El PRI y su propuesta de bajar el IVA

Con fines electoreros solamente, en días pasados el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones (MFB) ha presentado una propuesta incompleta y por ello inútil para reformar la ley del IVA y reducir este impuesto del 16% actual al 12%. El gobernador del Estado de México, Enrique Pena Nieto, (EPN) de inmediato exigió se iniciara la discusión de este proyecto, sin presentar de manera formal, seria y congruente un programa contable y financiero creíble para que el Congreso de la Unión pudiera iniciar un análisis técnico viable del asunto, quitándole toda la carga política que solo sirve para tratar de promocionar las precandidaturas presidenciales de ambos políticos priistas.

Resulta que reducir la tasa del IVA del 16 al 12% representa la reducción de ingresos al fisco por unos 126,000 millones de pesos. Si MFB y EPN no hablan claro sobre como compensar de forma real esta caída de recursos económicos, la propuesta no pasa de ser un acto mediático y altamente demagógico. En un principio MFB hizo la propuesta de reducción del IVA, con la condición de que se cobrara generalizado, esto es, incluyendo alimentos y medicinas, así como la eliminación de todo tipo de exenciones y privilegios fiscales a empresas e individuos. En la misma semana el senador priista Beltrones corrigió su planteamiento y aseguro que en los estatutos del PRI se asienta claramente la prohibición de ese partido para gravar con impuestos al consumo, como el IVA, el tema de alimentos y medicinas. Por otra parte, Francisco Rojas Gutiérrez, (FRG) coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, de plano le corrigió la plana al precandidato presidencial y senador Beltrones y aseguro que en el PRI no votaran por que se graven alimentos y medicinas a través el IVA.

De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico, si se gravan alimentos y medicinas y se eliminan todo tipo de exenciones y privilegios fiscales en el cobro del IVA, se recuperaran por estos conceptos unos 175,000 millones de pesos. Una forma clara y justa de aumentar el padrón de contribuyentes es cobrando el IVA generalizado, incluyendo alimentos y medicinas y eliminando todo tipo de exenciones y privilegios fiscales a empresas e individuos.

Siendo el PRI un partido autodefinido como de centro izquierda, es seguro que el ala de esta tendencia política dentro de ese instituto político, asi como el PRD y el resto de los partidos de la misma filosofía, incluyendo al excandidato presidencial López Obrador, seguramente argumentaran que para cubrir el creciente gasto público federal será necesario incrementar las tasas del Impuesto sobre la Renta o bien eliminar todo tipo de exenciones y privilegios fiscales de empresas e individuos a los que se grava con el ISR. El 95% de las empresas del país, que son contribuyentes del ISR, son negocios incluidos dentro del grupo de micro, pequeñas y medianas empresas, que generan el 41% del PIB y el 64% del empleo. Se trata de empresas que tienen niveles de producción y empleo de baja escala, sin financiamiento, sin desarrollo tecnológico y sin productividad. Para estas empresas la carga impositiva y de seguridad social es muy pesada y siempre reclaman trato especial por parte de la Federación. Por otra parte, la mitad del padrón de contribuyentes del ISR se compone de causantes tipo persona física, profesionistas, prestadores de servicios, empleados de empresas con altos salarios, que aseguran no tener las facilidades para deducir el ISR como las grandes empresas nacionales y extranjeras que cuentan con infraestructura administrativa y contable para beneficiarse de las blandas misceláneas fiscales que cada ano aprueba el Congreso de la Unión. Aquí este tipo de causantes denominado personas físicas piensan que pagan impuestos sólo porque tienen niveles salariales medios y altos, mientras que los trabajadores de bajos niveles salariales no contribuyen con nada al gasto público.

Para poder cobrar impuestos federales suficientes y que todos contribuyamos con equidad y justicia para el gasto público federal como lo marca la constitución y las leyes fiscales del país, es necesario que todos paguemos impuestos, sin exenciones ni privilegios para nadie. Las leyes fiscales y el cobro de impuestos debe ser claro y de fácil interpretación para todos, empresas grandes, nacionales y extranjeras, micro, pequeñas y medinas e individuos en general, sin exenciones ni privilegios fiscales.