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Lunes 29 de marzo de 2010

PAN empresarios, un mito

Producción, productividad y empleos viven un crisis que no tienen una solución


Producción, productividad y empleos viven un crisis que no tienen una solución

A mediados del mes, el Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión presentó su iniciativa de reforma laboral, que tiene la intención de modificar casi la mitad de los mil artículos que tiene la Ley Federal del Trabajo. Esta propuesta forma parte de la agenda nacional que está urgiendo la ciudadanía dentro del marco de las reformas estructurales, necesarias para modernizar la vida nacional que nos lleve a reforzar nuestra participación en el concierto internacional accionado por la era de la globalización.

Solamente en los últimos diez años se han propuesto poco más de 300 iniciativas para tratar de reformar una política laboral, que tiene más de tres décadas que no funciona plenamente en perjuicio de una planta productiva nacional de baja productividad, un empleo de mínimo ingreso, que no alcanza más de ochocientos pesos por semana por trabajador, cuando menos en dos de tres trabajadores que componen la población económicamente activa. Hay un desempleo promedio de 3% y en etapas críticas, como la actual, el indicador sube hasta el 6%.

En la propuesta panista destacan, el pago por hora para lograr la eficiencia en el desempeño de los trabajadores que por tener ocupaciones en el hogar, como estudiantes o personas jubiladas y de la tercera edad, puedan desarrollar labores fuera de una jornada de trabajo tradicional en tiempo y forma. Con el pago por hora, además, se podrá medir la eficiencia en el corto tiempo de trabajadores de nuevo ingreso, incentivando al patrón al aumento en el pago por cada hora, si el operario demuestra efectividad en el trabajo y de lo contrario, despidiéndolo sin compromiso para el dador de empleo, si aquel no tuviera capacidad o voluntad para generar la producción pactada.

Se habla en la misma iniciativa, de reformar la ley para lograr flexibilidad laboral y esto se resume, en eliminar la sobreprotección que actualmente tiene el trabajador, quien de antemano gana cualquier juicio laboral dirimido en las juntas de conciliación y arbitraje. El patrón es demandado por trabajadores que a veces cumplen una hora o un día de trabajo y sin mediar comunicación, estos recurren a la demanda ante las autoridades laborales y éstas resuelven invariablemente a favor del trabajador, de acuerdo con la ley federal del trabajo actual, con sanciones para el empleador que como mínimo valen 200 salarios mínimos.
Con un día de trabajo, malos trabajadores amparados por la ley, reciben 200 o más días de pago, dañando el ingreso del resto de los trabajadores que se esmeran en sacar adelante a su pequeña empresa.

En este punto, aseguran los detractores de Acción Nacional que el partido es enemigo de los trabajadores y defensor de los grandes empresarios nacionales y extranjeros. Ese es el gran mito, que ayer y hoy se difunde desde las fuerzas políticas de los autoproclamados herederos de la Revolución Mexicana y de la izquierda nacional.

Lo cierto es que esta política laboral de sobreprotección para malos trabajadores que está establecida en la actual ley, es en perjuicio de la planta productiva nacional compuesta en un 95 por ciento por micro, pequeñas y medianas empresas, que generan el 41 por ciento del producto interno bruto y tienen el 66 por ciento de los trabajadores mexicanos. Estas pequeñas empresas tienen baja producción y productividad debido a su poco capital y ausencia casi total de investigación y desarrollo que les impiden ser generadoras de grandes ingresos. Estamos seguros que las grandes empresas nacionales y extranjeras no sufren lo más mínimo los embates de una ley federal del trabajo como la actual, que protege a malos trabajadores y sus abogados, hoy dedicados a buscar beneficios ilegales, sobre todo a costa de pequeños empresarios, que al igual que sus trabajadores, viven al día.

Le citaré siete grandes empresas nacionales y extranjeras, que estoy seguro, sin son demandadas y tienen que cubrir $10,000 ó $12,000 pesos como indemnización a un mal trabajador, estas cantidades no les causarán un desequilibrio en sus finanzas, como si ocurre con un micro o pequeño empresario que utiliza una cantidad igual por semana para pago de su nómina. Bimbo que factura 5,000 millones de dólares al año, Televisa 3,000, Cemex 3,000, Telmex que controla el 80% de la telefonía fija del país y Telcel que domina el 75% de los 85 millones de teléfonos celulares en México. Banamex que administra el 30% del ahorro y crédito nacional, estimado en unos 100,000 mdd, la industria maquiladora que contribuye con la mitad de las exportaciones mexicanas, algo así como unos 125,000 mdd.

La elección democrática y periódica de dirigentes sindicales es otro punto donde el sindicalismo ligado al antiguo régimen de inmediato se opone al cambio, ya que por décadas los liderazgos dudosos de los trabajadores han servido para apuntalar políticamente tanto a los gobiernos y candidatos del PRI , así como a la izquierda nacional que hoy también es Partido y es Gobierno. La permanencia indefinida en los puestos de dirección de líderes sindicales, su falta de transparencia en el manejo de los contratos colectivos de trabajo y de las cuotas y patrimonio sindicales son conducta permanente en estos grupos de poder que finalmente solo sirven a sus intereses personales y de sus partidos.

Estos planteamientos cuya discusión en el pasado, ha sido difícil por la gran cantidad de intereses económicos y políticos en juego, hoy es necesario que en el seno del Congreso de la Unión sean discutidos nuevamente para su aprobación, sin olvidar que se trata de proyectos impopulares y duros, pero que se presentan en momentos en que producción, productividad y empleos viven un crisis que no tienen una solución con propuestas de una bonanza laboral que como todos sabemos no existe.