26.44°C

Cielo Claro

Chihuahua, Chihuahua



Jueves 21 de octubre de 2010

Niega cargos acusado de secuestro

Todo lo que dijo él es mentira: acusado a Fiscalía


Todo lo que dijo él es mentira: acusado a Fiscalía

“Todo lo que dijo él es mentira”, dijo el presunto secuestrador, Pedro Alfredo García Campos, luego de escuchar la versión de la Fiscalía de la manera en la que se registró su detención.

De inmediato, su defensora le solicitó que guardara silencio y le señaló que había tiempos y formas para ofrecer su versión. Cuando se le ofreció la oportunidad de declarar, siguió el consejo de su abogada y prefirió no hacerlo en ese momento.

Según la fiscalía, los secuestradores de Manuel Martínez Ruiz, quien luego fue encontrado mutilado y sin vida, solicitaron a su familia un monto de 5 millones de pesos por concepto de rescate, sin embargo tras llevar a cabo las negociaciones, se pactó la liberación por una cifra mucho menor.

Pedro Alfredo García Campos de 19 años, el presunto secuestrador, dijo ser oriundo de Ciudad Juárez, desempleado con secundaria terminada y soltero. Durante la audiencia se narraron los hechos, con detalles como el monto del rescate, los detalles del operativo de reacción y la manera en la que se realizó la detención.

Durante las negociaciones se mutilaron los dedos meñiques de la víctima, mismos que utilizaron como mensajes de intimidación a efecto de obtener los cinco millones de pesos que exigían.

Ante tales circunstancias se implementó un operativo para desarticular a la banda, pues elementos de la unidad antisecuestros de la Fiscalía Estatal recibieron información de que un familiar iba a realizar el pago del rescate y para ello había recibido instrucciones por parte de los captores.

El monto pactado fue mucho menor que el solicitado de inicio, sin embargo los secuestradores señalaron que debían ser entregados en la plaza comercial Vallarta, entre las avenidas Universidad y Zaragoza.

Se implementó un operativo y así los ministeriales se percataron de que el pagador se desplazó de la Vallarta, hacia una plaza cercana ubicada entre las calles Tecnológico y Zaragoza.

El pagador se instaló en el exterior del negocio denominado Chavitar y depositó el dinero en una maleta dentro de un contenedor de basura.

Luego se retiró del lugar y continuó la inspección de los agentes, percatándose de la presencia de una persona con vestimenta de color negro.

Se dijo que el ahora imputado portaba en sus manos un arma de fuego color negro, tomó la maleta que contenía el pago del rescate y se retiró corriendo del lugar en dirección a la calle Miguel Barragán y fue cuando el operativo policial reaccionó, marcándole el alto con comandos verbales.

El sujeto en cuestión accionó el arma de fuego contra los agentes policiales y continuó corriendo. Los policías observaron que arrojó la maleta en un lote baldío, para seguir corriendo en dirección contraria a los agentes para luego llegar a un camión al cual se subió y desde este trató de saltar hacia una barda.

No alcanzó a llegar a la barda y se cayó al suelo, por lo que quedó entre el camión y la barda. Una vez en el suelo se desplazó debajo del camión y los agentes policiales se acercaron y le pidieron que saliera.

El ahora detenido hizo caso omiso a las instrucciones policiales y se arrastró debajo de la unidad. Los policías decidieron hacer uso de la fuerza para extraerlo de donde se encontraba, lo tomaron de los pies y lo jalaron hacia afuera de la unidad.

Se le observó entre sus manos el arma de fuego de nueva cuenta y se resistía a soltarla, por lo que de nueva cuenta aplicaron la fuerza, al considerar la seguridad de los propios agentes. Ya sometido le fue asegurada una Taurus modelo PT101P calibe .40 con un cargador abastecido.

También se le encontró un celular y los agentes investigadores encontraron el maletín color negro donde efectivamente estaba el pago del rescate, de acuerdo a la versión de la fiscalía. Se inspeccionó el celular incautado y advirtieron un número telefónico registrado con el nombre de “Buda”, el cual estaba vinculado con la exigencia de rescate a la familia de la víctima.

Se temía por la víctima y el detenido condujo a los agentes a un domicilio ubicado en el 8525 de la calle Praderas de Irán en la colonia Praderas del Sur, donde revisaron y ya no había nadie, pero advirtieron características plenas de una casa de seguridad.

Luego, los agentes policiales hicieron del conocimiento de la persona asegurada, su formal detención. De esta manera se acreditó su detención en plena flagrancia.

Esta versión, dada a conocer por la Fiscalía, fue calificada como mentira por el acusado.