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Lunes 21 de diciembre de 2009

La DEA ubicó a Arturo Beltrán Leyva

Ni el Ejército ni la Marina; fue la DEA quien ubicó a Beltrán Leyva


Ni el Ejército ni la Marina; fue la DEA quien ubicó a Beltrán Leyva

La agencia antidrogas estadounidense dio información al gobierno de México sobre la presencia del ’Jefe de jefes’ en Cuernavaca y la Presidencia ordenó que la Secretaría de Marina efectuara el operativo.

La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) avisó a las autoridades mexicanas que Arturo Beltrán Leyva estaba en la narcofiesta del pasado 11 de diciembre en Tepoztlán, Morelos, y luego, mediante sus agentes en México, pudo obtener datos sobre la ubicación de El jefe de jefes en Cuernavaca el pasado día 16.

Funcionarios que participan en las reuniones del gabinete de seguridad nacional y de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron que en el primer caso la información fue proporcionada al almirante José Luis Figueroa, director del Centro Nacional de Planeación e Inteligencia (Cenapi), y desde la Presidencia de la República se ordenó que la operación corriera a cargo de la Secretaría de Marina (Semar).

Las fuentes, que solicitaron el anonimato, indicaron que tras el primer operativo el intercambio de información entre las autoridades mexicanas y estadunidenses se realizó de manera directa entre la DEA y altos mandos de la Semar.

Para la agencia estadunidense Beltrán Leyva y su organización se convirtieron en uno de los objetivos más relevantes a partir de noviembre de 2008, al descubrir que uno de sus testigos protegidos servía a ellos, a las autoridades mexicanas y al cártel que dirigía El Barbas.

Los agentes de la DEA obtuvieron mayor información acerca de Beltrán Leyva con las detenciones de Gerardo Garay Cadena, comisionado de la Policía Federal Preventiva, y del comandante de esa misma corporación Édgar Bayardo del Villar en 2008, ya que pusieron al descubierto que la organización de El jefe de jefes y el cártel de Sinaloa recibían protección de funcionarios de primer nivel de la Secretaría de Seguridad Pública federal, que dirige Genaro García Luna.

Bayardo del Villar se convirtió en testigo protegido de la PGR y, de acuerdo con la información obtenida, proporcionó datos a la DEA. El comandante fue asesinado en la ciudad de México el pasado primero de diciembre en una cafetería de la colonia Del Valle.

Según la información obtenida de funcionarios del gobierno mexicano, los agentes de la DEA obtuvieron datos de que el Distrito Federal y los estados de Puebla y Morelos se convirtieron en centros de operaciones de Beltrán Leyva.

Las versiones obtenidas refieren que el capo fue detectado por la DEA cuando visitó a un cirujano plástico en el hospital Ángeles de Puebla el pasado día 10. Ese día El Barbas y sus hombres se enfrentaron contra militares en Momoxpan y Cholula, Puebla. Supuestamente, el también llamado Jefe de jefes logró huir en una avioneta y viajó a Cuernavaca.

Luego de que los agentes de la DEA confirmaron el 11 de diciembre la presencia de Beltrán Leyva en una finca de Tepoztlán se dio aviso a las autoridades mexicanas a través del Cenapi y se decidió que fuera la Semar la que realizara el operativo, que dejó saldo de tres sicarios muertos y 40 detenidos, entre ellos 11 pistoleros y 29 asistentes a la narcofiesta, incluidos los miembros de las bandas musicales Bravos del Norte y Ramón Ayala, y Los Cadetes de Linares.

El Barbas logró escapar y se refugió en Cuernavaca. Supuestamente fue detectado nuevamente por la DEA tras recibir atención médica en un nosocomio de la capitaal morelense y dejar como domicilio el departamento que ocupaba en el condominio Altitude.

La operación siguió a cargo de la Armada, según las fuentes consultadas. A las instituciones que integran el gabinete de seguridad nacional se les informó 20 minutos antes de que los grupos de fuerzas especiales iniciaran las acciones, y sólo se pidió que la 24 Zona Militar cubriera el perímetro.

Tras el enfrentamiento, que dejó saldo de seis delincuentes y un marino muertos, las pertenencias de Beltrán Leyva fueron revisadas. Entre éstas estaba la tarjeta del cirujano plástico que supuestamente había ido a visitar a Puebla.