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Chihuahua, Chihuahua



Domingo 9 de septiembre de 2007

Chihuahua en crisis política

El Gobernador y los panistas intercambian acusaciones Las plurinominales son causa de la discordia En Juárez, “Teto” Murguía no entiende razones Nubarrones en el horizonte para el 2010


La decisión del Tribunal Estatal Electoral, de quitar una diputación plurinominal al Partido Acción Nacional y reafirmar otra para el Partido del Trabajo, desnudo la verdadera realidad política que se vive en Chihuahua.

Los panistas reaccionaron con una molestia entendible al falló del Tribunal, que al final de cuentas da marcha atrás a las disposiciones de la Asamblea Municipal y retira a Acción Nacional una diputación para entregársela al PRI.

Posteriormente se declaran “En pie de guerra”, señalan y cuestionan un supuesto intervencionismo del Gobernador, José Reyes Baeza, en la decisión del Tribunal, cuyo objetivo sería finalmente garantizar la mayoría en el Congreso del Estado, para que esto le permita gobernar con toda tranquilidad los últimos seis años de su mandato.

La situación fue más allá; Fernando Álvarez, líder estatal del PAN deja claro que no habrá tregua y que no se va a permitir un nuevo despojo a su partido de una diputación ya asignada, por la vía del fraude post-electoral como lo esta haciendo el Tribunal.

De esta forma quedo claro, según el PAN el acusado directo y principal sospechoso de esta situación es José Reyes Baeza, quien había revelado a Fernando Álvarez, dos meses antes de esta decisión, que al PAN le corresponderían once diputaciones y no doce como se podía prever, de acuerdo al reparto que se ha realizado en los últimos procesos electorales.

Todo esto no sorprende, digamos que es natural y entendible el coraje de los azules, pues les quitaron una diputación que estaba en la mano, sin embargo vino la reacción y la reacción de la reacción.

El gobernador enfrento públicamente a los panistas y en rueda de prensa los acusó de estarlo amenazando:

“Primero nos querían incendiar el estado, ahora amenazan al gobernador. Me parece que es una actitud rijosa que nada tiene que ver con los nuevos tiempos políticos que vive Chihuahua”, dijo Reyes, recordando aquel difundido pasaje post-electoral, cuando los panistas acudieron a su despacho a pedirle que se respetará el resultado de la votación.

¿Empieza mal la relación con el grupo parlamentario del PAN?, le pregunto un reportero al gobernador el pasado jueves.

“No, es un exabrupto que me parece extraño la actitud rijosa de un ala, de alguna parte del PAN. Primero hay un fallo en el Instituto Estatal que favorece al PAN y se aplaude y reconoce al Instituto, y luego hay un fallo que no les favorece y se les cuestiona, y se le injuria a los propios magistrados”

Aquí esta la contradicción, primero el Gobernador califica a la dirigencia panista, entre ellos los nuevos diputados que asumirán una curul el próximo mes, como “un ala” de “rijosos” e “injuriosos” , además da a entender que están desfasados y por el otro asegura con un rotundo “no”, que la relación empiece mal.

Más aun. Analicemos lo que dijo el propio Gobernador en la misma ruda de prensa minutos después.

“Yo debo dejar muy claro que soy respetuoso del proceso electoral, de los partidos políticos, de los órganos y de los tribunales electorales. Los convoco a la reflexión, a la mesura, los convoco al diálogo para construir los mejores escenarios de entendimiento para Chihuahua los próximos años, pero bueno, por la vía de la injuria, la diatriba, el chantaje no vamos a entender, ese lenguaje no lo entendemos de ningún dirigente político”.

Esta claro, no se puede pedir cordura, respeto, mesura ni una actitud civilizada, cuando públicamente se utilizan términos como “injuria”, “diatriba” y “chantaje”, los tiempos que vivimos hoy en México y en Chihuahua son diferentes, hay libertad de expresión y esa no se puede limitar.

Sin embargo esto obliga al gobernante, como líder de una comunidad a manejarse con inteligencia y sobre todo mucha prudencia, con lenguaje adecuado y con acciones que construyan puentes, no que los destruyan, de lo contrario contribuye más al coraje, al encono y la división de la sociedad.

Por otra parte en el caso de la crisis política en Chihuahua, las cosas van más allá de un pleito entre partidos o de un gobernante con un partido, el ejemplo más claro es lo que pasa en Ciudad Juárez, donde el alcalde Héctor Murguia cada vez da muestras de más rebeldía.

La muerte de un joven a manos de agentes de la Policía Municipal, provoco una crisis social en la que se incluye el enfrentamiento a jalones y empujones, entre agentes municipales con agentes ministeriales del estado, quienes estuvieron al punto de llegar disparar sus armas.

Aunque la noticia fue escasamente difundida en la capital Chihuahua; en la frontera el tema es más vigente que nunca y se ha señalado en forma reiterada la desobediencia de Murguia y las faltas de respeto a las disposiciones del estado, particularmente de la Procuraduría de Justicia en el tratamiento del caso.

“El Teto”, como se conoce popularmente al alcalde de Juárez, primero descarto dar de baja al Director de Seguridad Pública, Marco Antonio Torres, quien ha sido acusado de proteger al presunto asesino del joven juarense.

Luego descarto también la petición de los diputados de eliminar el programa del toque de queda causante de la tragedia y del asesinato del joven, ya que este huía de los agentes, debido a que estaba fuera de su casa en horarios no permitidos.

El caso es que, evidentemente, en Chihuahua existe hoy una profunda crisis política donde van incluidos muchos ingredientes que se han ido estableciendo para el proceso electoral del año 2010.

Porque para nadie es un secreto la aspiración de Héctor Murguia por la candidatura a gobernador, sin embargo tampoco para nadie es un secreto que el alcalde de Juárez no cuenta con simpatías al interior del

Palacio de Gobierno, donde los dados están cargados a favor del deliciense Oscar Villalobos, Secretario de Desarrollo Municipal.

Mientras tanto y con mucho menos desgaste, Cesar Duarte teje su red para buscar amarrar las manos a estos dos personajes y quedarse con la ansiada candidatura.

Otro aspecto que no se puede dejar de ver es que Chihuahua vive un marcado bipartidismo, donde se incluyen otros superantes con grandes posibilidades como son los panistas Teresa Ortuño, Juan Blanco y Gustavo Madero, quienes también están expectantes de cómo se mueven los momios rumbo al 2010.

En lo particular consideró que de no reconocerse esta situación al interior del Palacio, los riesgos serán latentes, ya no por la lucha entre partidos y su resultado posterior, sino por el propio ejercicio del gobierno, donde se corre el riesgo de que toda situación se partidice y al final de cuentas el perjuicio sería para toda la ciudadanía. Comentarios y sugerencias agoralibre@gmail.com