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Martes 17 de agosto de 2010

Neoliberalismo

La economía mexicana no ha funcionado en condiciones óptimas en ningún momento desde que existimos


La economía mexicana no ha funcionado en condiciones óptimas en ningún momento desde que existimos

La economía mexicana no ha funcionado en condiciones óptimas en ningún momento desde que existimos como nación independiente. Vamos a celebrar los 200 años de Independencia y 100 de Revolución en un escenario de crisis económica mundial y nacional en el que muchos sectores demandan el cambio del actual sistema económico conocido como Neoliberalismo. Este sistema creado en la década de los ochentas del siglo pasado, por Estados Unidos y Gran Bretaña, fue instaurado en nuestro país en el gobierno del presidente Miguel de la Madrid, 1982-1988, cuando el modelo económico estatista del PRI quebró y sumió a nuestro país en la crisis económica más grave de todos los tiempos. Al término del gobierno del presidente José López Portillo, el déficit público llegó al histórico 18 por ciento del PIB y en 1987 la inflación alcanzó el 150 por ciento. En aquellos momentos el Estado mexicano llegó a tener más de mil empresas públicas y organismos descentralizados y en México y el mundo se derrumbó el modelo del Estado protector, dando paso al modelo de economía de libre mercado, hoy más conocido como Neoliberalismo.

El Neoliberalismo fue implantado por el Régimen de la Revolución porque el modelo de economía mixta con fuerte presencia del Estado fracasó estruendosamente 1981. A los presidentes priistas MMH, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo no les quedó más remedio que desmantelar el gobierno paternalista e ineficiente que había diseñado el PRI desde el gobierno de Lázaro Cárdenas en 1934-1940. Desde hace treinta en México y en el mundo, el PRI y la izquierda nacional han combatido y pugnado por la desaparición del Neoliberalismo como sistema económico, pero como no han sido claros en un nuevo proyecto, pensamos que tanto el PRI como la Izquierda Nacional quieren regresar al modelo Estatista que ya conocemos y que, repito, fracasó de manera ruidosa en materia económica.

En todo el mundo ninguno de los inconformes ha presentado un programa económico viable que sustituya al maldecido Neoliberalismo. El Partido Laborista de Gran Bretaña con Anthony Blair, primero como dirigente nacional de esa conformación política de centro izquierda y después como jefe del gobierno británico, propuso algo que se llamaba la Tercera Vía, cuyo contenido económico y político era una copia de la famosa Economía Mixta que en la segunda mitad del siglo 20, fue aplicada en México y en el mundo, principalmente en el mundo subdesarrollado.

Hoy México en la practica tiene una economía mixta, porque el 15% del PIB es generado por el Estado a través de empresas públicas como PEMEX, CFE principalmente. El 85 por ciento de la economía nacional es producto de la participación de la iniciativa privada.

Para el PRI y la Izquierda Nacional es bueno recordarles que en México la participación del Estado en la economía se encuentra en el límite que un pueblo puede pagar por su Gobierno. El 25% del PIB es el tope de gasto público que puede ejercer un gobierno, sin que la administración pública se convierta en una carga para una nación y este indicador es el promedio que durante los últimos 25 años ha tenido el presupuesto de egresos de la federación. Hoy el gobierno del presidente Calderón tiene una deuda pública total que abarca el 37% del PIB y buscar mayor endeudamiento para que el Estado apalanque programas de producción o sociales sería comprometer a esta y a las futuras generaciones a una deuda pública impagable y que termine en una nueva quiebra económica como la de la década de 1980-1990.

Con los programas de Combate a la Pobreza que entregan subsidios para 1 de cada cuatro mexicanos y el Seguro Popular cuyo régimen de seguro médico cubre ya 37 millones de habitantes y se estima que para 2011 la cobertura de salud pública abarcará a la totalidad de los mexicanos, vía IMSS, ISSSTE y SP ya se tiene comprometido el presupuesto federal al 100 por ciento, e incluso se tiene que utilizar al máximo los excedentes petroleros, tener una deuda pública interna que aumentó de 11 por ciento del PIB en 2000 a 21% del PIB en junio de 2010, de una deuda pública externa que disminuyó de 14 por ciento del PIB en 2000 a 5% del PIB en junio de 2010 y finalmente el esfuerzo de la economía nacional para mantener unas reservas internacionales iguales al 12 por ciento del PIB durante la presente crisis económica nacional contra el 2% que se tenía cuando estalló la economía nacional en 1995. Sobre este último concepto es bueno recordar que gracias a la previsión de los gobiernos de Fox y Calderón, en el momento que se derrumbó la economía de los Estados Unidos y del mundo en 2008, el país contaba con suficientes reservas internacionales para evitar una devaluación del peso más grave y que estallara la inflación a niveles superiores a dos dígitos. En 1995 cuando la enésima debacle económica de México afloró, la devaluación del peso fue al doble y la inflación subió al 50% en 1995.

México hoy tiene 19 millones de mexicanos en la pobreza extrema o miseria, y en 1995 llegó a tener 37 millones. El PRI y la izquierda nacional hoy acusan al Neoliberalismo de estos resultados y piden cambio de modelo económico, pero no precisan cual es su proyecto. Lo grave es que ni académicos ni partidos políticos de oposición tienen claro cual modelo pudiera revolucionar la economía nacional y movernos por un rumbo distinto al que conocemos desde 1983.