Destaparán Cloaca de corrupción en Municipio de Chihuahua

Mientras el ex director del Instituto Municipal del Deporte, Alejandro de la Rosa, aceptó toda su responsabilidad en regalar miles de pesos en cerveza a sus amigos, porque así era la costumbre en el béisbol, los regidores del Ayuntamiento han dejado claro que seguirán investigando hasta terminar de destapar la cloaca que según ellos existe al interior de ese gobierno, encabezado por Javier Garfío.

Por lo pronto el síndico, Héctor Barraza, así como los regidores del PAN, encabezados por Carlos Rivas, dejaron en claro que no van a permitir que la impunidad continúe y piden cárcel para Alejandro de la Rosa, a quien bajita la mano se le han comprobado casi medio millón de pesos invertidos en regalar cervezas, aunque dicen que son más.

La pregunta de Ambrosio es, cuantas canchas se habrían construído con ese dinero?, cuantos balones para la practica de deporte popular se habrían comprado?, en fin parece que esto no le importo a este novel funcionario, quien a la primera sentada dejo en claro que su interés por el deporte realmente era mínimo.

El que no deja de sorprender es el Alcalde Javier Garfío, quien ni tardó ni perezoso, más bien desvergonzado, de inmediato se apunto como uno de los beneficiarios de esas cortesías, incluso se atrevió a decir que el va a ayudarle a pagar a De La Rosa.

Pero que otros casos llaman la atención por presunta corrupción, sencillo el mega fraude de pisteopolis (perdón Centropolis), aquel evento cultural donde por cierto también se repartía cerveza a los jóvenes al por mayor y que se concesiono a una empresa, un evento dizque cultural.

La casa gris de Javier Garfío, mansión que se presume vale más de 35 millones de pesos, además de la sucia licitación del alumbrado público de Chihuahua, donde se vieron involucrados funcionarios de la administración, quienes favorecieron a una empresa para que les dieran el contrato.

Estos son solo algunos casos, pero ya empezando a escarbar seguramente saldrán más, como podría ser el gasto de comunicación social, con contratos a empresas propiedad de funcionarios y las empresas proveedoras de servicios a esa área, en fin que los regidores y el síndico hagan su chamba, si es que les alcanza el tiempo.