Llega a su fin reinado de Beltrán Leyva

Washington—“El reinado de Arturo Beltrán Leyva ha llegado a su fin”. Con este escueto pronunciamiento la agencia estadounidense antinarcóticos (DEA) consignaba ayer un acontecimiento de enorme escala trágica y confirmaba que la localización y muerte del capo en Cuernavaca, Morelos, ha sido producto de la colaboración entre México y Estados Unidos.

“Su muerte ha cercenado y reducido a uno de los más violentos cárteles en el mundo y ha sido fruto del intercambio de información (de inteligencia) entre las agencias federales de EU y nuestros valerosos aliados en México”, dijo la DEA en un comunicado.

La agencia antinarcóticos reaccionaba así a la muerte de El Jefe de Jefes, una noticia que a última hora del pasado miércoles compartía en tiempo real con las autoridades de México, pero que prefirió dejar reposar y consensuar con sus aliados al sur de la frontera, antes de emitir un pronunciamiento oficial.

“Esta operación puede considerarse como un modelo de nuestro compromiso para trabajar juntos y desmantelar a los cárteles de la droga. Con esta acción, el presidente de México, Felipe Calderón, se ha anotado una importante victoria contra el cártel de Arturo Beltrán Leyva”, dijo la agencia al evocar las acciones conjuntas que México y Washington han llevado a cabo desde agosto pasado, cuando el Departamento de Justicia anunció la acusación formal del capo mexicano ante los tribunales de EU y lo incluyó en una lista de 43 responsables de ingresar toneladas de droga a ese país.

En ese entonces, el fiscal general estadounidense, Éric Holder, aseguró que la organización encabezada por “El Barbas”, introdujo entre 1990 y 2008 unas 200 toneladas de cocaína y una cantidad similar de heroína, con ganancias cercanas a 5 mil 800 millones de dólares.

“Estábamos confiados en que nuestros aliados en México harían lo posible para perseguirlo y detenerlo para exigirle cuentas por los terribles crímenes que ha cometido”, añadió la DEA, en alusión a un hombre de extrema peligrosidad por el que se ofrecía una recompensa de 1.5 millones de dólares.

El pronunciamiento de la agencia antinarcóticos coincidió ayer con el del Departamento de Estado, que se congratuló por “una acción perfectamente ejecutada por las Fuerzas Armadas de México que ha supuesto un considerable golpe contra los cárteles de la droga”.

Desde comienzos de 2009, el secretario de Marina, Mariano Saynez, ha mantenido contactos con altos mandos del Pentágono y con representantes de las distintas agencias federales de inteligencia y lucha antinarcóticos, para reforzar el intercambio de inteligencia y apuntalar los esfuerzos de las Fuerzas Armadas en el rastreo y vigilancia de las nuevas rutas del narcotráfico.