25.46°C

Nubes

Chihuahua, Chihuahua



Martes 3 de mayo de 2011

Muere víctima de influenza Luis K. Fong

Muere víctima de la influenza el activista político Luis K. Fong


Muere víctima de la influenza el activista político Luis K. Fong

El activista político Luis K. Fong falleció esta madrugada a causa de la influenza AH1N1. Fong se encontraba postrado por influenza desde el 13 de abril hospitalizado en el Hospital General de esta ciudad, conectado a un aparato de respiración.

LUIS K. FONG: KAMINANDO CONTRA LA MUERTE
Por: Víctor M. Quintana S.

En la madrugada de hoy, 3 de mayo, Luis K. Fong falleció, o cambió de forma de vida, como muchos diríamos. Dio por terminada esa tozuda kaminata (con K, como él lo escribía) contra la muerte, que no nació al calor de esta guerra absurda calderoniana, sino desde que su voluntad de hierro lo hizo erguirse contra la polio que lo afectó desde niño. Desde que sintió y, sobre todo analizó, que toda forma de explotación que hay en este mundo es muerte a cuentagotas o a borbotones y que luchar contra ella es luchar por la vida y por la paz.

Muchas veces disentimos de Luis K. Muchas veces discutimos y nos intercambiamos ironías, pero por encima de todo ello, nunca dejamos de sentir su apoyo en los momentos en que lo necesitamos. Nunca dejamos de sentir que el “internacionalismo proletario” que propugnaba lo actualizaba en un “intersectarismo solidario” en los momentos de dificultad, de represión, de amenaza.

El Kaminar de Luis K. Fong nos enseña varias cosas. En estos tiempos en que abundan las quejas por “la falta de valores” y que se cree que la única fuente de los mismos está en la prédica religiosa o moralista, el vivir y el actuar de Luis K. es testimonio indudable de valores vividos, encarnados:

La coherencia con las propias convicciones, con los propios ideales. Se cayera el Muro de Berlín, se disolviera el Partido Revolucionario de los Trabajadores, dijeran los intelectuales de postín que “el marxismo está acabado”, Luis K. fue trostkista, marxista y leninista desde que adoptó no sólo esta visión del mundo, este método de análisis de la realidad, sino también esta exigencia de militancia por la causa de los oprimidos de este mundo. Coherencia entre un análisis y una práctica cotidiana.

La tenacidad. El mantener esta coherencia contra viento y marea; el perseverar en el esfuerzo decidido colectivamente, a pesar de que los resultados sean poco visibles, como lo demostró recientemente en las Kaminatas contra la Muerte, “No keremos esta guerra”, el esfuerzo continuado por publicar con regularidad “La gota”, su lucha vital en contra de su mal, a pesar de diagnósticos y pronósticos médicos nos hablan de un carácter que no domaron las adversidades y que si no veía la esperanza en el horizonte próximo, la construía. Cuando Rocío, su inseparable compañera de todas las luchas me dijo “Los médicos le dan sólo un 20% de posibilidades de vida”, no pude menos que decirle: “Eso no amilana a Luis K, siempre ha combatido desde la minoría”.

La mística. Es el motor que hizo que Luis K. mantuviera su coherencia y su tenacidad. La fuerza de su ideal revolucionario, de su afán justiciero. Podrá uno estar en desacuerdo con algunas de sus formas y expresiones, pero que alguien se mueva por una mística, es un aporte, un testimonio para una sociedad que se asfixia entre el individualismo hedonista y el materialismo rastrero (ni dialéctico ni histórico como los de Luis K.). Tal vez el orientar su vida por esta mística revolucionaria es lo que hizo que Fong tuviera muchos seguidores jóvenes, sedientos de ideales y desafíos que le den sentido a sus existencias.

Con estos valores no predicados, sino practicados, la Kaminata contra la Muerte de Luis K. Fong habrá, por fin, triunfado: su memoria será una memoria de lucha, una memoria de vida.