Pide iglesia reducción salarial a funcionarios

Ante la crisis que atraviesa el país y la baja en los ingresos fiscales del gobierno federal, la Iglesia católica demandó que diputados, senadores y funcionarios de gobierno se reduzcan los salarios para lograr ahorros en el gasto público.

La Arquidiócesis de México, a través del editorial “El Congreso frente al shock financiero”, publicado en el semanario Desde la Fe, sostiene que el recorte al gasto debe comenzar con las percepciones de legisladores y altas autoridades, y no con reducciones a los recursos de los programas sociales.

“Tenemos otras áreas que deben ser las primeras en reducir significativamente el presupuesto: la propia Cámara de Diputados y Senadores, en los sueldos millonarios que reciben, incluyendo sus inexplicables pagos por prestaciones, aguinaldos y hasta jubilaciones”, apuntó el artículo.

Sostuvo que en momentos difíciles las autoridades que integran los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben ser ejemplo de austeridad y evitar despilfarros que causan encono entre la población, particularmente en las clases con más bajos ingresos.

“Los tres poderes de la federación deben ser ejemplo de austeridad para todos los niveles de gobierno. No es posible que los sueldos de los políticos sigan siendo un escándalo y una bofetada frente a la sociedad empobrecida”, señaló la publicación.

La Arquidiócesis de México, que encabeza el cardenal Norberto Rivera Carrera, se pronunció, asimismo, en favor de que se reduzca el presupuesto del Instituto Federal Electoral (IFE) y de los partidos políticos, particularmente cuando ya concluyeron los comicios.

“Otro renglón de gran importancia ante la emergencia económica es la reducción drástica que debe haber en el presupuesto de los partidos políticos y del IFE. Somos una de las democracia más caras e ineficientes del mundo”, sentenció la publicación católica.

Ante la baja en los ingresos públicos, Desde la Fe consideró grave cualquier pretensión de recortar el gasto a los programas sociales del gobierno, pues estos están diseñados para atenuar la desigualdad social, la cual se puede tornar más crítica ante el aumento del desempleo y la pobreza.