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Lunes 7 de abril de 2008

Las confesiones de Agustín

Confesar no solo es expresar nuestros actos, ideas o sentimientos


Confesar no solo es expresar nuestros actos, ideas o sentimientos

“Ni la mas pequeña hoja de un árbol puede moverse sin la voluntad de Dios”… Esta frase se le atribuye a San Agustín, defensor de la verdad y pastor de las almas.

Agustín nació el 13 de noviembre del año 354 en Tagaste. Una pequeña población del norte de África. Las principales fuentes sobre la vida y carácter de este santo son sus propios escritos, especialmente las “Confesiones”, que relatan la conmovedora historia de su alma.

Confesar no solo es expresar voluntariamente nuestros actos, ideas o sentimientos…. Es liberarse de aquello que atrapa nuestro corazón.

La filosofía de San Agustín

Este singular santo, hizo triunfar la posibilidad de conocer la verdad. Cuando los escépticos dijeron: “No existe la verdad, de todo se puede dudar”; San Agustín replicó: “se podrá dudar de todo lo que se quiere, de lo que no se puede dudar es de la misma duda”

Cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él más que la voluntad de Dios. Pero cuando intenta descubrir los fundamentos mas profundos dice: “El bien se da con la ley eterna”

Y siempre tendrá lugar en la historia la lucha entre la luz y las tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo divino y lo anti-divino... En su gran obra “La ciudad de Dios”, San Agustín, muestra cómo los poderes del bien tienen que luchar constantemente contra el mal. Y su conclusión es que el bien siempre triunfa sobre el mal, así como la verdad sobre la mentira.

En la actualidad, el concepto de verdad ha perdido su valor olvidando que “la mentira” forma parte de los diez mandamientos, los cuales, se resumen en dos: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

La voluntad de Dios no se conoce, se manifiesta y es en ese momento que nos damos cuenta de que en realidad existe.

En determinados momentos de la vida, se hace necesario un periodo de prueba donde parece que nada tiene mas solución y nos sentimos abandonados de la voluntad del Señor. Pero, es en esos momentos de soledad espiritual cuando aparece ante nosotros el mensaje del creador…. Nunca hay que olvidar lo siguiente: “después de la tormenta, siempre sale el sol” y cuando aparece…. ¡Brilla con mas intensidad!

A veces, por desgracia, nos toca vivir un caos impredecible donde las sonrisas se convierten en llanto…… donde pareciera que el mal ha ganado la batalla… y el amor se convierte en dolor…. Esto llega, cuando menos lo sospechamos o cuando ni siquiera lo merecemos... Pero, tarde o temprano la justicia divina se impone mostrando la verdad para terminar con cualquier arbitrariedad.

Siempre que estamos a punto de caer y perder la razón, Dios manda uno de sus ángeles…. Para indicarnos el camino…. En cuestión de esperanza.

El tema central del pensamiento de San Agustín es la relación del alma, perdida por el pecado y salvada por la gracia divina.

"Afortunadamente Dios no nos da todo lo que le pedimos, sino solamente lo que es mejor para nosotros"… San Agustín.