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Sábado 5 de abril de 2008

Crece generación de chabochis entre Tarahumaras

Los Tarahumaras cambian cada vez más sus costumbres


Los Tarahumaras cambian cada vez más sus costumbres

La directora de la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, Eloisa Robledo, explicó que este acercamiento con los hombres blancos y su permanencia en las zonas urbanas provoca que los rarámuris adopten las costumbres citadinas más comunes.

La desigualdad social, demanda de empleo y el exceso de visitantes nacionales y extranjeros a sus poblaciones, ha provocado la generación de chabochis entre tarahumaras y que no pertenecen a su etnia, y a quienes rehuían desde tiempos ancestrales.

Las costumbres de muchos tarahumaras han cambiado pues en Chihuahua es común ver en las calles de las poblaciones serranas y del resto del estado a miembros de esta etnia utilizando aparatos como teléfonos celulares o de radio.

La Coordinadora Estatal de la Tarahumara, señala que entre la etnia la pérdida de sus costumbres.

Chabochi, es el nombre que los indígenas tarahumaras le dan a los hombres blancos o mestizos de las grandes ciudades que al menos unos 300 a 500 indígenas de esta etnia emigran de sus pueblos o rancherías ubicadas en zonas apartadas para quedarse en las grandes ciudades, principalmente Cuauhtémoc y Chihuahua.

La directora de la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, Eloisa Robledo, explicó que este acercamiento con los hombres blancos y su permanencia en las zonas urbanas provoca que los rarámuris adopten las costumbres citadinas más comunes.

En algunas ocasiones, expuso, los indígenas se ven envueltos en problemas de drogadicción, alcoholismo y hasta homicidios, lo que genera que el 40 por ciento de los internos de los penales serranos son miembros de esta etnia.

Comentó que pocos son los tarahumaras que mantienen sus costumbres en la ciudad, como es el caso de 12 de ellos que estudian en la Universidad Autónoma de Chihuahua, con la intención de regresar a su hogar para trasmitir sus conocimientos.

Enrique Servín, investigador en esta ciudad consideró que “las escuelas, como lo han dicho los compañeros rarámuris en muchas ocasiones, son fábricas de chabochis; los niños entran monolingues en tarahumara y salen monolingues en castellano”.

La maestra Socorro Cevallos Quezada, de la Sección 8 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), coincidió en que la constante migración de los indígenas a las ciudades, provoca una pérdida de valores y tradiciones étnicas.

Los líderes tarahumara, dijo uno de ellos, Juan Gardea García “queremos la educación pero que tenga un espíritu indígena, orientada a nuestra cultura”, y añadió que necesitan ese tipo de maestros para rescatar las tradiciones y creencias de los pueblos.

En la región serrana, dijo, “hay escuelas en la sierra pero no tenemos profesionistas indígenas, ya que el personal hace nada más su trabajo y se retira, sin importarle nuestra cultura ni la de otros pueblos”.

Confiesa su preocupación por los indígenas tarahumaras que emigran por necesidades económicas a las grandes ciudades buscando nuevas formas de vida, olvidando así sus raíces, entre ellas su lengua.

El dirigente tarahumara contó que una de las palabras rarámuri que ha dejado de utilizarse entre ellos, es korima (que significa ayúdame), que implican las muestras de apoyo y solidaridad a los semejantes.

Otras costumbres que han cambiado también, señaló, es que han dejado de tomar el tesguino, licor tradicional en sus fiestas que han sustituido por alcohol más comercial.