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Viernes 9 de enero de 2009

Narco y crisis, agenda de Calderón y Obama

Analistas llaman a no generar muchas expectativas sobre este encuentro


Analistas llaman a no generar muchas expectativas sobre este encuentro

Cuando el próximo lunes el presidente de México, Felipe Calderón y el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, se vean por primera vez cara a cara en Washington, los dos líderes políticos tendrán ante sí la oportunidad de imprimirle un nuevo tono e impulso a las relaciones entre ambos países para enfrentar el desafío de la guerra contra el narcotráfico, pero también de afianzar la complementariedad de ambos países frente a una crisis económica sin precedentes desde la Gran Depresión.

La propuesta de acciones concertadas para enfrentar la crisis económica, así como los temas de seguridad, y migración, son los aspectos prioritarios que el presidente Calderón “tiene la intención” de exponer durante la reunión que sostendrá el próximo lunes en Washington con el presidente electo Barack Obama, explicó ayer la canciller mexicana Patricia Espinosa al dar a conocer la reunión. Más tarde la Presidencia agregó el interés del mandatario de abordar en la reunión “asuntos de “relevancia regional y mundial”.

El presidente electo estadounidense ha mostrado, a través de su equipo, su interés por tocar de temas de seguridad, economía, migración y de cooperación bilateral.

La canciller mexicana reconoció que en la entrevista que durará de 60 a 90 minutos, posiblemente “no habrá oportunidad de agotar esta agenda, muchos aspectos quedarán solamente planteados; pero recordemos que mientras no tome posesión no hay formalmente una posibilidad de ir actuando, pero es importante este diálogo para que desde el primer día de la administración las preocupaciones, prioridades y visiones de México estén muy bien registradas”.

Espinosa Cantellano destacó el que Obama haya encontrado un espacio para esta reunión, que se efectuará en el Instituto Cultural de México en Washington, “lo tomamos como una señal muy clara de la relevancia personal que le da el presidente electo a la relación con nuestro país”.
Detalló que en el tema económico, intercambiarán puntos de vista sobre los esfuerzos de ambas naciones para mitigar los efectos de la situación económica internacional.

El presidente Calderón, dijo, “subrayará la importancia de llevar a cabo, como parte integral de las políticas que ambos países estamos desarrollando para enfrentar la situación financiera internacional, acciones concertadas encaminadas a incrementar la competividad regional en América del Norte”.

En materia de seguridad, el mandatario mexicano señalará la importancia de dar continuidad y profundizar la cooperación enre ambas naciones, “con objeto de enfrentar más eficazmente los retos que afectan a ambos países (…) bajo los principios de corresponsabilidad y pleno respeto de la soberanía y jurisdicciones nacionales”.

Respecto al tema migratorio, Calderón “impulsará una visión más objetiva de este fenómeno, buscará en particular, promover mejores condiciones para los mexicanos en Estados Unidos, sobre la base del respeto a todos sus derechos y el reconocimiento pleno a la aportación económica, social y cultural que realizan”, adelantó la canciller.

El Ejecutivo también se reunirá con los líderes del demócratas y republicanos del Congreso, ante quienes abordará el tema migratorio y la necesidad de dar continuidad a la Iniciativa Mérida.

Al encuentro con Barack Obama asistirán la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; el titular de Hacienda, Agustín Carstens y el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

A su vez, Barack Obama, llegará acompañado por el general James Jones, consejero de Seguridad Nacional del presidente electo y, posiblemente, algún representante del Departamento del Tesoro. Fuentes próximas al equipo de transición han confirmado que, bajo el brazo, el presidente electo llevará una agenda que pasará por la revisión de temas de seguridad, economía, migración y otros asuntos de cooperación bilateral.

“Mi preocupación es que se creen demasiadas expectativas de un encuentro que tendrá un gran valor simbólico por tratase del primer encuentro de Obama con un jefe de Estado, pero del que difícilmente podrán salir resultados concretos”, advirtió Armand Peschard-Sverdrup, del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales de Washington (CSIS) y director general de la empresa consultora Peschard-Sverdrup y Asociados.

Peschard-Svedrup, un respetado mexicanólogo que tendrá la oportunidad de participar en una cena con el presidente de México antes de que éste se reúna con el presidente electo, Barack Obama, consideró que durante éste primer encuentro el mandatario mexicano tendría que aprovechar la oportunidad para poner sobre la mesa de Obama no sólo del tema de la seguridad bilateral —“una agenda que ya avanza por si solita”—, sino enfatizar la complementariedad de la economía mexicana en actual coyuntura y dentro de la visión de cambio y transformación económica que es la agenda prioritaria de Obama.

Durante su visita de apenas dos días, Felipe Calderón cumplirá así con un viejo ritual que se remonta a la administración del presidente, Ronald Reagan, cuando el entonces presidente electo de Estados Unidos decidió contactar al jefe de estado de su vecino al sur.

“Esta entrevista forma parte de esa tradición y reafirmará en todo caso la relación especial que tiene Estados Unidos con México y el reconocimiento de la interdependencia de ambos países”, consideró Andrew Selee, director del Instituto de México del Woodrow Wilson Center.