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Viernes 18 de junio de 2010

Perturban cárteles sistema carcelario

Reiteran gobernantes su exigencia de separar a los internos del fuero común y del fuero federal


Reiteran gobernantes su exigencia de separar a los internos del fuero común y del fuero federal

Con la aprehensión de delincuentes dedicados al tráfico de drogas la guerra que libran las mafias en diferentes partes del país se trasladó a las cárceles estatales, que se han convertido en centros de disputas violentas derivadas en masacres, coinciden responsables del control de los penales en varios estados, al reiterar su exigencia de separar a los internos del fuero común y del fuero federal.

“Ningún Centro de Readaptación Social está exento de esta situación”, advirtió el director de Readaptación Social de Colima, Guillermo de Jesús Navarrete Zamora, en alusión a lo ocurrido en Mazatlán, Sinaloa, donde el lunes pasado murieron 29 internos.

Aseguró que estos hechos se dan cuando se mezcla a reos por delitos del fuero común con internos del fuero federal, especialmente por delitos contra la salud o crimen organizado.

Dijo que en el Cereso de Colima hay mil 860 internos, de los cuales 432 son del fuero federal. “De éstos, 35 son de alta peligrosidad y están confinados en módulos de máxima seguridad. Esos reos no pueden ser trasladados a penales de alta seguridad, ya que están a disposición de un juez federal y se les sigue un proceso. Si no concluye su proceso no se les puede mover del estado y es un trámite que dura entre unos a dos años”.

Representan un riesgo

El director de Ejecución Penitenciaria y Readaptación Social de Guanajuato, Juan José Rodríguez Barroco, señaló que se solicitó en dos ocasiones al gobierno federal la reubicación de 12 reos clasificados como peligrosos.

Manifestó que el consejo técnico valoró la peligrosidad de esos individuos y señaló que es un riesgo tenerlos en los ceresos del estado.

“Lo que nosotros hacemos cuando ocurre algún incidente con estos internos es reubicarlos en otros centros dentro del estado”, agregó el director de Prevención y Readaptación Social de Durango, Noel Díaz Rodríguez.

Sin embargo, en los penales de Durango y Gómez Palacio han ocurrido dos masacres: en agosto de 2009, en Gómez Palacio, murieron 19 reos, y el pasado 20 de enero en la capital fallecieron 24.

El subsecretario de los Centros de Readaptación Social en Guerrero, Ángel García García, dijo que la sobrepoblación de presidiarios volvió “bombas de tiempo” a los 17 penales del estado, principalmente los de Acapulco, Chilpancingo e Iguala, y es la causante de riñas.

El problema es grave, porque desde 2009 han ingresado más reos por el delito de delincuencia organizada.

La masacre de 29 reos del orden federal en el reclusorio de Mazatlán es consecuencia de la ineficiencia y la corrupción en el sistema penitenciario, dijo Mercedes Murillo de Esquer, presidenta del Frente Cívico Sinaloense.

“No se entiende cómo las autoridades penitenciarias, que desde octubre de 2008 conocían el riesgo que implicaba tener a reos peligrosos, los hayan segregado en un módulo especial con sólo tres guardias para su seguridad.