Informe de Reyes y otros asuntos

Para quien conoce la situación general de otros Gobiernos Estatales de extracción priísta, sabrá que el gobierno de Reyes es muy superior en muchos sentidos a ellos. Hay Estados que son una verdadera tristeza y el nivel de vida es de un atraso legendario.

No obstante, los Chihuahuenses tienen una problemática muy particular. Hemos aprendido a no tener muchas expectativas. Pero las necesidades y urgencias de nuestro Estado están a la vista. Y por supuesto que tenemos una maldición que nos llegó desde los infiernos pero un gobernante debe saber convocar a los ángeles celestiales para remediar el entuerto, dicho esto con humor.

No hay en este tema vertebración real, precisamente porque falta liderazgo. Todo son declaraciones de los actores pero faltan acciones concretas. Reconozco que en el asunto de Creel se empieza a ver una lucecita al final del tunel. Felicito a Pati González por ello. Ya era hora porque ya resultaba insostenible apoyarla aunque sea con un buen comentario en alguno de los artículos semanales. Además, ella representa para muchas mujeres un icono, que en lo práctico se traduce en una confiabilidad de que las mujeres pueden con paquetes altamente complejos como lidiar con el crímen organizado. Si Pati González acomete bien esta responsabilidad yo estoy seguro que hasta podría ser una candidateable al Gobierno Estatal. Y aunque haya algunos que se rían, estoy seguro que la seguridad que puede proyectar alguien que cuida la seguridad y la procuración de justicia sirve para otro tipo de seguridades. Eso creo.

En el informe se exponen muchos datos, muchas acciones. Para mi demasiadas acciones en un día, en un mes, o en un año, es sinónimo de superficialidad y mal gobierno. Las buenas acciones no tienen que ver con la cantidad sino con la calidad. ¿De qué sirve que mil ciudadanos ayuden con una monedita a tantos pobres, que no amainan el hambre, cuando con una empresa (UNA SOLA ACCION) se pueden crear empleos para cinco mil personas? Esa es pues la diferencia. Muchas acciones chiquitas equivalen a muchos resultados chiquitos. Quien pretende apantallar con la cantidad, o es alguien que quiere justificar un trabajo de fondo que no ha hecho o lo que es peor quiere asaltar la inteligencia de la gente sencilla para demostrarles, a a la manera del sofista y el bizantino, que él es el bueno para algo.

Un buen Gobierno transita en paz, sin desesperación, sin activismo, sin inmediateces. Con reflexión, con sistematización, con profundidad. Con impacto después de los resultados no en el proceso. Es en todo caso una actitud sospechosa como la de aquel que habla mucho y no dice nada. Y este argumento es válido para todos los actores políticos que tienen que presentar una rendición de cuentas frente a la ciudadanía.

Ojalá en los informes veamos en el futuro que los Gobernadores, Alcaldes y demás, primero se comprometan con cuatro o cinco ejes fundamentales, por ejemplo uno sería la pobreza. Y fijando el eje se informe pormenorizadamente, ahora si, cuáles fueron las mil acciones que se acometieron para conseguir reducir la pobreza y que esos datos sean entregados con los mecanismos idóneos para ser corroborados. De otra manera es puro show. La política y la administración debiera ser para profesionales no un escenario de magia para entretenr con puntadas a los asistentes.

Reconozco, sin duda alguna, que Reyes Baeza ha sido un Gobernador que ha privilegiado el diálogo y las buenas maneras, sin embargo, esto se viene un poco por tierra cuando se ve el tratamiento del caso de Juan Blanco, por la Procuraduría y por Sergio Granados. Muy amables con algunos y con otros la espada de Damocles. ¿Dónde están pues los buenos oficios?

En las otras áreas del Gobierno sí se informó sobre acciones concretas, pero son tantas y no están dirigidas a ningún eje que parecen una sobrepoblación de pecesitos plancton. Hay por millones que asustan a los depredadores. En el caso que nos ocupa, tantas acciones de gobierno no asustan sino que invitan a la sospecha.

A Reyes Baeza le faltan dos años de Gobierno. Creo yo que puede salir todavía bien librado, porque es un hombre con una armadura diplomática muy interesante. Es inteligente y creo que es un buen hombre de buenos sentimientos y equilibrio. Pero le ha faltado la energía de un hombre de Estado y tratar de que su discurso conciliador se corresponda con las acciones políticas que otros operadores del pri llevan a cabo.

Esta es mi primera impresión.