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Lunes 13 de octubre de 2008

Esperamos equidad y eficacia

En qué entidad de la República se construirá la refinería, dónde las carreteras y las escuelas


El Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo que consiste en 5 puntos presentados por el presidente Calderón el miércoles pasado ha sido recibido de manera positiva por la mayoría de los actores, tanto en lo político como en lo económico, aunque no es posible saber cuál será el impacto real de las medidas, pues estamos proyectando sobre un panorama económico mundial sin precedentes.

También se coincide en señalar la tardanza de la reacción gubernamental, luego de las desafortunadas declaraciones que calificaban a la situación como un "catarrito" que no merecía mayor atención, siendo más que evidentes los efectos nocivos en nuestra economía. Sin embargo, ahora rectifica el gobierno federal y lanza este programa con la finalidad de mitigar dichos efectos.

En este sentido, resulta muy interesante la naturaleza general de las medidas planteadas, pues no se trata de la reacción habitual que el gobierno de nuestro país había tenido frente a estas crisis, en donde lo que se solía plantear era un esquema de austeridad, recortes y sacrificios. Por el contrario, el que se presenta ahora es un plan, digámoslo así, agresivo, que en lugar de detener la inversión y cerrar el flujo de recursos, lo abre con la finalidad de reactivar la economía.

El planteamiento del programa es de lo más sorpresivo en este sentido, y deja fuera cualquier cantidad de críticas, pues de lo máximo que se le puede acusar es de su tardía aparición y, claro, de la posibilidad de que se traten de sólo promesas que en la realidad no logren el beneficio prometido y se queden sólo en las buenas intenciones, que no es lo que necesitamos en estos momentos todos los mexicanos.

Es por ello sumamente necesario que se analice la factibilidad del programa y que se tenga considerado con claridad el impacto real de las medidas propuestas. En este sentido, las tres primeras medidas anunciadas tienen qué ver directamente con el desarrollo de infraestructura, entre las que se cuenta la creación de nueva refinería, por lo estarían directamente determinadas por diversos factores que definirían su impacto real, esto es, a quiénes y en dónde beneficiarán.

En qué entidad de la República se construirá la refinería, dónde las carreteras y las escuelas, etc. Es fundamental para definir ese impacto. En cuanto a las otras medidas, tanto las de tipo fiscal (manejo de aranceles e impuestos), como las subsidiarias (apoyos a PYMES) deberán, eso esperamos, tener una distribución generalizada en todo el país.

Cómo se distribuirá la inversión gubernamental a lo largo del país es un tema que, a los habitantes de todos los estados nos tiene con cierta zozobra, pues el futuro inmediato resulta muy poco alentador y las únicas señales de apoyo federal estarán centradas en este programa que, hasta ahora, no ha quedado claro respecto de los mecanismos de su implementación.

Si bien es cierto que, en Chihuahua, una de las medidas nos impactará de manera directa, ya que por ser frontera, acelerar la desgravación y desregulación arancelaria implicaría motivar un mayor movimiento en los pasos aduanales de nuestras ciudades limítrofes con Estados Unidos, trayendo consigo un mayor dinamismo en la economía de frontera, no por eso dejaremos de esperar el beneficio del resto del programa.

La diversidad nacional implica una gran divergencia entre las necesidades de todos los estados y la forma en cómo impactará en cada uno de ellos esta etapa crítica de la economía mundial, por lo que es fundamental que todo plan emergente sea planeado con una adecuada estrategia de focalización que permita un ejercicio equitativo de los recursos federales.

Las buenas intenciones sólo sirve si se trata de medidas hacederas, con un proyecto integral de realización que las respalde y les dé certeza. La forma en cómo maneje esta crisis el gobierno federal será una fuerte prueba de su eficacia y sus intenciones respecto a nuestra Nación, pues aun cuando se trate del producto de factores externos y generalizados a todo el mundo, el gobierno tiene la obligación de proteger los intereses de todos los ciudadanos y trabajar por ofrecer, ante cualquier panorama, garantías que preserven la seguridad nacional. Esperemos, por el bien de todos, la eficacia de este programa.

Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es ednafuerte@gmail.com para sus comentarios, gracias.