Expulsión de Duarte y Dowell, la solución; PRI busca distraer

Tras el incendio cibernético social que provocó el PRI el día de ayer, con aquello de impugnar las elecciones, bajan las aguas y empiezan los análisis, llevándose la rechifla de los mismos priistas, panistas, perredistas, morenistas y de todos los partidos políticos.

De tal forma el único camino para rescatar al PRI de la debacle, de acuerdo a los mismos priistas sería que expulsaran del partido al gobernador Cesar Duarte y a Guillermo Dowell, actual dirigente estatal, por el evidente gran daño provocado a la institución con el manejo que han tenido en los últimos días.

Sobre este tema de sacar a los malos priistas incluso ya hay peticiones públicas en facebook, haciendo referencia a un desprestigio y sobre todo a que se pone en riesgo la estrategia en la que deben trabajar para levantar al PRI después de la derrota electoral que tuvo hace un par de semanas.

De ser así y con el claro liderazgo del Gobernador y de Guillermo Dowell en ese partido, se agregarían muchos nombres de funcionarios que en vez de ayudar le siguen atizando a la hoguera, viendo por sus intereses personales, pero dejando claro que a ellos su partido, el PRI, les importa poco menos que un cacahuate.

Considerando, por supuesto, que la ciudadanía y los mismos priístas, ven con malos ojos lo que esta haciendo ese partido y su desprestigio se esta potencializando, debido a la irresponsabilidad de sus liderazgos.

Por lo pronto la suerte esta echada con la impugnación, donde le pasaron la pelotita al magistrado presidente del Tribunal Electoral, Alejandro Wong y su equipo de colaboradores, sobre quienes se centra la atención en estos momentos para determinar sus formas de actuar, sin le siguen el juego al PRI, o bien pasan la bolita a una autoridad superior; hombre tan tranquilos que estaban los magistrados.

El análisis de hoy van más allá de eso, ya que bajaron las aguas y empiezan las preguntas, porque el PRI? impugnó, es una de ellas, a sabiendas que la tiene perdida.

Bueno pues queda claro que la impugnación es el distractor perfecto en estos momentos, toda vez que las cuestionadas finanzas del Gobierno del Estado, están en completa bancarrota, por más que el Gobernador y Jaime Herrera, secretario de hacienda, insisten en que no.

Si no fuera así, porque quieren más deuda, para que hipotecar las carreteras a 50 años, si van a sobrar más de 60 millones en caja, de acuerdo a los dichos del Gobernador.

Definitivamente no; la realidad es que Chihuahua es un estado en bancarrota, con las finanzas tronadas, sin capital para el gasto corriente.

No hay dinero ni para pagar proveedores, cuotas de Fechac y Ficosec, pero mucho menos dinero para pagar obras en proceso y abonador a los 46 mil millones de deuda directa, por eso necesitaba pedir más dinero prestado.

Lo más peligroso es que, viendo la manera de actuar, ahora el PRI entrado en calor decida mayoritear la solicitud de bursatilización de carreteras (nuevo endeudamiento) ya que lo pueden hacer desde el Congreso en el momento menos esperado, tal y como impugnaron la elección.

En dado caso la impugnación sería solo un distractor para buscar el endeudamiento o algo peor, ocultar el daño administrativo que existe en el erario, de acuerdo a las denuncias públicas del propio gobernador elector, Javier Corral.

En los hechos ahora los focos de alarma siguen encendidos a lo largo y ancho de Chihuahua y el mismo gobernador electo ha pedido a los funcionarios públicos que no se involucren en destrucción de papelería, ya que pudiera resultar en evidencia para emitir responsabilidades a quienes hayan incurrido en desfalcos.

También se pide a los funcionarios que no firmen papeles y eviten ser parte del maquillaje administrativo que se pudiera estar llevando a cabo en estos momentos, con la idea de tapar los boquetes administrativos que se han creado en la actual administración y presuntos casos de corrupción.