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Chihuahua, Chihuahua



Jueves 15 de julio de 2010

Cruz Pérez Cuellar

La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana, decía el expresidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.


La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana, decía el expresidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.

Los resultados electorales negativos para el PAN del domingo 4 de julio pasado han levantado una revuelta entre algunos grupos de panistas que hoy piden la cabeza de los dirigentes estatal Cruz Pérez Cuéllar y municipal Manuel Payán Quinto.

Por principio de cuentas, quiero manifestar públicamente que mi apoyo institucional hoy, como desde hace 25 años, es para nuestros dirigentes estatal y municipales, mismos que deberán, de acuerdo con nuestra leyes, permanecer en sus puestos hasta que cumplan los trienios para los que fueron electos. La estabilidad en el ejercicio de las funciones de dirección en el PAN es para conservar el funcionamiento institucional del mismo.

La elección o el cambio de una estructura de gobierno, no deberá modificar el tiempo para el que ha sido elegido un comité del nivel que sea. El PAN nunca ha sido dirigido en base a campañas o resultados electorales. Tampoco se ha dirigido en base a los intereses o de grupo de caudillos o liderazgos individuales.

La costumbre de acomodar los dirigentes partidistas conforme a intereses de grupos gobernantes o como castigo por resultados electorales adversos se practica hoy y desde siempre en el PRI. En el PRI lo dirigentes no tienen plazos fijos para desarrollar sus actividades y con ello consolidar el funcionamiento institucional del partido. los dirigentes priistas en turno, representan los intereses del gobernante en ese momento.

Apoyo y pido el respaldo de todos panistas para que nuestro dirigente estatal Cruz Pérez Cuéllar, cumpla con el periodo para el que fue elegido.

Apoyo y pido el respaldo de todos los panistas para que el Comité Directivo Estatal, bajo la dirección de Cruz Pérez Cuéllar, decreten la expulsión definitiva lo más pronto posible, del exalcalde de Chihuahua, Juan Blanco Zaldivar, por haber traicionado en plena lucha a los ejércitos de la democracia panistas. Le agradecemos a Juan Blanco lo mucho que hizo por el pueblo de Chihuahua y por el PAN, pero es visible que su ego lo llevó a querer demostrar que su carisma personal y su fuerza eran indispensables para nuestra causa. Quiso ser candidato del PAN a gobernador y nuestros enemigos se lo impidieron. Juan Blanco se ha aliado con quienes destruyeron su carrera política, y en el PAN a pesar de los señalamientos graves del Gobierno Reyes Baeza y del PRI en su contra, no dijimos nada. El PAN no atacó a Juan Blanco, pero Juan Blanco si atacó al PAN en plena y decisiva batalla electoral. Juan Blanco nunca más será bien recibido por los panistas y como otros panistas que han traicionado a nuestro partido, deberá ser expulsado definitivamente.

Vamos a reflexionar sobre la derrota del 4 de julio pasado, recordando que si hay alguna responsabilidad por la derrota 8 a 2 que nos infligieron los priistas, entonces, todos los panistas del Estado de Chihuahua somos responsables.