Las crisis de Chihuahua

El Estado de Chihuahua esta en uno de sus peores momentos de la historia.

Crisis por el narcotráfico, crisis por el crecimiento del delito común, crisis económica, crisis por el crecimiento de consumo de drogas y lo que faltaba, crisis política por la falta de cerebro de nuestros representantes populares.

No, no, no. No es posible que esto este sucediendo.

Primero la inseguridad que venimos padeciendo en los últimos años, como efecto nacional del combate a la delincuencia organizada, pero también como efecto local y reflejo del enquistamiento de los grupos delictivos en la sociedad chihuahuense.

Pues bien ese primer punto de la inseguridad hoy acelera otras crisis, la de la delincuencia común con robo de autos, viviendas, comercios, además de otros delitos más fuertes como secuestros, los cuales están creciendo aceleradamente.

En segundo lugar viene ya la crisis económica, porque aunque aún en el puente de fin de semana El Paso Texas estuvo abarrotado, definitiva los gringos ya le están subiendo a todo.

De dolarito en dolarito pero los que se escaparon al pacho se dieron cuenta no es lo mismos el dólar a diez que a trece, tampoco es lo mismos Estados Unidos en tiempos de gloria que en tiempos de crisis.

Como lo lee usted mi estimado, los gringos ya le están subiendo a todo y los mexicanos tenemos que prepararnos para entrando el año, por eso no hay que soltar para nada el aguinaldo porque en la ma… ceta.

Finalmente hay un tercer e importante punto, la crisis por el consumo de drogas en los jóvenes, situación que se ve reflejada en otros aspectos delictivos cuando falta droga y cuando no hay suficientes opciones de rehabilitación.

Por otra parte, pero como tema relacionado, esta la crisis que provocan nuestros políticos.

Las posiciones entre los partidos están cerradas, no hay solución, esta la guerra desatada y no hay capacidad de respuesta a las demandas ciudadanas.

Que si es culpa del PAN, que si es culpa del PRI, en fin, señalamientos y más señalamientos, pero sin solución.

Lo cierto es que el obligado definitivo es quien esta en el poder, en este caso el PRI es quien debe buscar los enlaces utilizado oficio político, diálogo y concertación, pero hasta ahora solo se ha visto lo contrario.

Quien ocupa el poder desata la guerra y luego le echa la culpa al otro, eso es evidente y no se necesita ser analista político para darse cuenta. Lo que Ambrosio no entiende es de qué les sirve hacer eso, sobre todo si al final de cuentas quien pierde gobernabilidad es quien tiene el poder.

Ojala y estos políticos que encabezan la guerra, tanto del PRI como del PAN, se sentaran a dialogar sobre Chihuahua, su sociedad y sus necesidades, para buscar darle una solución lógica y apegada a lo que se requiere en estos momentos, no buscando el pleito que rinda dividendos políticos posteriores para uno u otro bando.

Porque ya urge, urge, urge la paz social y tener una paz política sería un buen paso para buscar luego ese anhelado camino.