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Lunes 8 de noviembre de 2010

“El Coss”, nuevo “amo” del cártel del Golfo

El cártel del Golfo volverá a ser monolítico bajo el control único del capo Jorge Eduardo Costilla Sánchez


El cártel del Golfo volverá a ser monolítico bajo el control único del capo Jorge Eduardo Costilla Sánchez

El cártel del Golfo volverá a ser monolítico bajo el control único del capo Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, quien asume el control absoluto de la organización criminal tras la muerte de Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta.

Queda atrás la dirección colegiada que en su momento ejercieron sobre el cártel tanto los líderes de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, y Miguel Treviño, El 40, así como el extinto Tony Tormenta, y el propio Coss.

De acuerdo con informes oficiales contenidos en investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), si bien se reconocía a El Coss como jefe de la organización, no era menos cierto que cada una de las decisiones importantes del grupo criminal debían ser avaladas por Los Zetas y por Tony Tormenta.

De hecho, según declaraciones del testigo Agustín Hernández Martínez, El Coss y Tony Tormenta compartían el control de la plaza de Matamoros desde los tiempos en que Osiel Cárdenas Guillén era el líder del cártel del Golfo. Osiel los designó a ambos al frente de las actividades del grupo en esa frontera, por lo que entre ellos existía una poderosa alianza criminal, según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/14/2007.

Tras la captura de Osiel Cárdenas, El Coss apareció como el “hombre fuerte”, pero siempre al lado de Tony Tormenta, quien actuaba como representante de su hermano encarcelado.

Según las declaraciones de Jaime González, El Hummer —quien fuera uno de los escoltas preferidos de Osiel Cárdenas—, Jorge Eduardo Costilla asumió el control del cártel del Golfo por instrucciones de Osiel.

Al inicio, El Lazca y El 40 se plegaron a las órdenes de quien desde la cárcel mandaba Osiel Cárdenas, ayudando en todo a El Coos, quien para ese entonces controlaba un ejército de cerca de 50 guardaespladas y 100 halcones.

El Coss recibía todo el dinero y decidía cómo debía manejarse, según las declaraciones de El Hummer, que están contenidas en el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/147/2007. Sin embargo, González Durán desde ese momento hizo una clara diferenciación sobre Los Zetas, quienes —comentó— sólo reciben órdenes de El Lazca y de Treviño.

Eran en realidad dos organizaciones que trabajaban bajo un acuerdo tácito, pero cuya alianza resultaba frágil ante el proceso de expansión que el brazo armado del cártel del Golfo planeaba desde que cayó preso Osiel Cárdenas.

Probablemente, según los informes oficiales, la ruptura se veía venir desde que Osiel Cárdenas ordenó no acudir al rescate del fundador y creador de Los Zetas, Arturo Decena, El Zeta 1, cuando fue copado por policías federales en el restaurante Pisa y Corre de Matamoros, Tamaulipas. La indicación de Cárdenas Guillén fue inicialmente la de mandar a Los Zetas al rescate, pero cuando éstos se dirigían al lugar recibieron la contraorden de regresar y no enfrentarse a quienes tenían sitiado al jefe de sicarios.

La “gota” que detonó la ruptura

La ruptura que se anunciaba entre los bandos de El Coss y de Tony Tormenta con Los Zetas, debido a los planes de expansión de estos últimos, realmente comenzó cuando el grupo de sicarios se enfrascó en 2005 en una guerra con los hermanos Beltrán Leyva por el control de Guerrero y Michoacán; posteriormente, a ese conflicto se sumaría la confrontación con La Familia Michoacana.

Mientras El Coss y Tony Tormenta consolidaban su poderío en la frontera de Tamaulipas, El Lazca y Treviño día a día demandaban más influencia, colocando a sus incondicionales como jefes de plaza en aquellos sitios donde su presencia iba creciendo cada vez más.

La situación llegó a un punto sin retorno cuando uno de los hombres más cercanos a El Lazca —El Concord— fue asesinado en Matamoros por órdenes de El Coss y Tony Tormenta. A esto se sumó la noticia de que el otrora líder del cártel, Osiel Cárdenas Guillén, se había vuelto testigo protegido en Estados Unidos, lo que provocó la guerra entre ex aliados.

Hoy, ya sin la presencia de Tony Tormenta, El Coss se convierte en el dueño del cártel del Golfo.