares ingresaron en el hospital y también detuvieron al herido.

La versión, como ha ocurrido en la mayoría de las detenciones, contrastó con la de los indiciados, quienes aseguraron que fueron detenidos en el interior del área de urgencias del hospital, y no en los vehículos ni en posesión de drogas y armas.

Otra acción de alto impacto ocurrió en el poblado de Villa Ahumada el pasado 8 de abril, cuando un helicóptero militar sobrevoló un panteón en el que en ese momento se realizaba el funeral de un hombre asesinado en una balacera en la ciudad de Parral.

De acuerdo con la versión del Ejército, los soldados llegaron a la zona a raíz de una denuncia anónima que reportó la presencia de personas armadas en el funeral, por lo que “personal militar descendió de la aeronave en vuelo, mientras que por tierra llegaban varias unidades en refuerzo”, logrando el aseguramiento de ocho personas, entre ellas un comandante de la Policía Municipal de ese poblado.

La intervenciones o cateos de viviendas y bodegas evidenciaron que los cargamentos de droga son ocultados principalmente en estos inmuebles.

Tal es el caso del aseguramiento de más de una tonelada de mariguana y 216 litros de hachís en una casa de la colonia El Granjero, establece la información oficial.

En general, de acuerdo con los boletines girados por el Ejército, varias de las acciones han ocurrido a partir de denuncias anónimas, aunque también cuando los militares detectan a personas en actitudes sospechosas, sobre todo tratando de huir al notar la presencia de los soldados patrullando las calles.