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Martes 12 de agosto de 2008

Niegan asilo politico a periodista chihuauenses

“Ya hasta pensaba en irme a rifármela a México, aunque es un suicidio”, dijo el reportero de El Diario del Noroeste


“Ya hasta pensaba en irme a rifármela a México, aunque es un suicidio”, dijo el reportero de El Diario del Noroeste

El Paso— El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos negó la solicitud de asilo político del periodista chihuahuense Emilio Gutiérrez Soto y de su hijo de 15 años.

De ser deportado a México, ha dicho que teme por su vida.
“Ya hasta pensaba en irme a rifármela a México, aunque es un suicidio”, dijo el reportero de El Diario del Noroeste, ubicado en Ascensión, Chihuahua, cuando narraba sobre su momento de desesperación de estar incomunicado con su hijo.

De acuerdo a los documentos federales sobre la respuesta emitida el 7 de agosto del 2008 por el director operativo del ICE (Aplicación de Leyes Fronterizas y Aduanales) en esta zona, al solicitante le faltó presentar alguna identificación oficial, así como demostrar que “no representa una amenaza para la comunidad”.

Carlos Spéctor, abogado del caso, dijo ayer que continuará su representación legal para demostrar que su cliente requiere ser asilado en este país, pero que para ello, primero necesita lograr que Emilio Gutiérrez y el menor de edad sean puestos en libertad.

“Me parece algo inmoral que me respondan que (Emilio) representa una amenaza para la comunidad”, dijo Spéctor mientras se manifestaba frente al edificio federal de esa entidad, junto a una veintena de miembros tanto de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, así como del organismo No Gubernamental Las Américas.

Tanto Gutiérrez Soto como su hijo menor de edad se encuentran detenidos desde el 17 de junio pasado en diferentes sitios de El Paso, en espera de que el caso sea aceptado por el gobierno.

Ambos, según los datos de hemeroteca, llegaron hasta la garita internacional de Antílope, Nuevo México, cerca del Berrendo, Chihuahua, con el fin de ser asilados políticos.

“Por años, los militares en México lo han amenazado de muerte y la migra ha rehusado a soltarlos aquí”, agregó Spéctor.

Según los documentos del caso migratorio, la identidad del reportero de 45 años, quien se encuentra bajo la custodia del ICE, aún no queda clara para las autoridades de Estados Unidos.

“Si usted desea reestablecer su requerimiento, usted debe presentar material adicional… Por ejemplo, pruebas de identificación establecidas de rutina, tales como el pasaporte, certificado de nacimiento o una identificación oficial”, respondió el gobierno.

De acuerdo con los datos de la respuesta oficial, la representación legal del periodista “ha fallado”, además en demostrar la justificación para que su cliente reciba ayuda humanitaria de manera urgente.

Los representantes de los grupos activistas por los derechos civiles y el abogado de casos migratorios, Carlos Spéctor, acordaron ayer hacer un comité de defensa para Emilio Gutiérrez Soto y su hijo menor de edad, para presionar a las autoridades y obtener la liberación de ambos.

“Lo principal es que los suelten para continuar con el caso, pero desde afuera”, agregó Spéctor.

Fernando García, en tanto, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, criticó los criterios empleados por el gobierno en el caso de Gutiérrez y dijo que el periodista solicitó asilo por las vías correctas.

“Estados Unidos había tratado el tema migratorio de una forma seria y fue en los últimos años en que comenzaron a aparecer fantasmas”, mencionó.

El abogado de migración de la organización Las Américas, Eduardo Beckett, dijo que esta respuesta envía un mensaje en el sentido de que resulta más difícil para los mexicanos obtener asilo político en Estados Unidos que para otros extranjeros. “A mí me parece que existe cierto temor del gobierno de que al darle asilo sin complicaciones podría provocar que vinieran muchos de México a solicitarlo, y más viendo cómo está la situación actualmente”, afirmó.

La protesta se realizó por varios minutos frente a dicho edificio federal, ubicado en las calles Hawkins y Montana de El Paso.