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Lunes 22 de febrero de 2010

El reto de Borruel

La vieja guardia panista apoyamos a Borruel por su fidelidad al partido en el que milita desde su juventud


La vieja guardia panista apoyamos a Borruel por su fidelidad al partido en el que milita desde su juventud

Hoy como en 2007, Carlos Borruel, precandidato del PAN a gobernador del Estado, enfrenta un desafío hacia el interior de nuestra organización política. Estamos seguros que gracias a su profunda vocación de panista superará nuevamente el reto que le impone un compañero de partido, que aparentemente más que buscar entre militantes y ciudadanos en general, la aprobación para representar al Partido Acción Nacional en la contienda constitucional del 4 de julio, busca la desunión y el desprestigio del mismo, a juzgar por su actuación pública en la semana que terminó ayer.

Decía que 2010 se parece a 2007 en la vida política de Carlos Borruel. En la primavera de 2007, un neopanista Fernando Reyes Ramírez, siendo diputado local, aspiró a ser el candidato a Presidente Municipal de Chihuahua, y en el momento en que se vio en desventaja en el número de delegados rumbo a la convención municipal, no dudó en lanzar una serie de acusaciones falsas contra su contrincante por la candidatura y contra los panistas en general, y cuando el desamor de Fernando Reyes por el PAN fue palpable por la militancia y ésta inició su rechazo, aún de quienes con él simpatizaban, se retiró de la contienda y afloró su contubernio con personajes influyentes del PRI, partido al que de inmediato apoyó para tratar de lograr la derrota del PAN y de Borruel en julio de 2007. El final de la historia de 2007, ya lo conocemos. Borruel, gracias a un enorme esfuerzo de campaña, visitando casa por casa, escuela por escuela, empresa por empresa, ejido por ejido, logró la victoria sobre el PRI y su candidato Alejandro Cano, que había iniciado la ruta con 25 puntos de ventaja sobre Carlos. Esta desventaja del PAN tenía su origen, en primer lugar, en el conocimiento que la ciudadanía tenía de Cano, porque ya se había desempeñado como presidente municipal dos años atrás y en segundo lugar, y esto era lo más triste para los panistas, por la guerra sucia en pleno proceso de precampaña, que habían emprendido malos panistas encabezados por el diputado Fernando Reyes, que hoy militan en el Partido Convergencia aliados al PRI y con relaciones personales profundas con dirigentes y funcionarios públicos de éste último partido.

Hoy ante el temor que les genera tener que competir con un panista en cuya conducta política, jamás a proferido pública ni privadamente algún comentario negativo o hiriente en contra de nuestra institución o de cualquiera de sus dirigentes, candidatos o militantes, sus competidores tanto internos como del PRI han encontrado el camino fácil, de atacarlo a diario, sin pruebas, ni bases, ni fundamentos. Pablo Cuarón y César Duarte, tienen que trabajar muy duro y evitar el expediente de las falsas acusaciones diarias, porque Carlos Borruel busca el triunfo en la propuesta honesta de trabajo para los habitantes del estado y sobre todo en el diálogo directo y sincero con todos y cada uno de los vecinos de Chihuahua. Carlos Borruel tiene la experiencia suficiente para remontar calumnias de sus rivales y combinada con un contacto personal con los electores, es seguro que el 28 febrero y el 4 de julio de este 2010, se alzará con la victoria, como lo hizo, contra todo pronóstico en julio de 2007.

La vieja guardia panista apoyamos a Borruel por su fidelidad al partido en el que milita desde su juventud, el cual le ha dado la oportunidad de ser funcionario estatal, federal, regidor, diputado local y alcalde de Chihuahua, puestos que ha merecido por su trabajo constante y comprometido con los intereses y la causa de Acción Nacional.