¿La Culpa?

A pocos días del primer informe de Calderón, el cual causó mucha expectación en los medios de comunicación a raíz de los sucesos del año pasado para su asunción al poder y de las posturas inflexibles de los perredistas. Se dudaba pues, que pudiera entrar al recinto y dar su mensaje. Al igual que se dudaba que asumiera la presidencia de la Cámara de Diputados la perredista Ruth Zavaleta y muchos aseguraban que Zavaleta recibiría el informe y legitimaría a Calderón, a lo que muchos encumbrados perredistas escandalizaron y se creo aún más polémica alrededor del informe de Calderón.

Fue un informe que tuvo sorpresas. Pero estas no fueron en los logros del gobierno, ni en acciones a favor de los mexicanos. Fueron sorpresas de la forma en que se llevó a cabo el informe. La presidenta de la Cámara de Diputados abandona el recinto junto con sus compañeros de partido. La ceremonia duró algo así como ocho minutos y ya.

Ese fue el informe. ¿Breve? No. La palabra adecuada es instantáneo y eso se debe a los nulos logros de este gobierno calderonista que, una vez que pasó el informe pensó que las cosas se calmarían, pero no es así.

Dados los inexistentes logros del “presidente del empleo” que prometió generar las condiciones para que “vivas mejor”, su urgencia previa al informe era generar los acuerdos necesarios con el Poder Legislativo para poder sacar adelante las famosas “reformas estructurales” que Fox no pudo sacar y que urgen al país.

Una de esas reformas que le urgen al país es la fiscal.

Esa que nuestros representantes camerales han interpretado como “generar más impuestos para que tu disfrutes de más y mejores beneficios en obra pública y social”. Y derivado de este razonamiento es que proponen pegarnos donde más nos duele, una vez más: nuestro bolsillo.

Pues de idea y obra de este gobierno, a través de los diputados se propone ¡aumentar el 5.5% al precio de la gasolina!

¿Lo puede creer? El gobierno que en campaña prometió reducir las tarifas energéticas, eliminar la tenencia y generar abundancia en empleo, nos golpea en un sector que es toral para el desarrollo del país.

De inicio en los medios de comunicación se manejó que los artífices de esta propuesta eran los diputados del PRI. Conforme los días pasaron, esto fue desmentido por sus líderes en el Congreso de la Unión. Ahora los panistas aceptan haber sido ellos los padres de la propuesta y resulta que siempre no fueron ellos, según las recientes declaraciones del alicaído presidente del PAN, Manuel Espino, “el alza a la gasolina no fue iniciativa del partido sino una respuesta a las propuestas de los gobernadores”.

Mientras Espino se deslinda y pretende culpar a los gobernadores que no son de su partido, el panista Gustavo Madero Muñoz (a quien se le olvidó defender a los chihuahuenses) declaró al respecto, “Que (Guillermo Ortiz) no nos haga declaraciones políticas, que haga declaraciones técnicas, él dice de una escalada inflacionaria, yo le quisiera pedir que le pusiera número a la casa, de cuánto estamos hablando, porque claro que cualquier incremento de precios tiene un impacto en la inflación, pero qué tan moderado o qué tan desproporcionado es. Yo estoy dando números de que el impacto directo no supera el 0.15 por ciento de la inflación. Menos opinión y más información, porque pretende asustar a la gente”. Además de agregar, en tierras chihuahuenses, que el aumento traerá tantos beneficios para todos, que el cuerno de la abundancia se queda chico.

En contraparte, el Gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, expuso sus motivos por los cuales dicho aumento causaría estragos en la economía del país, “A mí me preocupan los impactos indirectos, porque esto puede afectar de manera negativa las percepciones inflacionarias hacia delante, puede contaminar la formación de precios, las presiones salariales, el transporte público, etcétera”.

Los partidos andan más preocupados en echarse la culpa unos a otros, que en el impacto real de semejante ocurrencia que únicamente afecta a nuestros bolsillos y es ese el verdadero fondo.

Los mexicanos sabemos que urge una reforma fiscal y tributaria. Pero de fondo, no más impuestos cuya paternidad niegan tirios y troyanos. Los mexicanos no tenemos cultura del pago de impuestos porque no se ve reflejado en mejor calidad de vida, ni en obra, ni en mejor transporte público, ni en mayores empleos, ni en nada.

¿Es la culpa el verdadero fondo de esta ocurrencia legislativa?

Los gobiernos sordos se marean tanto en la cumbre del poder, que caen más rápido de lo que llegaron.

ULTIMALETRA

Los diversos partidos políticos parece que por fin están llegando a un importante acuerdo: la reforma electoral. Misma que cambiaría dramáticamente la vida electoral del país al regular precampañas, acortar tiempos de campañas y reducir el financiamiento. En su exposición de motivos explica que uno de sus objetivos es: "En política y campañas electorales: menos dinero, más sociedad". Esperemos se logre y no quede en letra muerta.