La UNAM y la sucesión presidencial

Es cierto que la Universidad Nacional Autónoma de México es la número uno en el mundo de habla hispana y también es cierto que su intervención en la vida nacional es importante, por tratarse de nuestra máxima casa de estudios, pero el doctor José Narro Robles, cuya misión es el estudio y la difusión de la ciencia y la cultura de manera científica, toma partido y se muestra parcial en sus definiciones sobre la política del país y concretamente en lo relativo a las elecciones presidenciales del año que entra.

En días pasados ha dicho, “que se definan los aspirantes y dejen el espacio”, y recalca, “que los aspirantes a la Presidencia de la República que actualmente ocupan algún cargo en el gabinete presidencial que ya den el paso y dejen el espacio”.

Para nada menciona el doctor Narro Robles en su petición, que también dejen sus cargos, los que quieran estar en la boleta electoral de julio de 2012, que ahora tienen la responsabilidad de ser gobernadores de los Estados, Senadores o Diputados Federales.

Con su conducta dirigida, el rector de la UNAM pretende proteger los intereses del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, del coordinador de Senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera y del jefe de gobierno de Distrito Federal, Marcelo Ebrard Causabon.

Si como Narro asegura que el país pasa por momentos difíciles, por lo cual es necesario que toda la sociedad y los funcionarios públicos asumamos nuestro papel, y que todos estemos concentrados en lo que nos toca, entonces su iniciativa para ser justa, debe incluir a todos los funcionarios de todos los niveles y poderes públicos que abandonen todos sus privilegios, si desean participar como candidatos presidenciales en el primer semestre de 2012.