El lunes inicia juicio contra homicidas del seminarista chihuahuense

Este lunes se abrirá el juicio oral contra Humberto Chávez Gardea, Ramón Alonso Segura Tapia y Luis Rubén Almanza Escárcega, presuntos homicidas de Samuel Gustavo Gómez Veleta “Samy”, seminarista del primer grado de filosofía muerto en abril de 2014 mientras ejercía su servicio pastoral en la comunidad de San Ignacio, municipio de Aldama.

En la noche del Domingo de Ramos al lunes Santo, del 2014, fue asesinado Samuel Gustavo Gómez Veleta, seminarista de primero de filosofía.

Él se encontraba en la comunidad de san Ignacio, de la parroquia San Jerónimo de Aldama, Chih., celebrando la Semana Santa; Estaba hospedado en un salón comunitario.

Cerca de la media noche fue sacado con violencia de su habitación, trasladado a otro lugar donde fue ejecutado y dejado ahí tirado; Al parecer el móvil de este crimen fue robarle su auto, un hecho “absurdo” e irracional.

De acuerdo a las fuentes, la apertura del juicio se dará en punto de las 9:30 de la mañana en sala por definir en el Cereso de Aquiles Serdán, cuya carpeta 77/2015 señala los delitos de homicidio calificado, secuestro exprés y robo con penalidad agravada.

Amigos y familiares de “Samy”, pidieron que el tribunal esté integrado por jueces con experiencia, conocimiento, preparación, diligencia y atención con el objeto de que la resolución sea justa ante un crimen que conmocionara a toda la sociedad.

Solicitaron también que no se tome “a la ligera” este caso debido al cambio de administración estatal y que los jueces realicen una resolución justa privilegiando la justicia, ya que “Samy” se encontraba haciendo lo más gustaba: predicar la Palabra de Dios.

A principios de abril, se dio un receso para el recabo de pruebas y el empate del juicio de los tres presuntos responsables, en virtud de que Luis Rubén Almanza Escárcega fue aprehendido tiempo después de los dos primeros.

Familia y amigos de “Samy”, piden a la comunidad en general, unirse en oración para pedir justicia por el homicidio del hijo, hermano y amigo, cuyo anhelo era servir a Dios y las personas a través del sacerdocio, cuyo camino fue interrumpido a seis años de concluirlo.