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Lunes 25 de mayo de 2009

Desde la distancia

En Marruecos me preguntaban si todas las mujeres mexicanas eran tan cariñosas como las protagonistas de las telenovelas


En Marruecos me preguntaban si todas las mujeres mexicanas eran tan cariñosas como las protagonistas de las telenovelas

En España se habla mucho de México. Gracias al Chavo del Ocho, a Jorge Negrete y a Cantinflas, principalmente, los españoles tienen una idea de los mexicanos. También las telenovelas de Televisa, llamadas acá culebrones, han sido –y siguen siendo- una buena fuente de exportación de nuestra idiosincrasia.

Menuda idiosincrasia transmiten de nosotros las telenovelas.

Cuando estuve en Marruecos me preguntaban si todas las mujeres mexicanas eran tan cariñosas como las protagonistas de las telenovelas. Por cierto, resultaba chistoso ver a actrices mexicanas de toda la vida haciendo sus dramáticas interpretaciones en árabe. En España a veces me preguntan si existen esos mexicanos rubitos y rubitas guapísimos que salen en las telenovelas. Ya en plan más serio, entre profesores se habla del abismo que existe entre los sueños de telenovela de Televisa y la realidad de los habitantes del país. Todos estos no son más que datos curiosos.

Durante los últimos dos años, México ha dado mucho material periodístico para los diarios de referencia españoles. Primero el narcotráfico, luego la influenza. Esta misma semana El País publicaba una nota de los abusos del Ejército en la denominada por el Presidente Calderón Guerra contra el narcotráfico.

Hace apenas cinco años, cuando preguntaban de que parte de México era originaria y escuchaban Chihuahua como respuesta, soltaban la cancioncita “¡paa, pa, pa, pa-pa, Chihuahua!...” o me hablaban de los perritos Chihuahua. Algunos más informados siempre recordaban a las Muertas de Juárez como tema de referencia. Ahora, nuestro estado se ha vuelto tristemente famoso, las historias de narcotraficantes, narcomantas, ajustes de cuentas, decapitados, cuerpos encontrados en cazos de chicharrones, locales comerciales incendiados, han dado a nuestro estado una muy poco deseable fama. Ya no suena tan extraño decir que eres de Chihuahua, ya se localiza en el mapa ese territorio que llegó a ser la zona más tranquila y segura de América Latina y se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo (según Reporteros sin Fronteras) para ejercer el periodismo.

Aún con narcotráfico e influenza, en España se sigue hablando bien de México. No somos muchos los mexicanos que andamos por acá, pero existe una Asociación de Mexicanos en Andalucía, cuya función es formar un vínculo de unión entre los mexicanos que viven en el sur de España, mantener nuestras tradiciones, fomentar las relaciones entre unos y otros y representarnos cuando es necesario. No hay Consulado mexicano, lo que no hace el gobierno, lo tiene que hacer la sociedad civil, así nació Mexicanos en Andalucía. La cuestión es seguir festejando las posadas prenavideñas, el Diez de Mayo, el Día de Muertos, el Día de la Independencia ¿independencia?, bueno, el 16 de septiembre, y todas esas fechas que nos recuerdan nuestra tierra. También hay quien vende comida, otra tiene un contacto con unos mariachis, alguien conoce a una persona que hace piñatas… en fin, cosas de nostalgia que sólo se comprenden cuando tienes mucho más que unos cuantos meses fuera del terruño, lejos de la patria.

Como decía al principio, en España se habla mucho de México, me ha tocado percibir un cariño especial por los mexicanos (muchos hablan de discriminación, no dudo exista pero no puedo afirmarlo porque no me ha tocado sufrirla, ni conozco a algún mexicano que la haya padecido). En el ámbito intelectual existe un agradecimiento a México por la acogida que dio a distinguidos personajes españoles durante la Guerra Civil. Son muchos lazos de familiaridad, que aún con el paso del tiempo perduran. Las diferencias también son muchísimas, pero ya tendré tiempo de hablar de ellas. Por ahora envío un saludo cariñoso a mis coterráneos, desde el autoexilio. Afortunadamente no me he ido del todo, gracias a las nuevas tecnologías sigo enterándome de las principales noticias de Chihuahua y de México y ahora, gracias a El Ágora de Chihuahua aquí estoy presente en mi tierra, aunque sea de manera virtual.