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Martes 3 de mayo de 2011

El ’modus operandi’ en secuestros

Al menos seis casos más de plagios y asesinatos resultaron idénticos al del hijo de Javier Sicilia


Al menos seis casos más de plagios y asesinatos resultaron idénticos al del hijo de Javier Sicilia

La Procuraduría General de la República (PGR) tiene documentados al menos seis casos de secuestros y asesinatos cuyo modus operandi son idénticos al caso del homicidio de siete personas, entre ellas Juan Francisco Sicilia, y que igualmente fueron cometidos entre los municipios de Jiutepec y Cuernavaca por la célula del Cártel del Pacífico Sur, que dirige Julio de Jesús Radilla Hernández, El Negro.

Incluso, en uno de los casos está documentada la participación de un elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y existen declaraciones sobre la presunta protección que recibe de otras policías.

Todas y cada una de esas investigaciones similares se han acumulado, aunque el caso Sicilia se sigue por aparte, pero el hilo conductor que las une a todas es que quien está detrás de los plagios y muertes es El Negro, a quien igualmente se le acusa de corrupción y ataques sexuales contra menores. La banda que encabeza este sicario y cuya captura es un objetivo prioritario para fuerzas federales y militares destacamentadas en la entidad, secuestra, asesina o hasta incendia negocios a plena luz del día, sin que hasta ahora se le pueda detener.

Considerado aquí el heredero del cártel de los Beltrán Leyva, según informes contenidos en expedientes a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL, la forma de operar de El Negro tiene similitudes en varios casos cometidos en 2010 y en el de Sicilia.

Un caso cometido el año pasado por el grupo de El Negro Radilla y que se investiga dentro de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIS/418/2010, da cuenta cómo esta célula criminal allanó un bar, robo a clientes y secuestró a uno de los familiares de los propietarios.

Uno de los testigos reveló que hombres armados —algunos con insignias de la AFI— llegaron a bordo de dos camionetas. Sometieron a los clientes, los asaltaron y después buscaron al familiar de los propietarios del negocio.

El plagio fue la reacción de la banda criminal para presionar a los propietarios y su familia a pagar una cuota de protección. No satisfechos con ello, al día siguiente los delincuentes se presentaron a otro establecimiento de la familia y tras rociarlo de gasolina —incluso también arrojaron combustible a los empleados, pero al final los dejaron salir— le prendieron fuego. La víctima del secuestro fue asesinada.

Como ese caso, desde principios de 2010 vinieron ocurriendo una serie de secuestros, extorsiones y homicidios, que pudieron comenzar a aclararse cuando el pasado 29 de octubre en la calle Zacatenco de Tejalpa, soldados detuvieron a un grupo de integrantes de esa banda en un domicilio utilizado como casa de seguridad de El Negro.

Algunos de los detenidos y entre quienes se encontraban Juan Carlos López Herrera, Magdalena Rodríguez Hernández, Mario Jiménez, Rubén Rogelio Nava y Roberto Alberto Valerio Franco, fueron reconocidos como participantes en el plagio antes mencionado, además de que a partir de este operativo se conoció de la existencia de El Ponchis, el menor de 12 años reclutado como sicario por esa organización.

Falsos policías

Otro secuestro y asalto a un comercio cometido por este grupo se realizó en Jiutepec, donde los delincuentes —entre ellos algunos portaban chalecos de la AFI— se presentaron a un local comercial presuntamente para ejecutar una orden de cateo que nunca mostraron. Uno de los propietarios hizo frente a este grupo y le advirtió que estaban siendo grabados, de tal forma que optaron por retirarse no sin antes robar dos máquinas de juegos.

La denuncia de este hecho se presentó horas más tarde ante las autoridades. Sin embargo, la familia afectada tendría un terrible despertar esa madrugada: hombres armados a bordo de camionetas llegaron nuevamente hasta su casa, penetraron con violencia, saquearon el local y el domicilio, se robaron dos camionetas y además se llevaron secuestrados a padre e hijo.

En este caso, los delincuentes pidieron rescate y devolvieron a las víctimas. Posteriormente, como parte de la investigación se identificó plenamente a un elemento de la PGR como involucrado en el caso, pero hasta ahora las autoridades federales no han informado sobre si alguien de esa institución fue consignado por su pertenencia al grupo criminal.

También hubo referencias al hecho de que en esos plagios participaron menores, cuyas voces fueron escuchadas por las víctimas y sintieron sus manos cuando les eran colocadas vendas en ojos, manos y pies.

En el resto de los casos igual existen coincidencias como el secuestro de víctimas, la exigencia de rescate y la ejecución o liberación de las víctimas utilizando la misma forma de actuar que han relatado los detenidos hasta ahora por el caso Sicilia.

Además, en las declaraciones de los detenidos también figuran las revelaciones de que son apoyados por policías municipales en los sitios donde actúan. En el caso Sicilia, hasta ahora se ha detenido a tres de los participantes, pero no a los principales, José Luis Luquín Delgado, El Jabón, y Julio de Jesús Radilla Hernández, El Negro, señalado por las autoridades como operador del Cártel del Pacífico Sur en Cuernavaca y municipios aledaños.