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Martes 7 de diciembre de 2010

Corre peligro la vida de El Grande

Analizan en qué penal recluirlo debido a que su vida corre peligro por la información que brindó a la PGR


Analizan en qué penal recluirlo debido a que su vida corre peligro por la información que brindó a la PGR

A más de 72 horas de vencer el arraigo de Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, presunto jefe de sicarios y segundo al frente del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, éste aún continúa en las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal, debido a que su vida corre peligro por la información que brindó a la Procuraduría General de la República sobre la mencionada organización delictiva.

Funcionarios de la PGR informaron que un juez federal ya libró la orden de aprehensión contra dicha persona, pero no ha podido ser consignado a algún penal federal, pues se analiza en qué lugar puede ser recluido sin que corra peligro su vida, tras las “filtraciones” que se hicieron públicas sobre sus declaraciones que involucran a diversas personas.

Indicaron que Villarreal Barragán, quien es testigo colaborador de la PGR, negoció una pena menor por los delitos que cometió.

Asimismo, dejaron claro que sus bienes inmuebles serán asegurados por parte del Ministerio Público Federal, ya que son producto de las operaciones con recursos de procedencia ilícita que realizó.

El pasado 12 de septiembre, elementos de la Secretaría de Marina detuvieron en el estado de Puebla a Sergio Enrique Villarreal Barragánidentificado como el jefe de sicarios más violento y peligroso del cártel de Los Beltrán Leyva y segundo al mando de esa organización criminal.

Por dicho delincuente el Gobierno Federal ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos. El Grande fue capturado junto con sus escoltas Jesús Enrique Jurado Torres y Ramiro Cisneros Aguirre.

Tiene en su contra siete averiguaciones previas y una orden de aprehensión vigente por el delito de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego, delincuencia organizada y contra la Salud.

Durante la década de los 90, Villarreal Barragán sirvió como agente de la policía ministerial de Coahuila y de la Procuraduría General de la República, hasta que se unió al cártel de Juárez, liderado por Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy.

Esa misma jerarquía alcanzó en el cártel de Sinaloa, organización en la que junto a Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, se convirtieron en los principales jefes de sicarios.

A pesar de existir una alianza entre los cuatro capos históricos del cártel de Sinaloa o La Federación (Joaquín El Chapo Guzmán, Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de Jefes, Ismael El Mayo Zambada e Ignacio Coronel Villarreal, Nacho Coronel) los dos lugartenientes trabajaron para Arturo.

Tras la captura el 21 de enero de 2008, de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, derivada de una traición de El Chapo, los sicarios apoyaron a El Jefe de Jefes para acabar con su ex socios, acción a la que se sumaron los cárteles de Juárez, El Golfo y Los Zetas.