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Martes 20 de julio de 2010

Descartan académicos ataques narcoterroristas

Investigador de la UNAM sostiene que estamos en la antesala de una nueva forma de violencia


Investigador de la UNAM sostiene que estamos en la antesala de una nueva forma de violencia

El aumento en el número de personas ejecutadas y la explosión de un vehículo en Ciudad Juárez, Chihuahua, son un claro mensaje de grupos del crimen organizado a la administración de Felipe Calderón de que las acciones violentas continuarán y que, aunque no lo reconozca el gobierno federal, persiste un vacío de poder en regiones del país, consideraron expertos en seguridad y criminalística.

La nueva escalada de violencia que se vive en el territorio nacional es una demostración de fuerza del narcocrimen y está "lejos" de ser un acto de terrorismo, afirmó Pedro Isnardo de la Cruz, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en temas de seguridad nacional.

“Estamos justo en la antesala de una nueva forma de violencia, más cruenta y perniciosa, de los grupos delictivos que absorben la experiencia de la narcoguerrilla colombiana y las mafias italianas”, pero no ante un narcoterrorismo, aseveró en entrevista con este diario.

Expuso que los hechos ocurridos en Ciudad Juárez ponen en tela de juicio el aprendizaje de las instituciones de seguridad para generar protocolos de respuesta a los actos delictivos; evidencia la precaria coordinación entre las corporaciones policiacas y el nivel de vulnerabilidad que éstas aún presentan.

José Luis Piñeyro, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que las nuevas expresiones de violencia del crimen organizado están "lejos" del narcoterrorismo que tuvo lugar a fines de los años 80 y principios de los 90 en ciudades colombianas.

Fue, explicó, un claro mensaje, "que seguramente las autoridades tenían que haber esperado", de que van a continuar e incrementar los actos de violencia.

Pero también es su postura ante la llegada del nuevo secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, quien pidió mayor participación social en la estrategia anticrimen. Eso afecta al narcotráfico, porque en las zonas devastadas por el paso del huracán Álex "está jugando funciones que le corresponden al Estado mexicano: apoyar a las poblaciones afectadas, con el fin de ampliar sus bases de apoyo" .

Con la escalada de violencia "el crimen organizado busca ampliar su dominio del campo geográfico al político, debido a que ya cuenta con el poder económico que le permite hacerlo", observó René Jiménez Ornelas, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Sostuvo finalmente que el control del narcotráfico se extiende ante los vacíos de poder, el discurso mediático gubernamental y la falta de una acción contundente para atacar de forma integral los delitos.

"No hay una coordinación entre las autoridades, ni un proceso de investigación científica para crear mapas que permitan conocer los caminos que sigue el lavado de dinero y quiénes están involucrados", dijo.