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Lunes 31 de marzo de 2014

Otra chentejada de Fox

No cabe duda que el expresidente Vicente Fox Quesada será genio y figura hasta la sepultura.


No cabe duda que el expresidente Vicente Fox Quesada será genio y figura hasta la sepultura.

No cabe duda que el expresidente Vicente Fox Quesada será genio y figura hasta la sepultura. Controversial hasta las botas, el guanajuatense da rienda suelta a la lengua y arremete, otra vez, en contra de sus favoritos.

Entrevistado por un importante diario de la capital del país, el que fuera el primer presidente de México surgido del PAN, le sigue dando hasta con la cubeta a su sucesor Felipe Calderón, pasa por encima de Carlos Salinas, machaca contra el peje y le echa tierra a la tumba del tata Lázaro Cárdenas.

Sin rubor alguno, y a veces incongruente, el guanajuatense se deja ir con todo en contra de sus villanos favoritos. Razonable en algunos aspectos de economía de libre mercado, pero se muerde la lengua constantemente cuando vocifera contra las prácticas partidistas de hoy en día.

Vicente no tuvo misericordia en restregarle en el rostro su reciente pasado en la presidencia a Felipe Calderón, cuando le recuerda que dejó una fosa de ¡80 mil muertos!. Eso no está a discusión, por lo menos entre la opinión pública y el electorado que le cobró factura al michoacano y al PAN, al repudiarlos en las urnas en 2012.

El problema de la impunidad radica en el gobernante vigente, que apenas si permite chamuscar a Calderón y a los responsables del sistema de seguridad nacional que le acompañaron en su sexenio, vía mediática, porque visos de castigo por los excesos y las violaciones a los derechos humanos en ese segundo mandato panista, no se conocen expedientes o denuncias formales.

Donde Chente se muerde la lengua porque se hace el occiso, a menos que don Alzheimer ya le esté reclamando espacio entre sus neuronas, es en reconocer su responsabilidad por la fuga de la cárcel del narcotraficante más importante de mundo, apenas recapturado unas semanas atrás. Al exmandatario bien le caería un churrito de cannabis para recuperar la memoria.

Hay otro tema en el que el director del Centro Fox taconea en falso, se trata de los altos salarios que recibe la burocracia y los grandes negocios que hace la partidocracia mexicana con la política. No puedo estar más de acuerdo con él, particularmente cuando expresa que antes, entregar el tiempo por una noble causa es sinónimo de heroísmo, no como hoy que todos le entran a los grandes salarios.

En efecto don Vicente, la ética política y la doctrina del humanismo anida en sus principios esos conceptos de congruencia, honestidad y responsabilidad, lástima que usted no predique con el ejemplo, pues recuerdo muy nítidamente cuando la bancada panista en San Lázaro, en la LVIII legislatura federal del que formé parte, haya votado en su mayoría, en complicidad con la bancada del PRI, la propuesta de mantener vitaliciamente a los expresidentes, incluyendo una obesa nómina de ayudantes, obviamente con cargo a los contribuyentes.

Para no variar, el impulsor de la candidatura de Peña Nieto destroza en unos cuantos lengüetazos la historia energética mexicana. Fox defiende el crecimiento de las economías peruana y colombiana, cuyo soporte descansa en el aprovechamiento de sus energéticos durante la última década, y afirma que gracias a Dios esas naciones no tuvieron a un Lázaro Cárdenas ni un López Obrador.

Del segundo no hay mucho que defender, pero al primero le asiste plenamente la razón histórica de frenar de tajo los abusos de las compañías petroleras extranjeras de principios del siglo XX, que con todo libertinaje se chupaban los hidrocarburos y de pasadita mantenían prácticas de esclavitud en detrimento de los trabajadores, como si el territorio mexicano fuese una extensión del sur esclavista norteamericano.

Entiendo la urgencia de modernizar la infraestructura energética del país para sacarle mejor provecho, como también es necesario disolver la mafia sindicalista que lidera Carlos Romero Deschamps, pero a mí sí me preocupa, y mucho, que oootra vez vengan de fuera a fondearse con nuestras riquezas naturales, como lo hacen actualmente los bancos extranjeros y como lo hicieron en la época colonial los europeos, solo porque unos desgraciados vendepatrias se empinaron ante el saqueo colonial y el capital golondrino, a cambio de ser socios del gran negocio, ahí, donde está el billete grande.

Claro está que mi querido Vicente tiene mucha imaginación y ejerce a plenitud la libertad de expresión, eso lo reconozco totalmente. De lo que estoy azorado es de la banalidad con la que se refiere a la dignidad humana, como si las personas fueran lavadoras de dos patas, o como si las toallas de marca secarán mejor que unas de mercado popular.

Me da la impresión de que cuando el futuro presidente fue supervisor en la Coca-Cola, jamás se dio cuenta de la explotación a la que son sometidos los empleados de las compañías extranjeras, concretamente las norteamericanas, y muchas mexicanas también; que laboran promedio 11 horas diarias a cambio de salarios, ya prorrateados por hora, mucho menores al promedio de los que pagan los países del orbe.

Creo que el expresidente Fox tiene mucha energía para seguir sacándole provecho a su centro de negocios dentro del rancho de San Cristóbal, ojalá y la canalice por ahí, pero que no la desperdicie desparramando odios y resabios. Miren ustedes que la prudencia es un Don que solo unos cuantos exmandatarios o líderes mundiales pueden presumir, el marido de Marthita no la tiene, y lo pior es que ni con mota o pomada de la campana se adquiere.

P.D. Gracias a Dios que en México hemos tenido grandes y respetados líderes, y ciertamente, Manuel “Maquío” Clouthier fue uno de ellos.