Chihuahua bajo amenaza, si no hay nueva deuda hay colapso

Sin duda los mensajes que esta mandando la actual administración estatal son confusos, pero a la vez caóticos, ante la inminente llegada de los nuevos integrantes del Gobierno del Estado.

Ayer la iniciativa privada convocó a una reunión para negociar las condiciones de una nueva deuda de tres mil millones de pesos para el estado de Chihuahua, con el objetivo de pagar los pasivos que tienen a cientos, o tal ves miles de proveedores del Gobierno estatal.

Jaime Herrera, el Secretario de Hacienda, estuvo en la reunión y bajita la mano dejó claro que, si no hay nueva deuda, vendrá el colapso financiero, ese que tantas veces el mismo funcionario ha negado que pueda ocurrir ante una de las economías más sanas del país, como es Chihuahua y según sus propias palabras y las del gobernador Cesar Duarte.

Pues ahora resulta que siempre no, resulta que Chihuahua realmente esta al borde del precipicio, sin dinero para pagar a proveedores, pero también sin dinero para pagar la deuda de más de 46 mil millones de pesos.

Lo más grave del asunto es que Chihuahua no tiene dinero para pagar el salario de los funcionarios de gobierno en los últimos meses, ni los aguinaldos y tampoco tiene para pagar el bono sexenal y las indemnizaciones a los funcionarios salientes, principalmente funcionarios de primer nivel.

De tal forma, el gobierno actual sabe que el estado esta en crisis, en quiebra, sin solvencia, pero además sabe que Javier Corral entrará a encabezar una de las administraciones más lastimadas en sus finanzas, con mayores rezagos y sin capacidad operativa.

El reto sin duda esta complicado, pero por el momento la señal que ha mandado Javier Corral de no seguirle el juego al gobierno actual es la mejor.

Si Chihuahua esta hundido que se acabe de hundir, pero no dar oportunidad de que la actual administración pida prestado de nuevo, despilfarre el dinero y terminar en peores condiciones de las que ya está.

Por el momento los que sin duda están haciendo muy mal al hacerle el caldo gordo a una pésima administración pública son los líderes de la iniciativa privada, quienes aparentemente están viendo solo el interés de recuperar su dinero, pero no ven lo delicado que es para el estado adquirir más deuda bajo las condiciones de saqueo público que existen en la actualidad.