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Viernes 21 de mayo de 2010

El lado oscuro

Lo que mal empieza, mal acaba y la planilla priísta está impulsada inercialmente hacia su derrota


Lo que mal empieza, mal acaba y la planilla priísta está impulsada inercialmente hacia su derrota

Lo que mal empieza, mal acaba y la planilla priísta está impulsada inercialmente hacia su derrota, fracaso al que se condenaron desde el momento en que aceptaron sin chistar la imposición de ese candidato sin arraigo y sin representatividad. Vemos que al dizque “Nuevo PRI”, todavía le falta por aprender la enorme e irreconciliable diferencia que existe entre ser virtuosamente disciplinados y el ser vergonzosamente sumisos, por el bien de todo nuestro México, quiera Dios que lo aprendan pronto y su participación en la política nacional deje de ser el lastre que representan ahora para el país, por ser ese partido el reducto de esos viejos vicios del autoritarismo, la simulación y la corrupción que ya al resto de los mexicanos nos resultan intolerables.

Muy consciente está Duarte de que las encuestas hechas sólo para complacerlo, no son reflejo de su realidad frente al electorado, pues la ciudadanía votante ya percibe con creciente claridad las grandes fallas de las que adolecen sus posturas y por ello los votantes se están perfilando en preferencia hacia las propuestas concretas, acertadas y viables de su oponente Albi-azul , dicho de otra forma; César “solito se está ventaneando” y lo más triste para él y sus cada vez más escasos seguidores, es que a estas alturas ya no le queda más remedio que seguir fatalmente por el camino que emprendió al decidirse a contender bajo los colores de ese partido y haberse creído que le bastaría el apoyo de la matriarca que nos lo envió de “recomendado”.

Nos consta que para implementar la campaña de Duarte, su dirigencia nacional le envió a la crema y nata de su bunker de estrategas, todos ellos reconocidos por tropezarse con el colmillo político que les llega hasta el suelo, sus méritos tienen y se los reconocemos propios y extraños, pero en esta ocasión no logran remontar la debacle porque se les opone un obstáculo que hasta ahora les está resultando infranqueable: El candidato mismo y su impopular estilo de conducirse.

Movido por la angustia de no poder levantar sus porcentajes en las encuestas serias, el candidato PRIcolor se agarra de clavos ardientes realizando alianzas que impactan negativamente en la percepción de la ciudadanía en vez de brindarle los resultados que desesperadamente necesita.

Trascendió que César visiblemente molesto, y sin percatarse de la permanencia de algunos elementos rezagados de la prensa, no esperó a estar en privado cuando la emprendió contra sus cercanos quienes hubieron de aguantar la tormenta de reclamaciones que se abatió sobre ellos, ahí tanto propios como extraños pudimos darnos cuenta de que Duarte, se siente plenamente identificado con su frasecita ambigua e imprecisa de que “Chihuahua exige resultados” a la mejor ya se la creyó que de veras él es Chihuahua, por eso exige lo que ni él mismo y ni las últimas administraciones priístas han sabido dar: ¡Resultados positivos!.

Manoteos, gritos y reclamaciones rayanas en el insulto les han llovido al equipo de campaña de parte de ese candidato después de que un valiente grupo de periodistas lo abordó en Ciudad Juárez y llanamente le preguntaron a que se debía su rápido descenso en las encuestas, comprometedora pregunta de la que quiso librarse refugiándose en la ambigüedad de una respuesta “cantinflesca”, pero esta le fue rebatida y se vio confrontado con hechos y cifras contundentes que no pudo desmentir.

No es de sabios “patalear al pesebre”, el mal agradecimiento no es justificable en ningún momento y menos con los que trabajan tanto y bajo tanta presión, se entiende que la intensidad de las campañas va sometiendo a duros retos tanto a los candidatos como a sus equipos y las circunstancias de adversidad que deben sortear, son como un crisol en el que va siendo probada la autenticidad de sus cualidades, más al final sólo persiste lo que es consistente y eso nos ayuda a los que los observamos, a distinguir, entre los que “valen oro ”y los que simplemente “enseñan el cobre”. Con sus desplantes iracundos C. D. J. está labrando su derrota porque el mal trato que propina a su equipo por no estar teniendo los resultados que ambiciona, está empezando a mermar el ánimo de colaboración entre ellos, entendemos perfectamente el malestar de esa gente porque no se vale que después de un buen servicio el que trabaja reciba un mal pago, ¡ojo! el despotismo no es moneda aceptable ni para los de casa.

Difícil postura la de los regañados, que por muy indignados que se puedan sentir, saben que no estarían dadas las condiciones para manifestar su inconformidad y aunque tienen una perspectiva de cual es la verdadera causa del problema, no serán tan imprudentes de enfrentarse con las altas dirigencias de su partido y mucho menos surgirá dentro de ese grupo un valiente que se atreva a ponerle el cascabel al gato al decirle al candidato ¡Que el que no sirve es Él...!

La falta de convicción y consecuente desmotivación, muy comprensible en quienes se sienten resentidos porque se han visto atropellados por la imposición centralista. El desprestigio de su partido, labrado a pulso durante estos últimos eternos doce años debido a la indiferencia con la que las administraciones priístas han dejado pasar de lado las soluciones a los problemas de la ciudadanía chihuahuense. La indolencia con la que han tolerado el azote de la delincuencia sobre nosotros puesto que no han asumido su papel de responsabilidad y se han limitado a repartir culpas y excusas. La inexistencia de propuestas coherentes y viables de parte de sus candidatos a los que lo único que se les nota transparente es su inocultable apetito por el poder, aunado a las sombras de sospechosas alianzas que nos toca ir confirmando en cada paso que dan con torpeza, hacen que ya desde ahora todos sepamos (incluyéndolos a ellos) el porque van a perder.

