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Domingo 22 de marzo de 2009

De ambulante a sicario en 3 meses

Jóvenes pueden dejar de ser lava autos o vendedores ambulantes de productos pirata y convertirse en sicarios


Jóvenes pueden dejar de ser lava autos o vendedores ambulantes de productos pirata y convertirse en sicarios

Distrito Federal– A los 24 años, en promedio, jóvenes pueden dejar de ser lava autos o vendedores ambulantes de productos pirata y convertirse en sicarios al servicio de los cárteles de la droga.

únicamente requieren tres meses, aproximadamente, para poder escalar en la pirámide criminal.

Un análisis de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) expone la velocidad con la que jóvenes construyen una carrera delictiva dentro de los cárteles de las drogas y cómo las organizaciones criminales fomentan una “contracultura del narco”, que presenta el trabajo dentro de las bandas como sinónimo de éxito y superación.

El cargo de pistolero de narcos se ubica en el tercer nivel dentro de los grupos delictivos, pero los aspirantes deben pasar primero por puestos de informantes y reclutadores.

El crimen organizado paga entre 2 mil y 5 mil pesos semanales a quienes emplean como informantes, conocidos en el lenguaje del narcotráfico como “halcones, estacas, puntos, patrullas, postes o ventanas”, detalla el documento de la SSP, Panorama del crimen organizado, con fecha de marzo.

Su función es reportar a la organización cualquier movimiento en el área delimitada.

Los jóvenes obtienen el grado de reclutadores una vez que los miembros del grupo comprueban lealtad de los informantes.

Su tarea es conseguir a más gente que trabaje al servicio del cártel y eventualmente permiten que participen en algunos levantones de enemigos o deudores de la organización que serán ejecutados.

Los que muestran mayores aptitudes son ascendidos a sicarios, con percepciones semanales de aproximadamente 10 mil pesos.

“Algunos de estos colaboradores son reclutados para escalar rápidamente a sicarios, existiendo la posibilidad de que lleguen a ocupar niveles de liderazgo intermedio o, incluso, quedar al frente (de células) de las organizaciones criminales en el corto tiempo”, apunta el documento.

El informe también revela cómo los grupos delictivos inducen a una “contracultura del narco” y bases sociales.