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Algo De Nubes

Chihuahua, Chihuahua



Sábado 2 de enero de 2010

¿Deseos o propósitos?

Lo más probable es que esta carta tenga el mismo nulo efecto si se dirige a alguien en particular


Lo más probable es que esta carta tenga el mismo nulo efecto si se dirige a alguien en particular

Lo más probable es que esta carta tenga el mismo nulo efecto si se dirige a alguien en particular, que si se dirige en forma genérica a ese ente subjetivo llamado “Patria”, así que la dirigimos indistintamente a aquel particular que quiera hacerla suya y en lo general al inconsciente colectivo de esta nación.

Es obligado – por el convencionalismo connotado a esta fecha – entrar a un estado de reflexión que implica revisar los logros o los yerros hasta hoy acontecidos y consecuentemente hacer una proyección hacia lo que atisbamos como futuro. De todo podríamos quejarnos, menos de que este año viejo haya sido aburrido, pues hubo de todo, aunque no necesariamente lo que hubieramos querido que hubiera, la verdad es que el año estuvo – por decirlo así – “movidito”.

Y como solo una vez al año se nos presenta esta inmejorable oportunidad de aparentar agudeza e ingenio, haciendo un alarde de profunda sabiduría solo equiparable a la que produjo el descubrimiento del agua caliente y a la invención del hilo negro, para estar a tono con la relevancia que les hemos concedido a estas fechas, adoptando la más solemne pose que les podamos copiar a los diputados y senadores de nuestro “H, H, H “ ” Congreso de la Unión, (y se deja al libre albedrío la interpretación de lo que tres veces “hache” signifique), con adusto gesto proclamemos entonces esta indiscutible verdad universal… “Lo hecho hecho está”. Que traducido a la vulgata, significa: “Palo legislativo u omisión intencionada de cualquier asunto importante para la vida nacional, ya ni Dios los quita”.

Nos llueven ahora las felicitaciones y los buenos deseos, que en muchas ocasiones nada tienen que ver con los ocultos y nada buenos propósitos que animan las intenciones de los individuos o de los grupos. Por lo que los trescientos sesenta y cinco dias por venir, necesariamente se convertiran en un campo de pruebas en el que se demostrará la autenticidad de las intenciones expresadas en estas fechas. Así mismo quedará evidenciado el nivel de compromiso del que lo expresa para que ese deseo se convierta una realidad tangible para el que lo recibe.

Tambien para estas fechas se estila la entrega de reconocimientos a quienes hayan realizado bien las tareas acometidas, pero como entre el convite de tamales los hay de dulce y los hay de sal, por supuesto es inevitable el reproche implícito para quienes no lo hicieran así. En este momento podríamos caer en el simplismo y establecer analogías muy obvias que nos brindaran argumentos para justificarnos las ganas que sentimos de dedicarles un sonoro y estribente ¡Buuuuuuu! A algunos (casi, casi… casi… todos) de los políticos a quienes consideramos responsables de todos nuestros males.

Más si en verdad ya estamos hartos de la misma pantomima porque ya sabemos como termina, bien vale la pena detenernos un momento y si hemos llegado al punto de que ahora no solamente vamos a expresar buenos deseos sino que vamos a convertirlos en buenos propósitos lo cuál implica que vamos a realizar las necesarias acciones congruentes para que se conviertan el una realidad diferente; Empecemos por pensar que si hasta hoy las acciones que hemos realizado no nos han brindado los resultados que hemos deseado, quizá debamos ensayar una forma diferente de hacer las cosas y en esta ocasión, solo por cambiar la rutina, antes de entregarnos a la estéril catarsis de la eterna queja contra los que no nos saben hacer felices. En vez de eso veamos el otro lado de la moneda. Aceptemos que nos hemos equivocado NOSOTROS… para variar

Es hora de que le exijamos cuentas a los verdaderos responsables de este estado de cosas con el que nos inconformámos y si al revisar la historia desde el principio, logramos ponernos de acuerdo en que esos políticos de los que ahora nos quejamos, ¡son exactamente los mismos que nosotros elegimos! ¿De quien es entonces la responsabilidad de sus malos desempeños,? ¿será solo de ellos?, ¿Qué nosotros no tendremos ninguna responsabilidad por haber elegido erróneamente?, ¿Qué no los conocíamos bien cuando votamos a favor o en contra de ellos?

“Ya me conoces paisano”… Nos repetía una y otra vez Reyes Baeza durante su campaña, pero no mostramos la inteligencia suficiente para distinguir que no se trataba solo de una muletilla en la que apoyaba su falta de elocuencia y de argumentos para convencernos. No supimos entender que casi casi le daba la intención de lanzarnos una advertencia, porque si, estaba muy en lo cierto; Ya lo conocíamos y sin embargo la mayoría votante le concedió la oportunidad de hacer como gobernador lo mismo que hiso como presidente municipal, esto es: Ser un títere en manos del grupo de poder que lo utilizó para permanecer por un período más usufructuando el jugoso negocio de los asuntos públicos de nuestro estado. Por eso ahora, ante los tan grises resultados de su “Reynato” precedidos por los lamentables y delincuenciales resultados del “Patriciato” de su antecesor, ¿con que cara le vamos a reclamar nada si como el repitió hasta el cansancio… ya lo conocíamos?