Esta alocada trayectoria que les observamos, nos recuerda mucho aquella ocasión en la que nos tocó presenciar cuando una locomotora perdió contacto con los rieles y sin poder detenerse se enterró profundamente en la arenas de Samalayuca víctima de su propio impulso, hoy es evidente que a ellos no les ha bastado tener el impulso artificial de la poderosa maquinaria electorera del PRI, toda esa fuerza hoy sólo ha servido para lanzarlos sin control hacia este que será un accidente de graves consecuencias para ese partido en sus aspiraciones presidenciales en el 2012.

Una vez descarrilada la campaña todos los esfuerzos por levantarla resultan contraproducentes, porque al salirse del camino, las ayudas que se le quieran brindar solo provocarán lo que le pasó a aquella locomotora, cada movimiento solo servía pasa enterrarla más y hasta resultaron siniestradas algunos máquinas auxiliares que quisieron rescatarla, eso les va a pasar a los partidos satélites del PRI que serán arrastrados a la misma suerte que su camaleónico candidato al que ya solo le falta ponerse amarillo, pero no por el partido que con ese color se distingue, sino por la impresión que habrá de llevarse cuando se cuenten los votos, sus achichincles, ahora forzados por las circunstancias se quitan la careta, revelan su verdadero origen y propósito, que siempre ha sido el de servirle de cedazo al partido que los engendró con el único propósito de diluir la fuerza de una auténtica oposición.

Inconveniente y contraproducente, además de criticable, están resultándole las alianzas que realiza el PRI con otros partidos de no muy recomendable reputación en el estado, está con ello alborotando a un avispero que lo seguirá acosando y exigiendo compensaciones por mucho tiempo después de pasado el período electoral a pesar de que no estarán en condiciones de cumplir los compromisos que ahora negocian en los oscurito.

Otra real pero inconfesable alianza que pretende hacer Duarte Jáquez es la que ahora está elucubrando con los policías que fueron despedidos de las corporaciones por no haber pasado el examen de confiabilidad por sospecha de nexos con la delincuencia, a estos los invita a votar por el a cambio de reinstalarlos en sus puestos y esto es en perjuicio directo de nuestro derecho a tener una policía confiable. Con ello amenaza con echar a la basura el enorme costo en vidas y recursos invertidos hasta hoy para depurar los cuerpos policíacos. Ahí es donde aflora la realidad oculta de su ofrecimiento de crear una policía bajo un mando único que obviamente sería él. Para mantener ese ejército personal que acaricia en sus sueños y que se convertiría en nuestra pesadilla, los ciudadanos pagaríamos, además de un inmisericorde aumento de impuestos, un agravamiento en las condiciones de inseguridad, porque estonces tendríamos que soportar los desmanes de una versión “tropicalizada” de Ali-babá y sus cuarenta corporaciones.

Sin dar demasiada importancia a este otro tema, mencionándolo solo como otro ejemplo que abunda en la percepción de lo mal que andan los asuntos de su campaña, lo vemos desesperado al grado de tener que intentar agarrarse de un escaso pelo a una casualidad y tratar de “sacar raja” de un accidente plenamente confirmado como tal, por patético dejemos de lado el intento de C. D. J. de victimizarse frente a la opinión pública cuando la simple y pura casualidad hizo que su vehículo de campaña fuera alcanzado por una ráfaga que se le escapó a un destanteado elemento de la milicia en las instalaciones del aeropuerto de Chihuahua. Tenemos pruebas y testimonios presenciales que contradicen esta otra mentira oportunista del ilustre mencionado y de los medios amarillistas que “chayotea”.

¡Oh paradoja! y pensar que todo este negro panorama que pudiera amenazar a nuestro estado por los próximos seis años... Toda esta amenaza de retroceso y empeoramiento de nuestro destino... Todas sus ambiciones y expectativas basadas en las esperanzas de que les vuelvan a funcionar todas las mañas y topillos que sistemáticamente utilizan para imponerle al pueblo sus cuestionables triunfos... Toda esa superestructura de la simulación y el amañamiento... A fin de cuentas es tan frágil que no podría superar una muralla hecha de papel, la muralla que construyamos con nuestros votos para cerrarles el paso hacia el poder a quienes nos tienen tan defraudados y ofendidos.

Nuestro sufragio, que hoy más que nunca debe ser emitido con responsabilidad y auténtico patriotismo, no debe otorgarse para favorecer a ningún color partidista ni a ninguna ideología en particular, sino como un acto de legítima defensa que nos prevenga y nos libre de otro sexenio de mal gobierno. El voto, ¡NUESTRO VOTO! debe ser ejercido como un correctivo aplicado, como exigencia a ese respeto básico que nos merecemos los mexicanos, respeto que consiste en que nos hablen con la verdad y luego con los hechos honren su palabra y confirmen nuestra confianza, no como en cambio nos ha hablado el PRI, durante tantas décadas, en las que nos ha endilgado melosos discursos de campaña apelando a nuestro sentimentalismo para luego una vez instalados en el poder, mostrar su verdadero y despótico rostro totalmente indiferente a las expectativas de sus gobernados.

En aquellos cuarteles ya huele a derrota, se percibe el desánimo y empieza la desbandada, provocada en parte por la certeza de que no tienen un candidato digno de dedicarle los mejores esfuerzos y también a causa del mal trato que desde el primer momento están recibiendo los PRIcolores. No hay mal que dure otros seis años, ni Chihuahuense que los aguante, por el bien de Chihuahua, votemos bien, votemos P. A. N.