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Lunes 21 de julio de 2008

México entre el fuego de los carteles

En lo que va de año la ola de violencia entre los carteles de drogas se ha cobrado la vida de 2.160 personas


En lo que va de año la ola de violencia entre los carteles de drogas se ha cobrado la vida de 2.160 personas

México.- México está experimentando las experiencias más negras vividas por Colombia en su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, y debe emular muchas de las prácticas aplicadas en ese país para combatir el problema, coincidieron varios analistas mexicanos.

En lo que va de 2008 en México han muerto más de 2.160 personas a manos del crimen organizado, según cifras extraoficiales, mientras que el año pasado murieron 2.700, lo que hace presumir que éste será más violento que el anterior.

De esta cifra, al menos 109 policías mexicanos de distintas corporaciones fueron asesinados en el país entre el 1 de enero y el 23 de junio, informaron medios locales basándose en datos de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).

En todo 2007 la cifra de policías muertos de forma violenta ascendió a 227.

La creciente ola de violencia que sacude al país, especialmente a los estados de Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas y Baja California, recuerda escenas de ciudades como Medellín o Cali (en Colombia) en los años 80 y 90, con la diferencia de que por el momento no ha habido atentados masivos e indiscriminados contra civiles.

Cientos de miembros de las fuerzas de seguridad asesinados, decenas de miles de militares en las calles y acusaciones de relaciones entre políticos y "narcos" son sólo algunas de las similitudes de este conflicto con el vivido en Colombia.

Otro punto en común es la aprobación en Estados Unidos y México de la Iniciativa Mérida, un plan de apoyo contra el narcotráfico por unos 400 millones de dólares para comprar equipos y capacitar agentes en su primera año de vigencia, señalado por sus detractores como un calco del Plan Colombia.

Marcadas diferencias

Para el analista Marco Lara, hablar de la "colombianización" es un concepto "anacrónico, obsoleto y estigmatizante", que de todos modos puede servir para explicar una tendencia actual en México.

"Significa que el estado mexicano pierde control y que es tomado por actores de la delincuencia organizada, organizados a su vez por actores formales del poder político y económico", indicó.

No obstante, si bien Colombia no ha resuelto todos sus problemas, sí "ha desarrollado muchísimas herramientas de carácter ciudadano, de gobierno, de reforma policial, de re-enfoque del papel de las Fuerzas Armadas, de organización de la sociedad civil, que nosotros en México estamos muy lejos de haber alcanzado", apuntó.

Al respecto, el escritor mexicano Juan Villoro dijo recientemente en un artículo publicado en la prensa: "Colombia ha pasado por años de sangre. Sin embargo, mientras en México se afirmaba con implícita superioridad: Nos estamos colombianizando, allá se recuperaban espacios de soberanía y se combatía el crimen organizado, tanto en la selva como entre los políticos".

En este sentido, el novelista consideró que actualmente la "colombianización" "es motivo de esperanza".

Para Lara, en México hay "síntomas severos de pérdida de control del Estado de amplias regiones o zonas del país".

Al respecto, el diario El Universal, citando un informe de la fiscalía mexicana, aseguró que al menos 80 municipios de este país están controlados por el narcotráfico.

Se ha hecho poco

A juicio de Lara, la guerra del Gobierno contra el narcotráfico es una estrategia mediática que no afecta a "gran parte de las operaciones del crimen", sobretodo los flujos financieros.

Otro especialista, José Reveles, coincide en que el Gobierno ha hecho muy poco contra el lavado de dinero, y como ejemplo destacó que apenas hace un mes se aprobó una ley de "extinción de dominio", que le permite al Gobierno expropiar bienes relacionados con delincuentes.

A su vez, Reveles señaló que el conflicto mexicano se parece cada vez más al colombiano por el creciente número de delincuentes extraditados a Estados Unidos, que el año pasado fueron 86.

Reveles opinó que ello podría explicar el aumento de la violencia en el país, donde los narcotraficantes se enfrentan a plena luz del día con las autoridades, decapitan a sus víctimas y cuelgan en los cadáveres carteles con amenazas.

En cambio, en Colombia un numeroso grupo de legisladores se encuentra preso por sus relaciones con el crimen organizado y ha sido detectado dinero del narcotráfico en campañas políticas, algo que no ha sucedido en su país, dijo.

El combate a estos grupos criminales es una de las prioridades políticas del presidente Felipe Calderón, que desde que asumió el poder hace poco más de un año y medio ordenó el despliegue de varias decenas de miles de militares y agentes federales por los estados más conflictivos del país.

Sin embargo, en México la polémica actual es por unas declaraciones, desmentidas por el Gobierno, del titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Guillermo Valdés, quien apuntó a una posible infiltración del narcotráfico en el Congreso mexicano, lo que produjo
airadas reacciones de legisladores.

Cada vez son más lo que dejan su lugar

Aquellos policías que se enfrentan con los carteles de la droga se sienten aislados y vulnerables cuando se vuelven blancos de ataque, como sucedió con 22 comandantes de Ciudad Juárez.

Los narcotraficantes los colocaron en una lista de amenazados de muerte dejada este año en un monumento a los caídos. la lista estaba dirigida a “aquellos que aún no creen” en el poder de los carteles.

De los 22, siete han sido asesinados y tres heridos en atentados. Once de los 12 restantes han renunciado, y funcionarios municipales dijeron que él único que sigue en funciones no desea ser entrevistado.

Los asesinatos son una respuesta a una batida lanzada por el presidente Felipe Calderón, quien ha enviado miles de soldados y policías federales a todo el país para enfrentar a los carteles. Los narcotraficantes han replicado enviando asesinos para atacar a policías con granadas y fusiles automáticos.

Se rinden

Cada vez más, la policía se está rindiendo. La semana pasada, funcionarios estadounidenses revelaron que tres comandantes policiales han cruzado a Estados Unidos en busca de asilo, diciendo que se sienten desprotegidos y temen por sus vidas.

“Es casi como una batalla militar, dijo Jayson Ahern, subcomisionado de la agencia de aduanas y fronteras de Estados Unidos. “Pienso que en general el público tenga alguna idea del nivel de violencia que existe en la frontera”.

El 8 de mayo, Edgar Millán Gómez, que se había hecho cargo interinamente del puesto de jefe de la policía federal, fue asesinado en las afueras de su casa en Ciudad de México. La policía responsabilizó al cartel de Sinaloa y dijo que un policía estaba entre los sospechosos arrestados.

En Ciudad Juárez, más de 100 de los 1.700 policías de la ciudad han renunciado o se han retirado desde enero.

Los carteles mexicanos se han vuelto tan intrépidos que, en la vecina Guatemala, han transmitido anuncios de radio con los que buscan reclutar a ex soldados para trabajar como pistoleros. También atan pancartas sobre las carreteras de Nuevo Laredo con mensajes como “Los Zetas (una pandilla de narcos) te quieren - Ofrecemos buenos sueldos”.