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Viernes 20 de agosto de 2010

Cuarentena

Cada vez es más evidente y urgente la necesidad de una reforma política auténtica y eficaz


Cada vez es más evidente y urgente la necesidad de una reforma política auténtica y eficaz

Para estar acorde con los tiempos, a la manera en que lo hacen los modernos sistemas de cómputo, cualesquier país debería invertir en la procuración de un sistema de protección en contra de los elementos que pudieran infiltrarlo, contaminarlo y causarle daños estructurales que lo paralizaran e incluso pudieran llegar a inutilizarlo.

Debiéramos referirnos a “nuestro sistema político” pero como el de este país, el que hay está secuestrado por una élite que se lo ha apropiado y lo maneja a su antojo, nos referiremos al Sistema Político Mexicano como cosa ajena e impersonal y de él diremos que desde hace muchísimas décadas está dando muestras evidentes de sufrir una grave contaminación y hasta la fecha no se ha visto ni siquiera la intención de dotarlo de un escudo anti – virus que le permitiera detectar a tiempo los ataques destructivos de elementos que se consideran punto y aparte de la realidad nacional y desde sus posiciones de privilegio, parasitan para su beneficio personal desde el ámbito de los negocios públicos, consumiendo impúdica e inmisericordemente los recursos públicos impidiendo con ello la buena marcha y el desarrollo positivo de estos asuntos y por ende, la realización de cualquier proyecto de nación equitativo y sustentable.

Más allá de las teoría y las ensoñaciones, para efectos prácticos tenemos que una vez confirmado y legalizado un triunfo electoral de cualquier partido o candidato, la ciudadanía quedamos indefensos ante las eventualidades de un mal desempeño por parte de esos nuevos gobernantes, prácticamente condenados a tener que soportarlos hasta que concluya el plazo constitucional otorgado a cada administración, aunque en ese lapso, nos resulte evidente su corrupción y esta llegue a veces a niveles patentemente delictivos.

El más reciente botón de muestra nos lo ha brindado en forma por demás ilustrativa el nefasto Fidel Herrera, gobernador en turno del infortunado estado de Veracruz, quien fue sorprendido in-fraganti en pleno delito electoral y comisión de peculado administrativo a favor del que gracias a sus malos oficios hoy funge como tapadera de las cochinadas que cometió y sigue cometiendo en su período de mando.

El cinismo, la prepotencia y la soberbia del sistema que nos rige, quedaron demostrados en ese momento en el que se hicieron públicos sus indebidos manejos, pues de los propios belfos babeantes de este “animal político” ¿o debiéramos decir “político animal”?, quedó consagrada para la historia negra de la política nacional la grotesca frase que acuñó... “yo tengo el ´inche poder y puedo hacer lo que quiera.”

Los medios informativos nacionales se encargaron de difundirla a lo largo y lo ancho del territorio nacional y por efecto de la globalización mediática, el hecho se conoció hasta el último rincón del planeta, más la única consecuencia del hecho fue que a ojos de propios y extraños aumentó nuestro desprestigio como país, porque lo que fue a este troglodita empoderado, no le ha sucedido absolutamente nada.

En otros países, por circunstancias menores, ya no digamos de un gobernadorcete; sino que presidentes, primeros ministros y hasta reyes, se han visto obligados a renunciar al cargo y han quedado inhabilitados para desempeñar cargos públicos siendo tal la presión del repudio social que ha caído sobre ellos, que en algunos casos han llegado a optar por el suicidio... (Suspiro) ¿Porque no les dará por hacer lo mismo a “esos” políticos nuestros?

