21.46°C

Cielo Claro

Chihuahua, Chihuahua



Miércoles 8 de julio de 2009

Cuatro panistas buscan suplir a Germán

Panistas tradicionales o no identificados ni con El Yunque ni con los grupos alrededor del círculo de poder de FC


Panistas tradicionales o no identificados ni con El Yunque ni con los grupos alrededor del círculo de poder de FC

Panistas tradicionales o no identificados ni con El Yunque ni con los grupos alrededor del círculo de poder de Felipe Calderón, pero que pertenecen a las familias de cepa de Acción Nacional, promueven a Jorge Zermeño, Ricardo García Cervantes, Gabriel Jiménez Remus y José González Morfín para que ocupen la dirigencia del partido, recuperen la cultura política panista y terminen con la formación de grupos de interés.

De acuerdo con información recabada con legisladores federales cercanos a esta promoción de connotados panistas, el modelo de colocar a los amigos en los primeros círculos de decisión no funcionó y eso lo demostró el caso de Germán Martínez.

Relataron que a pesar de su silencio público frente a lo ocurrido durante el mandato de Germán Martínez, a fin de no provocar problemas en el partido, en el interior del PAN se registraron diversas inconformidades por la decisión de usar la campaña negra para posicionar al partido, porque eso los hizo iguales a los priistas y la gente los identificó con lo malo de la política, comentó uno de ellos.

Los panistas interesados en recuperar la cultura política de su partido tienen el propósito de que Acción Nacional retorne a lo que decía Carlos Castillo Peraza, de que lo fundamental de un partido humanista como Acción Nacional era crear una nueva cultura política, no reproducir la imperante, como ha ocurrido durante los últimos años, por lo cual a la población le parece lo mismo el PRI que el PAN.

También argumentan que desde el arribo al poder presidencial, en el PAN comenzaron a tener papeles protagónicos personas que no conocen ni siquiera la filosofía panista y que se dedicaron a crear grupos de poder, a fomentar lo que internamente llaman “la onda grupera”, a fin de preservar sus cotos, tanto a nivel de círculos presidenciales como en los estados y en la dirección nacional del partido.

Consideran que estos círculos llegaron, en este 2009, al extremo de hacer jugadas en contra de los propios panistas para impedir que grupos antagónicos tuvieran poder, y ese es el síntoma inequívoco de que el panismo se alejó significativamente de su filosofía política y sólo repitió la de los priistas.

Este grupo de panistas busca terminar con “la onda grupera” y reconstruir el partido, con el fomento de su filosofía y el alejamiento de las visiones pragmáticas.

Uno de los legisladores federales consultados por Excélsior relató que, a su llegada al CEN, Germán Martínez pidió un voto de confianza a los integrantes de la directiva panista y les planteó sus objetivos electorales; prometió desde entonces que si no ganaba renunciaba.

La confianza de los militantes llegó al grado de que en ningún momento los consultó para formar la lista de los 200 plurinominales, por lo que muchos de quienes estarán en San Lázaro son desconocidos para los panistas tradicionales; sólo convocó a los líderes cuando intentó cerrarle el paso a la candidatura de Javier Corral, objetivo que no consiguió.

Interrogado sobre la posibilidad de que se convierta en el próximo dirigente nacional del PAN, el senador Ricardo García Cervantes no negó la versión, pero tampoco la confirmó de manera explícita; expuso sin embargo que es necesario recuperar en el PAN su cultura política, redefinirlo como un partido diferente al resto, pero no a partir de las descalificaciones, sino de los argumentos y los comportamientos diferentes.

“Prefiero interpretar la decisión de Germán Martínez como una contribución a la reflexión y no tanto como un abandono inoportuno. El próximo lunes estamos convocados al CEN para, a su vez, hacer la convocatoria para el cambio de la dirigencia nacional. Me parece que Germán vuelve a equivocar el método, porque no era una decisión unipersonal, debió haber sido una reflexión colectiva para que se pudiera interpretar que su actitud es una contribución a la reconstrucción del partido.

“Yo creo que es una oportunidad para disolver los intereses de grupo que han erosionado el proyecto general, institucional, ideológico, programático de una institución que tiene no sólo ideario, sino una filosofía política que logró un triunfo cultural que se tradujo en éxito electoral, y creo que debemos rescatar el triunfo electoral”, anticipó.