21.22°C

Algo De Nubes

Chihuahua, Chihuahua



Lunes 7 de noviembre de 2011

Encuesta de las Izquierdas

Una de las grandes polémicas que se han esperado para este proceso de sucesión presidencial es la definición del candidato de izquierda


Una de las grandes polémicas que se han esperado para este proceso de sucesión presidencial es la definición del candidato de izquierda

Una de las grandes polémicas que se han esperado para este proceso de sucesión presidencial es la definición del candidato de izquierda, y lo decimos así porque no se trata tan sólo del PRD, sino de todos los partidos y fuerzas que apoyaron la candidatura de Andrés Manuel López Obrador durante el 2006, y que quedaron en el umbral del triunfo y nos llevaron luego al complicado proceso postelectoral, por lo que prácticamente desde el inicio de este sexenio se especulaba quién sería el candidato que llevaría a esas fuerzas políticas nuevamente a las urnas. Hoy la definición se va poniendo cada vez más cerca, y los detalles de cómo se llevará a cabo ese proceso, dicen mucho sobre el resultado que finalmente tendremos.

En su momento, los dos aspirantes con mayor presencia, el propio AMLO con todas las implicaciones que tiene su figura, y Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, anunciaron su decisión de llevar las definiciones con cordialidad y buscar un método que no terminara en la inminente fractura que muchos querían vaticinar para esa opción política una vez que alguno de los dos aspirantes decidieran romper con su contrario; pero lo cierto es que llegamos a este punto y parece que más que nunca las relaciones entre ambos personajes transitan por un camino de acuerdo y cordialidad en el que no se alcanzan a ver en el horizonte avisos de quiebres, aunque claro, los efectos de tal o cual nombramiento no podrán ser sopesados hasta que se haya hecho la elección oficial del candidato.

Precandidatos y líderes de los partidos involucrados han decidido por que sea el personaje más popular, el que encabece las preferencias de la ciudadanía de entre los dos, el que termine siendo abanderado, para lo que se ha tomado la determinación de realizar una encuesta nacional en la que participen los militantes y simpatizantes de las fuerzas de izquierda, para tomar la decisión; en ello, ambos candidatos se juegan la posibilidad de la representación, y tal parece que de ambos lados las cosas se están tomando con mayor tranquilidad de la que se esperaría, sobre todo conociendo el carácter de uno de los dos contendientes. Pero no todo puede ser calma en las aguas revueltas de la sucesión presidencial.

Lo que está sucediendo a la izquierda del mapa político en el país no puede ser leído aisladamente, necesitamos entenderlo en el medio de la contienda con las otras fuerzas políticas, en el contexto de lo que hemos venido registrando en los procesos electorales de los últimos años, y entre todo lo que los otros partidos están haciendo de cara a julio del 2012. Es ahí en donde lo que parece una lucha en cordialidad y con toda la civilidad posible, resulta ser más parecido a un acuerdo de facto o una especie de simulación de alguna de las dos partes: de alguna forma, y por muchas cuestiones que cualquier podría enumerar con facilidad, la elección del año entrante parece ser más “la rifa del tigre” que una contienda en la que se pueda ir a luchar en igualdad de fuerzas y circunstancias.

Tal parece, a estas alturas del calendario, que cualquiera que no sea el abanderado tricolor, va a la elección a perder, a dilapidar recursos y desgastarse en una lucha por adelantado perdida, claro que muchos nos podrán decir que no hay peor lucha que la que no se hace, o que hay muchos recovecos en los que no se ha reparado para poder dar batalla, o incluso que seguramente hay cartas bajo la manga con las que se pondrá en aprietos a la maquinaria priísta; pero lo cierto es que si sólo nos quedamos con lo que hasta ahora tenemos fehacientemente, terminamos en la conclusión de que lo que veremos el año entrante será un apabullante triunfo o una tremenda derrota, dependiendo del lado en el que se esté. Entonces las verdaderas batallas que se librarán por el poder no estarán necesariamente en el plano electoral, sino más en las mesas de negociación política, en los acuerdos de facto que tratarán de tomar su lugar en el monolítico poder que se está levantando. En este punto, la encuesta de las izquierdas se parece más a esa rifa del tigre, que al menos el que ya vio el premio, no la quiere realmente ganar. Muchas veces en política la tranquilidad aparente, lleva aparejadas muchas tormentas internas que sólo el tiempo mostrará. Ya veremos los resultados de la encuesta. Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es elfuegovioleta@gmail.com para sus comentarios. Gracias.