En cambio aquí, en el país de al revés, este patán absoluto, recibió el apoyo incondicional y la “indignada” solidaridad de Beatriz Paredes, dirigente nacional del partido que más que apoyarlo, lo solapa y como a él a muchos de este equipo de rufianes y en vez de ellos mismos promoverle un juicio político por enlodar el nombre del partido con sus acciones ilícitas, convertidos en sus cómplices por encubrimiento, los priístas están pugnando por que reciba un castigo ejemplar ¡pero no él, sino quien resulte responsable de haber “violado” la privacidad y la confidencialidad de su protegido!. O sea que como dicen los chavitos fresas, “primero muertos que sencillos”, ¡todo se vale menos reconocer que todos ellos son unos perfectos mafiosos!

Con demasiada lentitud, - explicable por el grado de enajenación en el que nos mantienen postrados mediante la desinformación, recurso que han aprendido a manejar magistralmente - a pesar de ello los ciudadanos empezamos a reaccionar ante esta insultante realidad. Empieza a tomar forma la iniciativa ciudadana que está encaminada a arrebatarles una cuota de poder que se adjudicaron a través de las diputaciones pluri- nominales, en corto tiempo veremos como desaparece esa injustificable canonjía y los que resulten electos por voto directo, tendrán que empezar – apenas - a practicar la sana costumbre de rendirles cuentas de efectividad a sus “representados”.

Más la exigencia ciudadana no debe darse por satisfecha con ese logro, debemos ir por todo, porque todo nos pertenece y no debemos conformarnos con migajas políticas. Se hace imperativo un mecanismo de rendición de cuentas que no tenga que esperarse hasta el final del período constitucional de cada administración, porque ya para entonces el daño estará hecho y a veces en forma irreversible... porque “palo dado ni Dios lo quita”

Nuestros empleados públicos – porque eso y solamente eso son - desde el Presidente de la República para abajo deben estar sujetos a un escrutinio continuo y exigente, vía la transparencia, que en el momento en el que se detecte un indebido manejo de los asuntos públicos, en ese mismo momento se vea sujetos a un proceso de revisión, aclaración y reclamación de responsabilidades, culminando con su remoción del cargo y puntual cumplimiento de la sentencia que de la gravedad de su delito se derive.

Para lo cual, el otro vicio en el que se ha convertido el fuero, debe desaparecer en su pervertido formato actual y si bien hubiera de conservarse el concepto, deberá acotarse sólo para aplicarse en su enfoque ideológico tal como fue creado y no seguir funcionando como parapeto de impunidad para que con él evadan la acción de la justicia gentes como el “mangoneador” de Veracruz.

Cada vez es más evidente y urgente la necesidad de una reforma política auténtica y eficaz, todo apunta a que tendremos que adoptar un sistema de gobierno que se aleje de este agotado presidencialismo y vaya siendo más parecido a un sistema parlamentario, en el que un primer ministro se desempeñe como ejecutivo, pero sea contrapesado por un congreso representativo que funja como un fiscal defensor de la soberanía del pueblo y tenga las atribuciones y herramientas legales y diplomáticas para llegado el caso enfrentar y destituir a un gobernante nocivo para los intereses de la nación.

Para concluir, retomemos la idea original expresada al inicio de esta reflexión; ante el desprestigio y la desconfianza generada – no por las instituciones, sino por los que las manipulan - el sistema político Mexicano debe ser dotado de una fiscalía ciudadanizada que opere como un sistema de detección de malhechores encubiertos bajo un disfraz de “servidores públicos”, y que la acción de la justicia contra ellos sea rápidamente aplicada, ya sea poniéndolos en “cuarentena de observación” o como en el caso de los virus que infectan los espacios cibernéticos, deban ser eliminados definitivamente de la función pública en el momento mismo en el que se les compruebe un delito.

Por lo pronto y sólo en vía de mientras, completemos lo iniciado, reafirmemos el “no” rotundo que le estamos dando a las diputaciones pluri-nominales, hablemos claro y fuerte para que en esta próxima sesión del Congreso se elimine definitivamente esa prebenda conveniente sólo para los partidos y tan perjudicial como lo ha demostrado ser para la ciudadanía.