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Chihuahua, Chihuahua



Jueves 2 de octubre de 2008

Pega a juarenses caída en remesas

La caída se debe a la prolongada desaceleración de la actividad económica en EU


La caída se debe a la prolongada desaceleración de la actividad económica en EU

El Banco de México (Banxico) informó que durante el tercer trimestre del año se acentuó la pérdida de remesas familiares que entran al país, pues en agosto alcanzaron mil 937 millones de dólares, una disminución anual de 12.2 por ciento.

De acuerdo con Banxico, la caída se debe a la prolongada desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos; a los controles oficiales más estrictos por parte de las autoridades norteamericanas en los lugares de trabajo, así como a los mayores problemas que enfrentan los mexicanos para emigrar ante una mayor vigilancia fronteriza en ese país.

Esta crisis ya impactó a familias que residen en Ciudad Juárez y que reciben remesas de parientes que trabajan en distintas partes de la vecina nación.

“Se quejan mucho de que la gasolina está muy cara por allá, es de lo que más se quejan”, dice doña Ana, una mujer que prefiere mantener anónima su identidad y que recibe el dinero de su hijo que labora en una localidad de Nuevo México.

Afirma que desde hace un año aproximadamente las cantidades que le llegan han disminuido, sin embargo su vástago no le ha comentado que tenga dificultades económicas, pero lo cierto es que le manda menos dinero.

“Antes me mandaba hasta 300 dólares por semana, pero luego llegaron 20 menos, luego otros 20 ó 30, y así, hasta los 200 que me manda ahora”, menciona.

La estadística oficial parece darle la razón a la madre de familia, ya que en un mes el promedio por persona de las remesas enviadas por paisanos desde EU bajó en 10 dólares.

Datos publicados por el Banco de México indican que la remesa promedio total en agosto del 2008 fue de 347.71 dólares, mientras que en julio del mismo año fue de 357.70.

Lo peor es que el Banxico advierte que “en general, durante los próximos meses el ingreso de recursos al país por remesas familiares continuará mostrando una pérdida de fortaleza, considerando la difícil problemática que enfrenta la economía de Estados Unidos y que se prevé que dicha debilidad económica persista en el corto plazo”.

“La prolongada desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos ha impactado adversamente las oportunidades de empleo en ese país y, consecuentemente, las de los migrantes mexicanos”, indica Banxico.

Aunado a ello, destaca que el debilitamiento de la actividad económica en el vecino país ha sido más agudo en sectores donde hay una mayor presencia relativa de trabajadores migrantes mexicanos, tales como la industria de la construcción y el sector manufacturero.

Esa situación, precisa el Banco Central, ha propiciado que en ese país la tasa de desempleo de los trabajadores migrantes mexicanos sea más elevada que la correspondiente a la fuerza laboral total y que su incremento anual también sea más acentuado.

Y es que, agrega un documento del Banxico, el porcentaje de mexicanos inmigrantes que laboran en la industria de la construcción y en el sector manufacturero supera de manera significativa a lo observado en la fuerza laboral total.

En contraste, la participación de los mexicanos en el sector servicios es mucho menor que en el conjunto de la fuerza de trabajo total de ese país.

En Estados Unidos, puntualiza el Banco de México, los trabajadores mexicanos inmigrantes representaron en el bimestre julio-agosto del presente año, el 13.8 por ciento de toda la fuerza laboral en la industria de la construcción y el 7.3 por ciento de la que trabaja en manufacturas, así como el 15.8 por ciento de quienes se dedican a actividades agropecuarias, porcentajes elevados si se considera que los trabajadores mexicanos representan el 5.1 por ciento de la fuerza de trabajo en EU.

Aunado a estas circunstancias, también ha contribuido a la baja de remesas “la presencia de controles oficiales más estrictos por parte de las autoridades de Estados Unidos, en los lugares de trabajo y aun en zonas residenciales, los trabajadores indocumentados mexicanos han encarado crecientes dificultades para encontrar ocupación”, se advierte en el comunicado.

Así también, los trabajadores mexicanos enfrentan mayores problemas para emigrar a EU, ante una mayor vigilancia fronteriza en ese país.

La información de la entidad bancaria indica que en julio pasado se envió un total de dos mil 15 millones de dólares, pero esa cantidad bajó a mil 937 millones para agosto anterior, lo que implica una disminución de 78 millones.

La mayoría de las transacciones se realizaron por medio de transferencias electrónicas, seguidas por los money orders y después por efectivo y en especie, se establece en la página electrónica del Banco de México.

A pesar del difícil panorama que expone la institución, los habitantes de Chihuahua en general aumentaron un poco el monto de las remesas recibidas durante el segundo trimestre de este año en comparación con el primero.

Los documentos oficiales establecen que en el trimestre abril-junio del 2008 se recibieron en la entidad recursos por el orden de los 118.3 millones de dólares.

Con esa cantidad, el estado ocupó la posición número 17 entre las 31 entidades y el Distrito Federal respecto a la captación de dinero que los paisanos envían desde Estados Unidos.

Para el primer trimestre de este año los chihuahuenses recolectaron 104.4 millones de dólares, mientras que en el último período similar del 2007 fueron 107.8, se indica a través de los datos oficiales.

Los estados mexicanos que recibieron más dinero desde Estados Unidos en agosto pasado son Michoacán con 606.5 millones de dólares; Guanajuato con 579 millones; el Estado de México con 520.9 millones; Jalisco con 489.6 millones, y Puebla con 409.1 millones, establece el Banco de México.

La misma organización indica que las entidades que menos dinero reciben en remesas son Baja California Sur con 8.6 millones de dólares, Campeche con 16.6 millones, Quintana Roo con 25.4 millones, Yucatán con 31.1 millones y Tabasco con 39.9 millones.

Así como el Banco de México advierte la expectativa de que las remesas seguirán bajando, los ciudadanos comunes también tienen esa perspectiva.

“Si ellos (los norteamericanos) se resfrían, pues a nosotros nos va a dar cáncer”, indicó Isabel Ceniceros, quien desde hace semanas espera que una familiar le envíe dinero desde California, donde trabaja.

“Mi tía ya me había dicho que la cosa se estaba poniendo dura, que los ‘biles’ (recibos) que tiene que pagar están cada vez más ‘pesados’, quién sabe qué vaya a pasar”, comentó.

Su pariente le comentó durante una llamada telefónica reciente que su seguro ya no le quería cubrir las medicinas para una enfermedad crónica que padece, por lo que había tenido que invertir su dinero en la compra de las pastillas que necesita.

“Me dijo que muchas de sus amigas andan igual, ella tiene un hijo en Gómez Palacio (Durango), y también tiene que mandarle dinero porque él no puede trabajar, también está enfermo, así que la cosa no pinta nada bien”, manifestó.