Y es que es verdaderamente exasperante ver como somos de elementales los votantes, porque casi como objeto de fe y veneración, seguimos creyendo en el culto a la personalidad del que nos ponen como candidato, hablamos maravillas de sus cualidades más suerficiales como pueden ser estas: que es una persona muy sensible, que pone mucha atención cuando le plantean los problemas de las demás personas, que tiene una sonrrisa muy amable, que proyecta muy buena imagen, que es muy sencillo, etc. Etc. Etc.

Y sin dejar de reconocerles todas esas supuestas cualidades que pueden ser dotes naturales o bien en algunos casos, son solo poses convenientemente estudiadas y sugeridas por los diseñadores de imagen para obtenerle dividendos electorales. Tanta frivolidad de nuestra parte, claro que debidamente promovida y explotada por los medios de comunicación mercenarios de la política, hacen que se nos olvide, que no estamos haciendo casting para alguna telenovela y no es el caso de querer encontrar a un protagonista de reality show que luzca muy bien en las portadas de las revistas rosas. (entiendase “de chismes”)

¿Hasta cuándo compatriotas, paisanos o coterráneos - como proceda llamaros en cada caso- , vamos a entender que sin dejar de lado esos atributos personales - auténticos o impostados - , a cualquier candidato a cargo público, tenemos que descubrirle y comprobarle sus nexos funcionales con los grupos de poder - legítimos o todo lo contrario -, que a fin de cuentas son los que nos van a gobernar - o a desgobernar - a traves de la fachada de ese individuo a quien otorguemos el voto?. ¿A quien suponemos que le van a rendir cuentas primero y antes que a nadie, más que a los que los promocionan e impulsan en sus candidaturas ya que desde siempre saben que no están ahí para gobernar para el pueblo sino sobre el pueblo y no para los intereses del pueblo sino para los que les encomiende como consigna su grupo?.

Con muy buenos ojos ven los adeptos a Oscar Villalobos las salidas en falso de sus contendientes internos, quienes tropemente pretenden avalarse en las declaraciones de apoyo de grupos y personajes priístas locales y nacionales, que antes que hacerles el favor, les queman la pólvora en diablitos con sus declaraciones improcedentes que antes que fortalecerlos “les alborotan el avispero” tricolor, y que queriendo jalar agua para sus molinos logran el efecto contrario pues más que regarla… la desparraman por las Terrazas, porque provocan la rebeldía de las bases al sentir que a los otros candidotes, perdón C-a-n-d-i-d-a-t-os, se los quieren imponer las cúpulas y ahora sí que, cándidamente caen en el juego de hacerle el juego a la familia Baeza, quienes con su más lastimera cara de víctimas voltean a ver al priísmo local para que – contando con la idiosincrasia mexicana – las indignadas bases priístas les otorguen el apoyo que en nuestro país se le brinda al “pobrecito”, al injustamente tratadoVillalobos. ¡No si tarugos no son, bien montado que tienen el teatrito! ¡y sus ba-bases que se las ingieren tal como se las sirven!. Si no fuera cosa de lamentarse, hasta daría risa tal dosis de ingenuidad con las que se chamaquean a su propia gente.

Bueno ¿y los demás?, ¿los que hemos logrado controlar la compulsión del síndrome del pequeño priísta que todos los mexicanos llevamos dentro?, ¿los que ya no les creemos ni el saludo navideño ni el de año nuevo por mucho que nos pongan a chavitos a expresarlos sentimentalmente en la tele y que si por accidentes propios de estas fechas nos llegan a dar un abrazo, institntivamente nos revisamos a ver si nuestra cartera – aunque vacía - sigue en su sitio?, a todos estos a los que nos pueden decir sin faltar a la verdad “Tu me conoces paisano”, ¿Qué?, ¿nos vamos a quedar con los buenos deseos de que a nuestro estado le vaya mejor que con estas lamentables administraciones priístas de los últimos años?, ¿o nos vamos hacer el verdadero y comprometido propósito de mediante el legítimo y libre recurso del voto ciudadano, librarnos de esta generación de pseudo-políticos? Porque si ya hemos aprendido que un auténtico político es el que se ocupa de administrar lo del pueblo para el pueblo ¿Por qué seguimos permitiendo que estos prófugos de los negocios particulares administren lo del pueblo pero para provecho de la familia Baeza y sus oscuros socios?... en el menos peor de los casos, -digo, dadas las otras tricolores cuasi gansteriles alternativas.- Vaya con nuestros mejores deseos y más determinados propósitos de que elijamos que este sea un … ¡Verdaderamente Felíz y Libre de Imposiciones, Año Nuevo!