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Lunes 22 de octubre de 2007

Irresponsabilidad que mata

Eventos como este lastiman a la sociedad porque unos años atrás, estos accidentes fatales eran muy esporádicos


Después de la muerte de tres jóvenes la semana pasada como consecuencia de la combinación de alcohol y velocidad, las autoridades retoman la preocupación por hacer algo para evitar más muertes prevenibles.

Duro y al corazón, primero los padres de los infortunados jóvenes que perdieron la vida pero también a la conciencia ciudadana, fue el impacto al conocerse la fatal noticia del accidente ocurrido en la noche del jueves pasado, y no es para menos, en lo que va del año por lo menos 7 adolescentes han perdido la vida como consecuencia del abuso en el consumo de bebidas embriagantes combinada con la adrenalina en la velocidad.

Eventos como este lastiman a la sociedad porque apenas unos años atrás, estos accidentes fatales eran muy esporádicos; sin embargo, ante la proliferación de antros, puntos de venta de alcohol, el aumento vehicular, la complacencia de autoridades al no sancionar severamente a quienes venden bebidas embriagantes a menores de edad y la irresponsabilidad de algunos padres de familia; el abuso en el consumo de alcohol y de adicciones en sustancias alucinógenas, combinadas con la velocidad están propiciando mayores accidentes.

Cómo enfrentar esta problemática que amenaza con convertirse en un problema serio de salud pública?: Iniciar un programa intensivo de orientación familiar en las escuelas donde participen las autoridades educativas y las sociedades de padres de familia; realizar una campaña mediática de información sobre las consecuencias que ocasiona el consumo desmedido de bebidas embriagantes y de adicciones de sustancias prohibidas; emprender operativos en todos los lugares que venden bebidas con alcohol, llámense antros, restaurantes, bares, salones de baile, centros recreativos, parques y vía pública, para cerciorarse que no existan menores de edad consumiendo bebidas embriagantes o adquiriéndolas por envase cerrado, ello, coordinado por la dirección de gobernación estatal y municipal; y exigirle a todos los comercios establecidos de venta de bebidas en envase cerrado o preparadas, que coloquen carteles con imágenes de accidentes ocasionados por la combinación de alcohol y el volante, por muy grotescas que éstas pudieran ser.

Ciertamente la responsabilidad de educar a nuestros hijos corre por cuenta de los padres de familia, pero también las autoridades educativas juegan un rol muy importante en la formación de valores que inculcamos a nuestros hijos, por eso es menester iniciar a la brevedad con programas de orientación e información sobre el abuso en el consumo de alcohol y de sustancias alucinógenas.

No menos responsabilidad tienen las autoridades estatales y locales, porque a ellos les compete hacer vales las leyes y reglamentos en la materia, por lo que deben apresurarse a iniciar una campaña permanente de inspección en los lugares citados en párrafos anteriores, que restrinja a su mínima expresión la venta o permiso indiscriminado de bebidas embriagantes. Que se clausure sin misericordia el local que violente la Ley y se aplique todo el rigor de la misma a los encargados.

La ciudadanía debe participar activamente para prevenir más accidentes fatales como también espera que las autoridades cumplan su parte.