Chihuahua obligado a combatir la impunidad

Más que entrar en un debate estéril y caer en el juego de las especulaciones en torno a las posibles razones del atentado en contra del reportero gráfico del periódico El Diario de Juárez, condenable independientemente del motivo, el gobierno del Estado de Chihuahua está obligado a asumir su tarea de investigación policial y de procuración de justicia ante la impunidad con que se perpetran las ejecuciones y crimenes en la entidad.

Así lo manifestó categórico el senador Ramón Galindo Noriega (PAN) al enfatizar en que “no debemos entrar al juego de las especulaciones, ya que `el móvil´ del crimen no debe definir la mayor o menor gravedad del atentado sino que el hecho por sí mismo ya es reprobable, sin deseñar la necesidad de avanzar en la tarea de garantizar el adecuado ejercicio de la libertad de expresión.

El presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal precisó que no es momento de perder el tiempo en debatir las razones, personales o no, del crimen porque ello no alivia el agravio, ni el dolor, ni justifica absolutamente nada.

Las autoridades, expresó Galindo Noriega, deben entender que El Diario, el gremio de comunicadores y, la comunidad en general, estamos indignados por el atentado y por la muerte de cientos de juarenses, entre los cuales se encuentran un sin número de inocentes, por lo que, es fundamental que las autoridades estatales actúen con responsabilidad y dejen de lado los reclamos y señalamientos al gobierno federal.

Además de la violencia, las ejecuciones, las extorsiones y el miedo generalizado, la población juarense sufre un severo daño moral que carcome el tejido social, por ello no es momento de perder un tiempo valioso en el debate sobre la pertinencia o no de centralizar la función de la seguridad pública, sostuvo el también integrante de la Comisión de Seguridad Pública.

Finalmente el senador panista mencionó que la comunidad juarense, secuestrada por el crimen, se encuentra en riesgo de presentar una reacción similar al Síndrome de Estocolmo, según se evidencia en el contenido del Editorial de El Diario, en donde prefieren negociar o transigir con criminales, lo que sería totalmente inaceptable.