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Viernes 29 de octubre de 2010

Oposición o resistencia

Supuestamente estamos representados por funcionaros en todos los niveles de gobierno


Supuestamente estamos representados por funcionaros en todos los niveles de gobierno

El ciudadano común y corriente será capaz de entender la frustración que se apodera de quien se ve condenado al anonimato en medio de la simulación de democracia que padecemos en este país.

Supuestamente estamos representados por funcionaros en todos los niveles de gobierno, pero al grueso de la ciudadanía nos consta que eso no pasa de ser una manida teoría ya que en la práctica todos estos personajes solo se representan a sí mismos y en todo caso se asocian con sus pares para defenderse de la osteoporosis política (entiéndase “de perder el hueso”)

Es verdaderamente desesperante asistir como convidados de palo a las vulgares farsas de carpa en las que algunos dizque diputados han convertido las sesiones de esas asambleas en la que se supone deben reunirse para acordar soluciones propositivas y en cambio esos energúmenos solo las aprovechan para hacer catarsis de todas las frustraciones de sus inestables y neuróticas personalidades.

Muy mal entendido se tiene el concepto de oposición ya que esta debería interpretarse como una postura que fuera complementaria y enriqueciera las iniciativas de los que por voluntad popular tienen la oportunidad de conducir los gobiernos. Más estos prófugos de las ”maras” vandálicas, usurpadores de la auténtica función legislativa, llegados a la función que ostentan solo gracias a las perversiones del sistema pluri-nominal, enquistados en su reducto de impunidad, se dedican a ejercer una verdadera resistencia social rayana en el activismo de la sedición.

El resto de la ciudadanía tenemos que hacer un verdadero alarde de tolerancia ante las ya incontables ocasiones en las que para vergüenza nacional e internacional, estos patanes se apropian de la tribuna de la nación para protagonizar su absoluta falta de cultura cívica, su crasa ignorancia de los tópicos de interés nacional y de las verdaderas soluciones requeridas para nuestra compleja realidad.

Sus mentalidades han quedado atrapadas para siempre en una etapa de ese medio conocimiento (léase “mediocridad” que solo considera la detección de la problemática sin el compromiso de la reflexión profunda en búsqueda de las mejores soluciones VIABLES y por ello no han sido capaces de evolucionar hacia la faceta de madurez que implica el migrar de lo meramente especulativo e idealístico hacia el terreno de lo real, lo posible y lo implementaba. Dicho en otras palabras, estos patentemente inmaduros intrusos, colados indeseables en el terreno de las decisiones responsables, ya por sistema, se han instalado en una postura de adolescentes que tozudamente se resisten a entender que un derecho exigido a destiempo se convierte en un capricho, que no se puede partir el pastel antes de hornearlo y que para tener derecho a una tajada hay que aportar algún trabajo o ingrediente.

El resto de nosotros tratemos de vernos reflejados en ese espejo, usemos para superación personal ese ejemplo negativo tan evidente en esos zánganos pluri-nominales que tan repulsivos nos resultan, seamos íntimamente honestos y aceptemos que la postura de automática desaprobación a todo lo que provenga del ambiente político, tiene un componente muy parecido a esa condición caprichosa que exige que todo sea perfecto como si ya todo estuviera hecho, que nos hace criticar las evidentes deficiencias sin ver en cambio que eso que observamos es la justa medida del trabajo correctivo que a nuestra generación le toca desempeñar y constituye nuestra oportunidad de perfeccionar el sistema que nos sustenta.

Afortunadamente se barrunta en el horizonte un cambio de condición que nos permitirá enmendar viejos yerros y desprendernos al fin el lastre de esos parásitos encubiertos como legisladores. Por eso es muy importante que sin distinción de partidos y anteponiendo los intereses de esta nación que tanto necesita hoy de nuestra participación para enderezar el rumbo hacia horizontes de mayor justicia, hagamos llegar al congreso nuestra exigencia ciudadana de terminar de una vez y para siempre con la aberrante figura política de los Diputados Pluri-nominales para que los que en adelante elijamos sea por su auténtica capacidad y su diligente demostración de buena voluntad para ser una fuerza moderadora desde lo propositito y dejar de ser como hasta hoy más que una oposición responsable, una auténtica resistencia saboteadora del progreso.